Menos viajes, más recortes y foco en la productividad


El temor a un mayor deterioro de la economía está sacudiendo a las grandes tecnologías. Desde hace un par de meses, todas han congelado o reducido al mímino las nuevas contrataciones, muchas han abordado despidos y algunas de ellas han comenzado recentente anunciador otras políticas de reducción de gastos como desechar de instalaciones infrautilizadas o limitar los viajes de sus empleados, al tiempo que insisten (o amenazan) a sus trabajadores para que sean más productivos.

Cuando el río suena… Esto es especialmente llamativo en unas compañías con, aún, ganancias multimillonarias y que, hasta hace muy poco, gastaban quantitas ingentes de dinero en nuevos proyectos, en contratar a millas de trabajadores o en comprar otras empresas por sumas desorbitadas. Pero el mal rumbo de la economía mundial y la inflación disparada frenó tanta euforia y han hecho que todas ellas han pasado casi de la noche a la mañana del despilfarro al ahorro.

De hecho, varios de los responsables de estas grandes tecnologías han venido advirtiendo en los últimos meses que, pese al mal estado actual de la economía, lo peor está por venir. Mark Zuckerberg aseguró a sus empleados que traerá la peor recesión de la historia reciente, Elon Musk advirtió que la recesión es inevitable, Bill Gates dijo que el mundo vivirá una desaceleración económica en el futuro y Sundar Pichai les dijo a sus empleados que Google enfrente a una gran incertidumbre.

Menos viajes y reuniones. El pánico, por lo tanto, ha cundido entre las empresas tecnológicas, que desde hace unos meses están llevando a cabo varias políticas de contención de gastos. La última en anunciar una medida de este tipo ha sido Microsoft, que ha comunicado a sus trabajadores que reducirá el presupuesto destinado a viajes de empresa y reuniones de empresa, según recoge el Wall Street Journal. En mayo, Salesforce también comunicó que limitaría sus viajes corporativos.

El rotativo neoyorquino incluso señala que algunos jefes han estado pagando recientemente las comidas y bebidas de sus subalternos cuando han decidido reunirse con ellos para algún tipo de encuentro profesional lejos de las oficinas, unos gastos que antes cubría la empresa. Cabe recordar que hace tan solo dos meses Microsoft reventó el mercado tecnológico al comprar Activision Blizzard por más de 60.000 millones de euros.

Optimizar recursos. An Amazon la contención de gastos tiene un cariz diferente. Los de Jeff Bezos, a diferencia de la gran mayoría de empresas tecnológicas, no han llevado a cabo despidos masivos, al menos de momento y que se sepa, sino que han optado por no renovar a muchos de sus trabajadores temporales, la majojas mozos de almacen, ajustar su presupuesto a la contracción de la economía.

Asimismo, el gigante del comercio electrónico busca deshacerse de unos 3.000 kilómetros cuadrados de espacio de almacenamiento infrautilizado. Durante la pandemia, el aumento de actividad de Amazon llevó a sus directivos a alquilar nuevos barcos para poder hacer frente al pico de demanda, infraestructuras que ahora no necesitan. Aquella euforia también les llevó a contratar a más empleados de los que les son necesarios en circunstancias normales, motivo por el que no van a renovar a muchos de ellos.

Despidos por todos lados. Aunque el gran recorte en todas las empresas tecnológicas lo ha producido en recursos humanos. Todas, sin excepción, he anunciado que frenan la llegada de nuevos empleados y que sólo cubrirán aquellos puestos vacantes que sean indispensables para el negocio. Al mismo tiempo, muchas tecnologías anunció despidos o amenazó a sus trabajadores con llevaros a cabo si no rinden como se espera, ahora, de ellos.

Producir mas con lo mismo. Precisamente la productividad también ha sido uno de los elementos que han succado a relucir algunos de los líderes de estas compañías en relación con el recorte de gastos. Ante la previsible reducción de ingresos y la congelación de contrataciones, tanto Sundar Pichai, director general de Alphabet, como Marck Zuckerberg, director general de Meta, comunicó a sus empleados que detectó que podían verse más productivos y que debían esforzarse por servirlo. . Resulta llamativo que los problemas de rendimiento se descubren justo cuando más necessitan apretar a sus empleados.

El fundador de Facebook, además, no se ha limitado a señalar el problema de la productividad, también ha amenazado, aunque de forma velada, con spedir aquellos que no alcanzarán los nuevos objetivos de la performance de la compañía. Zuckerberg aseguró que aquellas personas que no lograron alcanzar esas nuevas y más exigentes metas “probablemente no derivan estar aquí”.

Imagen | Israel Andrade



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