Toño Rosario y su poder desde un escenario


Cuando Toño Rosario decidió romper los esquemas de los moldes tradicionales establecidos, y se convirtió en un mutante en el arte, muchos fueron los sorprendidos, que no vieron en su estrategia el despliegue hacia un personaje que le iba a gustar a la gente. 

Que se adelantaba al tiempo, y que ello le permitiría la primacía  en una modalidad que luego asimilaron y adoptaron los exponentes del movimiento urbano dominicano.

Cuando los urbanos del país vinieron a usar moños y trenzas, hacía tiempo que ya Toño había hecho acopio de esa modalidad que le ha permitido, por décadas, mantenerse vigente en el interés de la gente, generando rasgos de identidad que ya les son propios, y que se interpreta como parte de su genética.

Si a ello se  le suma su facilidad para impactar con su música, merced a un sólido repertorio de más de 40 éxitos musicales en su carrera, y su capacidad para reinventarse con nuevos temas en el hit parade, encontraremos en ello la fórmula de por qué es un artista potable aún con el paso del tiempo.

Muchos son los merengueros de los 80’s que han pasado “a mejor vida”, y de los cuales solo quedan “fotos y recuerdos”, como dice la canción.

Lo de Toño es una vigencia permanente. Con su música y su personaje, porque las dos condiciones van de la mano en su caso.

Anoche le vimos en la presentación de un concierto para celebrar sus 35 años en el arte, en el que desplegó y demostró su gran capacidad para el quehacer escénico, poniendo a prueba posibilidades energizantes que les son muy propias  como artista que se crece cuando está en un escenario.

Como era de esperarse, el Kuko se batió con seguridad y donaire sobre la plataforma de la ovalada concha acústica del anfiteatro de Puerto Plata, sobre la cual se desplegó un llamativo e impactante despliegue de luces, sonido, y efectos programados en la línea gráfica, que contribuyeron a darle realce a la producción montada por el empresario Luis Medrano, como artífice de todo el andamiaje.


Fuente  Emporio  Luis Medrano

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *