Odio a la navidad y cómo sobrevivir a las fiestas navideñas

Si todos los años te encuentras en la misma situación de tener que sobrevivir a las fiestas navideñas, porque definitivamente sientes odio a la Navidad, piensa que no eres el único. Son muchas las personas que no encuentran placer alguno en festejar, reunirse con sus familiares y escuchar villancicos.

La Navidad es un tiempo de celebración en donde abundan las reuniones, se compran regalos y se participa en comidas y brindis hasta la extenuación, pero no a todo el mundo le agradan estas fiestas y no es algo excepcional no contagiarse del espíritu navideño.

Muchos pueden ser los motivos por los que las personas odian la Navidad y uno de ellos puede ser simplemente porque no son creyentes. La celebración es por el nacimiento de Jesucristo y no encuentran motivo para ningún tipo de fiesta.

Es posible también considerar que se trata de fiestas superficiales donde lo único que importa es comprar regalos y tener una buena excusa para comer y beber hasta el hartazgo.

No debemos olvidar que también pueden existir motivos económicos que impidan celebrar las navidades como se desea. La crisis económica de los últimos años ha convertido a estas fechas en motivo de depresión para muchas personas, por no poder hacer frente a los gastos como se hacía antes por escasez de presupuesto.

Otra de las razones por las que llegamos a despreciar a las celebraciones de Navidad, puede ser haber sufrido la pérdida de algún familiar o un ser querido. Probablemente sea la más común de las razones por las que una persona no se canse de repetir: ¡Odio a la Navidad!

Cómo sobrevivir a las fiestas navideñas tras el odio a la navidad

Si sientes odio a la Navidad, no tienes por qué celebrarla. Puedes quedarte en casa y dedicarte a lo que más te guste hacer, nadie te culpará por ello. Pero si no tienes más remedio que participar de fiestas y celebraciones, intenta disfrutarlas y valora el poder estar con tus seres queridos o tus amigos sin pensar en la Navidad.

Si no te gustan las fiestas, evítalas, pero si debes ir, no hables de tu odio a la Navidad, pues solo conseguirás discutir, sentirte peor y arruinarles la fiesta a todos. Mantente ocupado, dedícate a ti mismo, no te concentres en la Navidad y verás que esta fecha transcurre como cualquier otro día del año.

Una buena idea es irte de viaje. Si no estás presente, nadie te culpará por tu falta de espíritu navideño. Conoce un país nuevo, sal de acampada o planifica unos días de relax en un hotel a la orilla del mar. Llévate unos buenos libros o una guía de viaje y olvídate de tu odio a la Navidad.

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