Frases de La vida es bella

Se trata sin duda de una de las películas que más han marcado, y lo sigue haciendo, a todos los espectadores que la han visto. Este maravilloso film escrito, dirigido y protagonizado por Roberto Benigni es una oda al positivismo. Para que te inspires, te dejamos algunas frases de La vida es bella. Seguro que te conmueves leyéndolas.

Roberto Benigni la estrenó en 1997 y fue todo un éxito de taquilla a nivel mundial. Su argumento llega al corazón y enseña como hasta en el más terrible de los casos, la actitud es importante. Hasta el hecho más dramático se puede afrontar de una forma positiva para no venirte abajo y seguir adelante. ¡No hay nada que no se consiga teniendo esperanza y una forma de pensar que encuentre siempre la parte buena!

En este caso, el protagonista, un judío italiano, es internado en un campo de concentración nazi junto a su pequeño hijo y por supuesto separados de su mujer y madre del niño. Para protegerlo de todos los horrores que se producen y sufren, lo transforma todo en una fábula.

Benigni se basó en la experiencia que vivió su padre, el cual pasó tres años internado en el campo de concentración de Bergen Belsen, al que sobrevivió. Una película que hace que te sientas bien y que veas al mundo desde un prisma diferente. Y si no, mira estas inspiradoras frases.

Frases de La vida es bella

  • ¡Buenos días princesa!
  • El silencio es el grito más fuerte.
  • Debemos lograr 1000 puntos, quien logre 1000 puntos, le darán el carro tanque.
  • Oí de un horno a leña, pero nunca vi un horno a hombre. “¡No me queda leña!, ¡metan a este abogado!, este abogado no se quema bien, ¡necesita secarse! ¡Mira ese humo!” Ay Josué, ¿de qué hablas?, botones, jabones y que nos queman en hornos…
  • ¿Todavía no has comprendido que para hacerme feliz hace falta muy poco? Un buen helado de chocolate, quizá dos, un paseo juntos y que pase lo que tenga que pasar.
  • Nosotros estamos en el equipo de los súper malos que gritan sin cesar, quien tenga miedo pierde puntos. En tres casos se pierden todos los puntos: los pierden, uno, los que empiezan a llorar; dos, los que quieren ver a su mamá; tres, los que tienen hambre y piden la merienda.
  • Con voluntad se puede hacer todo. Yo soy lo que yo quiero.
  • Esta es una historia sencilla, pero no es fácil contarla. Como en una fábula, hay dolor y, como una fábula, está llena de maravillas y de felicidad.

Ahora, reflexionemos brevemente sobre la belleza de estas sentencias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *