Inhalar helio: ¿Puede ser peligroso?

Sin ánimo de ser alarmistas, hemos de admitir que sí, que inhalar helio de forma abusiva puede ser peligroso. Pero ojo, solo si se hace de forma abusiva. Es decir, si un día lo pruebas entre amigos y aspiras un par de veces no vas a tener problemas, pero si se convierte en costumbre, sí que tendrá consecuencias negativas.

Recordemos que el helio es un gas más ligero que el aire. Es un elemento muy común en el universo, el segundo, de hecho, y hasta se puede encontrar en la sangre humana.

Por lo general, el helio se usa para inflar globos y que estos floten en el aire, ya que este elemento es menos pesado que el oxígeno. Pero de un tiempo a esta parte se convirtió en atracción inhalarlo, ya que, por su ligereza, al pasar por las cuerdas vocales, consigue que nuestra voz se agudice, propiciando un tono muy gracioso.

Bueno, el uso profesional de helio no es tóxico y es perfectamente seguro. De hecho, se utiliza a nivel mundial porque no es negativo para el organismo humano, a no ser que lo aspiremos en grandes cantidades, obviamente.

Cuándo puede ser peligroso inhalar helio

Aspirar helio puede ser peligroso y producir asfixia si se inhala en grandes cantidades, ya que se sustituye este elemento por el oxígeno y entra al torrente sanguíneo y a los pulmones.

Pero, como decimos, solo sucederá si se agota el oxígeno que portan los glóbulos rojos, por lo que la aspiración debe ser muy repetitiva, durante mucho tiempo y en grandes cantidades.

Aunque parezca increíble, sí que han habido casos documentados de personas que murieron por exceso de exposición al helio. De hecho, también puede dañar la laringe debido a la elevada vibración que produce en las cuerdas vocales.

Igualmente puede provocar mareos y desmayos, y se debe a la falta de oxígeno en el organismo. En ese caso, es probable que caigas al suelo, y el golpe no será nada agradable.

Además, en los casos más graves podría provocar incluso hemorragia pulmonar, pues es un gas inerte almacenado en tanques de alta presión. Para evitar este problema, es conveniente no inhalarlo nunca desde la boquilla en que se almacena.

Si lo inhalas desde el tanque directamente, se produce un aumento violento de presión al que se exponen los pulmones, y podría provocar ruptura y hemorragia en los vasos sanguíneos.

Recuerda aspirar helio con moderación y solo en situaciones muy particulares. Esto no es un juego ni un juguete, así que usa el sentido común.

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