En sus 38 años de carrera la cantante Maridalia Hernández dice “Soy exigente al momento de escoger una canción”.

                                          

En sus 38 años de carrera, la cantante Maridalia Hernández siempre ha optado por ser bastante selectiva en la música que nutre su repertorio, así como en las acciones a tomar dentro de lo que representa su vida en sentido general.


Permanecer en el mundo artístico no le ha sido fácil, porque entiende que no siempre se puede complacer a todo el que quiere “algo de Maridalia donde su espíritu no se sienta identificado”.
“Cuando eso sucede, yo entiendo que el arte merma mucho, porque el artista, sobre todo, debe ser honesto, creer en lo que hace; más que sentirlo, creer”, puntualizó durante una conversación que tuvo con la comunicadora Altagracia Salazar en el programa “Enfoque Matinal”, que se difunde por CDN, canal 37.

En ese sentido, Hernández dijo que tratar de establecer ciertos parámetros básicos de calidad y excelencia a veces eso es visto, no como selectividad, sino, como haraganería, porque son decisiones que no necesariamente “van con el rebaño, con lo que se quiere, y entonces uno va contra la corriente”.

A juicio de la intérprete de “Te ofrezco”, la selectividad empieza por ser honesto con sí mismo, en término de lo que se quiere proponer como canción, repertorio, acompañamiento, de lo que se quiere transmitir al público, lo que se proyecta, “ no siempre puede uno complacer”.

Maridalia Hernández Morel, nombre completo de la cantante que también hizo vida artística en la agrupación 440 del cantautor Juan Luis Guerra, agradeció a la vida, al público y al país que le hayan permitido tener una carrera “con bastante dignidad en términos personales y profesionales”, de la que ha vivido dignamente.

En estos tiempos en que la música tropical bailable ha ganado terreno, la cantante atribuye su permanencia en el gusto popular a que en los años 80 bebió “agua limpia” y consolidó su nombre en el escenario. “No he tenido la necesidad de tener un tema pegado para poder comer y trabajar, yo soy una mujer de escenario”, puntualizó. Considera que la parte emotiva pesa más que la intelectual al momento de escribir o grabar una canción, debido a que el arte, y en especial la música, hace un “bypass (una ruta) directo al cerebro, y cuando se canta se realiza una conexión emotivamente con el público que muchas veces los lleva a actuar o a sumir el mensaje que se envía. “Soy muy exigente al momento de escoger una canción, cuando yo canto es porque esa canción me ha llegado al corazón”, subrayó.


Fuente  Externa .

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