Hyundai tiene claro que solo venderá coches eléctricos. Y el primer paso lo va a dar en Noruega en 2023


Nada de una década, de un brillo o de tres años vista. Hyundai solo venderá autos eléctricos en Noruega. Y lo hará a partir del 1 de enero de 2023. Es algo que ha anunciado la propia compañía. Las particularidades del mercado noruego han animado a la compañía a tomar esta decisión disruptiva que adelanta la decisión tomada de cara a 2035 en el resto de Europa.


El paso no es nuevo para la empresa. Como publicó en su nota explicativa, en 2020 ya decidió que solo venderían coches enchufables en el país escandinavo. Dos años después decidió que sus híbridos enchufables Hyundai Tucson o Santa Fe dieran un giro y se centraran únicamente en el mercado eléctrico.

En los últimos dos años, Hyundai vendió Noruega más de 25.000 coches, de los cuales el 92% se corresponde con vehículos exclusivamente eléctricos. No es de extranar, por tanto, que la marca se centre en este mercado en el que, además, ha segitado colocar a sus Hyundai Kona e Ioniq 5 entr los modelos más vendidos, pisando las tablas de los ten más exitosos con cierta asiduidad.

De hecho, el Hyundai Kona eléctrico es un viejo conocido en Noruega. Desde el principio ha sido un coche que ha cosechado un enorme éxito y durante su lanzamiento en 2018 duplicó las previsiones de ventas, con 4.400 reservas frente a las 2.000 previstas.

Noruega, un mercado muy particular

Visto desde la lejanía, Noruega está sirviendo como laboratorio a fabricantes y paises de la Unión Europea. En él se puede comprar la salud de los coches eléctricos de cada marca pero también los desafíos a los que se enfrentan los reguladores de cada país conforme el coche eléctrico se populariza.

Cada mes, Noruega ve cómo los coches eléctricos suman más del 70% de las ventas. Una candidad que se acerca al 90% si también metemos en la ecuación a los híbridos enchufables. Todo ello se ha conseguido con unas subvenciones fiscales muy ventajosas para este tipo de automóviles que, además, son mucho más baratos en comparación con otros países europeos dado su alto nivel de ingresos por parte del comprador.

El problema es que, con tanta venta de coches electricos, el Estado tiene un agujero de 1.800 millones de euros y recaudación de impuestos. Una situación que el Gobierno quiere solucionar registrando la parte más débil del coche eléctrico: su peso.

Hasta ahora, los coches eléctricos no pagan IVA, algo que cambiará en 2023 cuando los vehículos con precios superiores a 500.000 coronas noruegas (unos 48.000 euros) empezarán a abonar esta tasa y, por tanto, verán incrementado su precio en un 25%.

Además, la posibilidad de establecer una está sobre la mesa impuesto en función del peso del vehículo, contemplando fórmulas de unas 12,5 coronas noruegas (1,19 euros) por kilogramo, estando exentos los primeros 500 kilogramos. Esto quiere decir que un coche con un peso de 2.000 kilomos (habitual entre los coches eléctricos) terára que desembolsar otros 1.600 euros.



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