Fitbit Charge 5, análisis: la pulsera más potente de Fitbit hasta la fecha mide hasta el estrés sin sacrificar autonomía

Aunque los dispositivos que más llaman la atención de Fitbit son los Fitbit Sense y Versa 3, lo cierto es que los wearables más populares de la compañía (ahora propiedad de Google) son las Fitbit Charge. En términos generales, las Fitbit Charge son de las pulseras más avanzadas del mercado y la Fitbit Charge 5, que es la que hoy nos ocupa, ha sido la última en llegar.

Lo ha hecho cargadita de tecnología. Ha mejorado algunas cosas con respecto a la generación anterior y, de paso, ha añadido novedades interesantes que ya conocemos de otros dispositivos de Fitbit, como el escáner EDA. En Xataka ya hemos probado la Fitbit Charge 5 para traeros este, su análisis, así que sin más dilación, vamos con él.


Ficha técnica de la Fitbit Charge 5

FITBIT CHARGE 5

DIMENSIONES Y PESO

37 x 23 x 11,2 mm
15 gramos

PANTALLA

AMOLED de 1,04 pulgadas a color
Gorilla Glass 3
Always On

SENSORES

Acelerómetro de tres ejes
GPS+GLONASS
Frecuencia cardíaca
SpO2
Sensor de temperatura del dispositivo
Sensor de luz ambiental
ECG
Escáner EDA

BATERÍA

Hasta 7 días
Carga en dos horas

CONECTIVIDAD

Bluetooth
NFC

RESISTENCIA

Resistente al agua hasta 50 metros
Temperatura de funcionamiento: de -10 a 45 °C
Altitud máxima de funcionamiento: 8535 metros

COMPATIBILIDAD

iOS 12.2 o superior
Android 8.0 o superior

OTROS

2x correas
Fitbit Pay

PRECIO

179,95 euros

Fitbit Charge 5 Pulsera de actividad con 6 meses de servicio Premium incluidos, hasta 7 días de batería y función, Nivel de recuperación diario

Fitbit Charge 5 Pulsera de actividad con 6 meses de servicio Premium incluidos, hasta 7 días de batería y función, Nivel de recuperación diario

Diseño: un salto importante

Fitbit Charge 5 5

Como siempre, empezamos hablando del diseño. Para su nueva Fitbit Charge 5, Fitbit ha abandonado el plástico y ha apostado por una cápsula de aluminio anodizado y acero inoxidable. El salto en calidad de los materiales se aprecia a simple vista y al tacto, algo que se agradece si tenemos en cuenta que la pulsera se queda a 20 euros de costar 200 euros.

A diferencia de otras pulseras de la compañía, como la Fitbit Luxe, la Fitbit Charge 5 es enorme. De hecho, es la pulsera más grande que Fitbit ha hecho hasta la fecha. La cápsula es ancha, algo que debemos tener en cuenta si nuestra muñeca es pequeña. Es una pulsera grande y se siente como tal.

A pesar de ser una pulsera grande, es realmente cómoda

Sin embargo, es sorprendentemente cómoda. Pesa unos 15 gramos, algo más que la Mi Smart Band 6, pero es ligeramente más delgada (unos tres milímetros). En pocas palabras, es de esas pulseras que, a pesar de ser grandes, no molestan lo más mínimo en el día a día. De hecho, sorprende que sea tan ligera si tenemos en cuenta todos los sensores que hay dentro, pero de eso hablaremos luego.

Fitbit Charge 5 3

En la parte superior tenemos la pantalla, que está ligeramente curvada y que abordaremos en profundidad en el siguiente apartado. En los laterales tenemos dos pletinas metálicas que no son decorativas, sino que son los sensores del escáner EDA, una de las grandes implementaciones de la Fitbit Charge 5.

En la parte inferior tenemos el sensor óptico de pulso cardíaco con su LED verde, el sensor Spo2 (que solo funciona durante el sueño) y los pines de carga que tendremos que encajar en la base para recargar la batería del dispositivo. Todo muy sencillo, como podemos comprobar.

