Haremos un cover de «sembrando nubes» para pelear la secuela. Ahora sabemos que servimos para el mayor bien

Si es así, además de los preciados bailes y las cevas de caballos por Santa Clara, es claro que la humanidad vive lo suficiente como para cambiar el clima. Estamos de acuerdo con usted cuando le preguntamos. Y con ese día por hacer cuando lo consigamos. Ahora que esta aspiración, tan antigua como el humanismo, tiene un nuevo aliado: la secuela. En las últimas décadas, el fracaso de las canciones de cuna ha tenido muchos matices históricos, problema que pasará a los alcaldes.

Con este fondo de algunos territorios financiados por la «nube de nubes». Suuna futurista, según la técnica recuerda a los mediadores del pasado náutico y disponemos de suficientes fechas para valorar su efecto con perspectiva. La pregunta es, con todo este bagaje acumulado: ¿Funciona o no?

Sembrar los cielos para generar precipitaciones. La nube de nubes consiste en liberar partículas de yodo de la placa y otros aerosoles en nubes que completan rasgos característicos con un claro objetivo: provocar lluvia o nieve. Una La conversación El profesor William R. Cotton detalla que el sistema opera con diversas variantes que se diferencian, básicamente, por el tipo de nube: si está sobreen-libre o es sólida y requiere materiales higroscópicos, capacidades para absorber la humedad. En el momento del actuario, los peritos pueden montarse con aviones, desde tierra o inclusive cohesivos.

Aunque algunos científicos han teorizado antes sobre los cristales de cristal, los orígenes del sistema se recuerdan en los años 40 de Sail XX y las investigaciones de Vince Schaefer, de General Electric. Tras sus pruebas en el laboratorio, en 1946 Schaefer roció heelo seco triturado sober nubes con stratos sober enfriados. El proyecto no retrasa el interés de la UE EEU.

Sobre el mes desde décadas. La promesa de aumentar los casos de precipitaciones en el mapa, cuando sea más necesario, captó en su momento los intereses de los gobernantes. Y lo sigue haciendo un día de hoy. En Emiratos Árabes Unidos (EAU) recrean flotas de drones para nublar nubes y generar señuelos artificiales en China que recorrerá 5,5 millones de kilómetros cuadrados, menos del 60% de su territorio, con programas de este tipo para los medios de comunicación de la década.

Al otro lado del Atlántico, en la UE hay diferentes estados, como Idaho, Utah, Colorado o California, que han tenido operaciones similares para combatir la secuela. La misma estrategia se sigue en Occidente, mientras que la agencia NOAAA pronostica que el problema se agravará.

… También en España. El sistema no se utiliza exclusivamente en las regiones desérticas de Oriente Medio, América o Asia. En España también experimentamos con técnicas de modificación del tiempo. En la Comunidad de Madrid o Aragón, por ejemplo, desde tiempos inmemoriales se ha perseguido una filosofía con un objetivo: evitar las granadas que pueden destruir los cultivos. Hace cuatro décadas, entre 1979 y 1981, Valladolid puso en marcha un proyecto con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para intensificar las precipitaciones.

Ni simple, ni magia. Con la experiencia de que hay pruebas de navegación a mitad de semana, los expertos aconsejan: la nube de nubes no es una solución sencilla ni mágica. «No es tan simple como promete que no sea tan prometedor como la gente del mundo», aconsejó el profesor Cotton: «Los porcentajes son pequeños y es difícil saber dónde fluirá naturalmente el río o la cayena y cuándo fluirá». se descarga en verano».

Alentadores, sí; pero lejos todavia de las expectativas. Cotton fue más allá y reconoció que, aunque había desarrollado experimentos «alentadores», no había fijado «el nivel de importancia» que tenían Schaefer y sus compañeros desde hacía décadas. “La mayoría de los estudios destinados a evaluar los efectos del ciclo acumulativo han mostrado poco o ningún efecto sobre los incrementos de las precipitaciones”, explica el experto.

El profesor emérito de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) da algunos datos para la reflexión. Por ejemplo, la falta de números que arrojan los estudios que pretenden mediar cuvia o nie es factible en la nube de nubes. En un experimento australiano, según los informes, incluyó que las nevadas aumentaron en un 14%. Otra investigación centrada en las montañas de Wyoming de 2014 muestra que la región estuvo adecuadamente cubierta durante la parte nublada del año, así como una caída de nieve del 1,5 %.

No hay gusanos mágicos ni fracturas giratorias.. ¿Significa que la nube de nubes no sirve para nada? Absolutamente. En su artículo, la propuesta de Cotton detalla los resultados y cita un estudio de 2020 en el que se encontró que apenas 20 minutos después del verano se registró un récord que equivale a la parte decimal de un milímetro de nieve en una hora o más. La clave, como suele indicarse, es que no se puede “promover” como se pensó en su día, ni siquiera años.

Ha habido estudios que concluyen de forma indirecta que la nube de nubes es efectiva, bien coincidida con que está trabajando duro. «Funciona. Sabemos de experimentos en laboratorio. También tenemos suficiente evidencia de cómo funciona en la naturaleza. Y el autor del estudio SNOWIE, que pretende mostrar con precisión, sin ambigüedades, que la siembra puede ayudar en el incremento de las nevadas

Un momento clave para resolver dudas. “En términos de investigación, este es un momento realmente emocionante para la nube de nubes”, coincide Sarah Tessendorf, entre los autores de SNOWIE, estudio que, teniendo sus conclusiones, presenta deficiencias, por lo que no abarcaremos todos los contextos, cuyos resultados para un territorio no se puede extrapolar o que durante sus ensayos siempre se observará un aumento de nevadas después de los ciclos de siembra.

Su campo de estudio es beneficioso en todo caso de avances en otras áreas del conocimiento. La doctora Linda Zou, profesora de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Khalifa, explicó su trabajo Revisión de la tecnología IMT como está aprobando los avances en la era de la nanotecnología y la nanociencia para crear materiales que garanticen que la condensación de vapor se produzca de manera «efectiva y maximice la precipitación».

No es (el uno) responde a la secuela. Lo que parece claro es que la nube de nubes no será nuestro único recurso en la luz frente a la secuela. “Es una herramienta más en la caja”, explica a la revista Mikel Eytel, especialista en recursos hídricos del Distrito del Río Colorado. Yale Medio Ambiente 360: «No es una panacea que algunas personas creen que son».

Hay otras artesanías que recomiendo todo el tiempo para la modificación artificial del tiempo. Por ejemplo, como recordamos al mismo medio de Yale, durante una secuencia prolongada es probable que los expertos se deshagan de nuestros sospechosos tormentos «siembra». Incluso cuando hay, las empresas especializadas calculan que el aumento de precipitaciones es del 10% en zonas concretas.

Costes razonables y con la plena confianza. A su favor, la siembra tiene algunos factores relevantes. Quizas lo más importante es que ha gozado de la confianza de buen número de tierras e instituciones. Siguiendo las fechas que maniobra la OMM, en 2017 tienen en el mercado más de 50 terrenos con programas de cambio climático, iniciativas que buscan inducir el aumento de las lluvias y no paliar los efectos del granito en los cultivares. Solo la NOAA ha recibido la mayor parte de los últimos 20 años de propuestas que suman hasta 800 informantes.

Otro de sus puntos principales es que, aunque obviamente los programas de nubes requieren fondos, sus costos son relativamente bajos si se comparan con los resultados. Incluido, registrado por Yale, en caso de que la información exacerbe el efecto de las campañas. Al mismo tiempo, este baluarte incluirá la mayor parte del trabajo que está realizando la doctora Linda Zou, de la Universidad de Khalifa, que busca «escalar la producción y reducir los costes».

Menos impacto en el medio y… en el momento justo. Además de ser económicamente razonable, el cinturón de tampones tendrá un impacto judicial significativo. La proposición de Cotton reconoce que, si se puede crear habitualmente, «los efectos negativos parecen ser menores»: no es raro que utilicemos herramientas extremadamente sensibles para detectar su presencia».

Aunque hay que buscar caminos a seguir, el rector tiene que esperar hasta el domingo para idear otra estrategia que combata la secuela y que el problema puede haber estado en la agenda pública. El motivo: una realidad que apela cada vez. La información presentada en 2021 por el Ministerio de Transición Ecológica sobre el impacto del cambio climático muestra que la magnitud de la segunda mitad de la Vela XX ha detectado una reducción de entre el 10 y el 20% de los recursos sanitarios disponibles y más de 75. % del territorio español en riesgo de desertificación.

Imágenes | Lisanto 李奕良 (Unsplash), Ferdinand Stöhr (Unsplash) y Wikimedia