Un «término gigante» para levantar millones de galones de agua fría
Berlín, que durante el invierno tiene una temperatura mínima de -2°C, con una de las más discursos urbanos urbanos de Europa Occidental. La columna vertebral de este sistema tiene sus diversos tipos de cogeneración (sus capacidades de generar electricidad y calorías en diferentes momentos) que funcionan, en general, con gas y carbón. El problema es que, por razones ambientales o geopolíticas, cada uno de estos temas es más complicado de usar.
En plena invasión rusa a Ucrania, el canciller alemán, Olaf Scholz, tomó la decisión de suspender indefinidamente la certificación Nord Stream 2, el producto de gas que pretende solucionar los problemas energéticos de Europa. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, por su parte, acordó demandar al ministro de gas del continente, lo que fue calificado como un «chantaje inaceptable» por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En este escenario, Europa se ha puesto a trabajar en diversas iniciativas para empezar a depender del gas ruso, aunque algunos están tomando nota del medio ambiente. Rusia ha reducido su participación en la cumbre de gas Nord Stream 1, lo que afecta a Alemania, Italia, Austria, República Checa y Eslovaquia. En el caso de que esta situación escale a un corte total de la cumbre, Berlín no podrá funcionar al 100% de su tasa de enfriamiento urbano.
Un rápido paso adelante para empezar a gastar gas ruso
Se dice que los antiguos centros de cogeneración estaban diseñados para consumir tanto carbono como gas según sea necesario y no mantiene la capacidad de retención de agua por mucho tiempo. La solución de Berlín es que ha creado una enorme cantidad de capacidad de agua para mantener la capacidad de agua con un consumo de energía reducido y, además, tenemos una combinación de energías renovables.
«Es un término enorme que deberíamos usar para resaltar la caloría cuando la necesitamos», dijo Tanja Wielgoss, directora de proyectos de Associated Press. Como podemos ver, estamos tomando una iniciativa con algunas características importantes: reducir la dependencia de la industria rusa del gas y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Explicar Vattenfall, empresa impulsora del proyecto, el nuevo acumulador de calor se está construyendo en el interior de la planta de cogeneración de Reuter Oeste, una instalación que debía funcionar en la década del 80 del hombre de carbono. Tiene 43 metros de diámetro, 45 metros de altura y la capacidad de medir y mantener uno temperatura alcanzó la ebullición 56 millones de litros de agua. ¿Y tú cómo te calmas? Con energía solar y eólica procedente de diferentes centrales eléctricas de Alemania, dentro y fuera de Berlín.
Durante los periodos en los que la producción de energía renovable supera la demanda, la instalación actúa como una batería gigante: al hacer fugas de electricidad, calienta calorías. El costo del proyecto es redondo. 50 millones de euros, y cuando esté finalizado los principios de 2023 se convertirá en el mayor de su tipo en Europa. Tendrá una potencia térmica de 200 MW y podrá mantener la regadera hasta 13 horas, lo que ayudará a mejorar los periodos con poco viento o sol. Es decir, Alemania no será el único país con este tipo de solución. Holanda Bajos también está trabajando en su enorme acumulador de calorías.
Imágenes | Cascada Alemania
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