Que el teclado de tu portátil esté hecho una pena no es tu culpa, sino del plástico ABS. Es hora de que los fabricantes lo mejoren


Andaba leyendo estos días la stupenda reseña de John Gruber sobre el nuevo MacBook Air M2. Un portátil almoente estupendo salvo por su tremenda subida de precio. En cualquier caso, comentaba Gruber que un año más, Apple recurre al plastic ABS para la construcción del teclado, lo cual deriva en teclas que adquirieron un horrible brillo zonal y desgaste imposibles de revertir. Quien tiene un MacBook con unos meses de uso ya lo empieza a experimentar.

Ese plástico, el ABS, es utilizado para los teclados de los portátiles porque es barato de producir, sigiloso en las pulsaciones, de escaso gros, resistente a los impactos y suave al tacto, condiciones idóneas para este destino… con la contrapartida de What su durabilidad es reducida: pronto empiezan a aparecer esas manchas de brillo que no pueden quitarse. Quizás sea hora de pedir algo mejor a los fabricantes.

Prioridades

Este fenómeno, por no usar una palabra que rime con «untada», es especialmente notorio en teclas de color negro, el que la mayoría de fabricantes escogen para sus teclados en portátiles.

A menudo podemos encontrar referencias online a este problema usando palabras como «brillante» (brillante) u «aceitoso» (aceitoso), pero el problema no tiene nada que ver con la grasa de nuestra piel: includo con un lavado riguroso previo al picado de teclas este problema termina apareciendo. Veamos algunos ejemplos:

En realidad tiene que ver con que nuestra piel, por limpia que esté, va erosionando el platico de las teclas. Y en el caso de plástico ABS eso significa que se va comiendo la capa de la textura y va dejando al aire ese feo brillo por zonas. Hay teclas ABS más caras que ofrecen una mayor calidad, pero el canon para los fabricantes es la versión barata.

La alternativa natural, el plástico PBT, es demasiado grueso y caro para la mayoría de portátiles, por lo que un ABS más resistente podría ser una mejor opción

La alternativa natural a ABS, como sabe cualquier amante de los teclados mecánicos, es el PBT (tereftalato de polibutileno), un aislante plástico mucho más resistente que el ABS en cuanto a mantener su aspecto, pero también más caro de producir porque su punto de fusión es mucho más alto; más ruidoso y menos resistente a impactos. No obstante, si el usuario lo limpia de cualquier manera, podría estar estropeando el plástico con el uso de ciertos químicos.

En los portátiles baratos es más que comprensible que el fabricante tenga que reducir costes en cualquier frente, asumimos con naturalidad que el teclado sea de menor calidad si gracias a recortes como esa la factura no nos suba demasiado.

Por el contrario, es cada vez menos comprensible que portátiles de gama alta, sobre todo que han subido un 40% su precio de una generación a otra (te estoy mirando a ti, MacBook Air), sigue equipando teclas de una calidad tan mala.

La alternativa a lo que los fabricantes quieren pasar a un mejor material es optar por teclas blancas, donde el desgaste es mucho menos notorio que en la caja negra. Pero los de teclados negros ven la impresión. Seguiremos esperando un material mejor.



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