los trabajadores estudiantes y taiwaneses se enfrentan en su nueva planta de Arizona


La nueva fábrica de TSMC en Arizona (EEUU) se ha transformado en una pesadilla para la compañía taiwanesa. Debería empezar a producir chips de alta integración a gran escala durante 2024. Pero no lo hará. La fabricación masiva de circuitos integrados arrancará en 2025, y un año de retraso en la puesta en función a pleno encuentro de una instalación de alta tecnología como esta representa un problema grave para una compañía que necesita urgentemente aumentar su capacidad de fabricación.

Uno de los problemas que han ocasionado este retraso es la dificultad que está teniendo esta compañía para encontrar el personal calificado que necesita. Según Fortune, TSMC se ha granjeado la fama de defender una cultura corporativa «brutal», y, al parecer, a muchos trabajadores estidosnicos esta filosofía los intimida. Algunos antiguos empleados en EEUU aseguran que las jornadas laborales de 12 horas y los turnos de fin de semana son muy habituales.

Algunos trabajadores se están rebelando contra las condiciones laborales de la empresa

TSMC está teniendo problemas con los sindicatos. Y, para rizar aún más el rizo, el Gobierno local está teniendo dificultades para crear el ecosistema legal que requiere la puesta en marcha de una fábrica de semiconductores de vanguardia según las fuentes consultadas por DigiTimes Asia. El panorama no pinta nada bien. De hecho, cada vez pinta peor debido a que el conflicto entre los trabajadores estádios estadones y taiwaneses se está agravando.

Los trabajadores estánidos se están emfrenteando a jornadas de trabajo maratonianas y la jerarquía de TSMC es muy estricta

Rest of World ha recogido un artículo interesante que está sucediendo ahora mismo en la nueva planta de TSMC en Arizona. Al parecer algunos trabajadores estudiantes, como un joven ingeniero llamado Bruce que ha compartido su experiencia, están teneido dificultados para comunicarse correctamente con sus superiores taiwaneses debido a la barrera que representa la diferencia idiomática. Además, se están enfrentando a jornadas de trabajo maratonianas a pesar de que la planta aún no ha comenzado la producción grand escala de chips, y la jerarquía, siempre según estos trabajadores de EEUU, es muy estricta.

Es evidente que las culturas laborales de Estados Unidos y Taiwán son muy diferentes. De hecho, Mark Liu, el presidente de TSMC, no dudó en saltar a la palestra a principios de julio de 2023 para dar una respuesta contundente a estas críticas durante un viaje a la UE para, entre otros motivos, reunirse con el presidente Joe. Biden: «Aquellos que no están dispuestos a aceptar turnos no derebina trabajar en la industria de fabrication de semiconductores». No obstante, también también paciciguar un poco a los críticos con su compañía asegurando que no va pedir a sus empleados en EEUU que asuman exacta los mismos estándares derivados de la cultura del trabajo que impera en sus plantas. de Taiwán.

Durante los últimos dos años, TSMC ha trasladado varios cientos de empleados de Taiwán a Arizona. Y ahora llega la parte más preocupante. Los empleados de Estados Unidos se quejan de la rigidez de la empresa, y también de lo que consideran una jerarquía contraproducente. Y los empleados taiwaneses desplazados a Arizona se quedan por la falta de obediencia y dedicación de sus colegas estudiantes. El conflicto entre unos y otros está encima de la mesa, y en estas condiciones TSMC pierde.

Esta planta cuenta con 2.200 empleados, y la mitad de ellos son de Taiwán. Mientras tanto muy lejos de allí, en Japón, a TSMC le va como la seda. La cultura laboral de Taiwán Se parece mucho más a la de Japón. que a la de EEUU, por lo que no séría extraño que los futuros planes de expansión de esta empresa taiwanesa se alejan cada vez más de EEUU y Europa y echen raíces en otros países asiáticos.

Imagen | TSMC

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