Qué es la luz cinérea
La luz cinérea es la débil iluminación que refleja la Luna en la parte que no es iluminada de forma directa por el Sol, la que permite visualizarla desde la Tierra.
Esta luz reflejada no es específica de la Luna, pues todos los objetos astronómicos que no emiten luz propia reflejan la luz cenicienta o cinérea. En nuestro planeta se produce también este reflejo, que sería visible desde el espacio.
El efecto de luz cinérea
El efecto de luz cinérea se puede observar bastante claramente los primeros y últimos días del ciclo lunar, es decir, unos días antes y unos días después de la Luna Nueva.
En esos días, casi toda la superficie de la Tierra que apunta a la Luna se encuentra iluminada por el Sol, luego esta luminosidad se refleja en la Luna y la Luna la refleja nuevamente hasta nuestro planeta.
En noches de Luna Llena, cuando el cielo está despejado, es posible ver en la noche. La iluminación que refleja la luz del Sol en la Luna es intensa. Parte de esa luz es reflejada por la Tierra y se ve desde el espacio como luz cinérea.
La luz cenicienta es en la Luna lo que la luz de la Luna es para la Tierra durante esa fase.
La diferencia radica en que desde la Luna, el planeta Tierra se observa en una fase inversa a la de ella.
Es decir, cuando desde la Tierra la Luna está Llena, la Tierra se observa desde la Luna como “Tierra Nueva”, y así sucesivamente en los ciclos lunares. Esto explica el por qué se ve mucho mejor la luz cinérea cuando la Luna está finalizando el menguante o comenzando el creciente, pues desde la Luna la Tierra se ve iluminada totalmente.
Leonardo Da Vinci se refirió a este fenómeno a principios del siglo XVI explicando que la luz del Sol es reflejada por la Tierra hasta la Luna y desde la Luna se refleja nuevamente a la Tierra.
La detección de la luz reflejada por los planetas que orbitan estrellas, así como la luz cinérea, son técnicas utilizadas para buscar exoplanetas, planetas que se encuentran fuera de la órbita Solar, como el Proyecto Darwin de la Agencia Espacial Europea y la misión Terrestrial Planet Finder de la NASA.
La sonda Cassini, por ejemplo, pudo captar imágenes de los satélites de Saturno cuando reflejaban la luz cinérea de Saturno y no la luz solar.