Fitbit Charge 5 2

Lo que el dispositivo no tiene es ni micrófono ni altavoz, por lo que no es posible responder llamadas desde la muñeca o invocar a un asistente de voz. En ese sentido, los relojes de Fitbit son algo más completos. Lo que sí podemos hacer es responder notificaciones con mensajes predeterminados, pero no nos adelantemos.

En lo referente a la correa, la Fitbit Charge 5 incluye dos correas de diferentes tamaños. La pequeña es para muñecas de 130-170 milímetros de diámetro y la grande para muñecas de 170-210 milímetros. Mi recomendación es que probéis las dos y elijáis la que os permite llevar la pulsera bien ajustada, pero sin que quede apretada.

Fitbit Charge 5 4

La correa está hecha de silicona y su tacto es muy agradable, de las mejores correas que hemos probado en un dispositivo Fitbit. El cierre es de aluminio y muy resistente. Nunca se nos ha abierto sola ni nada por el estilo, así que sin problema. El cierre es propietario y, por lo tanto, no podremos usar cualquier correa. De hecho, no podemos usar ni las correas de la Fitbit Charge 4 o Charge 3.

Pantalla: a color, por fin

Fitbit Charge 5 1

Cuando sacamos la Fitbit Charge 4 de su caja y nos pusimos a usarla nos sorprendió que, en pleno 2020, la pulsera cuantificadora más avanzada de Fitbit tuviera una pantalla monocromo con tan poca resolución. Fue uno de los aspectos que menos nos gustó y, afortunadamente, Fitbit ha tomado cartas en el asunto.

La Fitbit Charge 5 tiene, por fin, una pantalla AMOLED a color y con una resolución decente. Es bastante más grande que la de la Fitbit Charge 4, pero la compañía todavía tiene pendiente aprovechar un poquito mejor los marcos, al menos los inferior y superior, ya que en los laterales se ha tenido que dejar espacio para los sensores del escáner EDA.

Fitbit Charge 5 11

La pantalla se ve perfectamente a plena luz del día. Tiene un nivel de brillo suficientemente alto para que no haya ningún problema incluso en días más soleados de la cuenta (algo que ahora en otoño escasea, todo sea dicho). La pulsera nos permite elegir entre tres niveles de brillo, siendo el óptimo el intermedio.

El panel responde bien a nuestros gestos, aunque lo cierto es que he echado de menos el botón lateral de la Fitbit Charge 4 en alguna ocasión. Al no tener botón, todas las interacciones con la pulsera las hacemos mediante gestos. Esto puede ser algo incómodo en según que contexto, por ejemplo, para volver a la pantalla principal desde los ajustes o para despertar la pantalla sin hacer el gesto de mirar la hora, ya que ahora tenemos que darle dos toques a la pantalla.

Fitbit Charge 5 9

La resolución de la pantalla es suficiente para no apreciar píxeles de ningún tipo a simple vista, algo que en la generación anterior era más que evidente. Además, gracias al mayor tamaño de pantalla se pueden poner iconos y textos más grandes, por lo que es más cómodo navegar por los menú y seleccionar las aplicaciones.

Lo que no es tan cómodo es leer notificaciones. Es cierto que la pantalla es más grande, pero también es cierto que el tamaño del texto hace que sea tedioso leer mensajes más largos de la cuenta. No quiero decir que no sea posible, pero desde luego no es la mejor experiencia.

Leer mensajes más largos de la cuenta no es tan cómodo como cabría esperar

En cualquier caso, la pantalla de la Fitbit Charge 5 es una evolución importante con respecto a la generación anterior. Es más grande, se ve mejor, es a color, el gesto para despertar la pantalla con la muñeca funciona perfectamente y, en definitiva, es una mejor pantalla en todos los aspectos. Fitbit ha hecho un muy buen trabajo.

Carátulas

En cuanto a la personalización, desde la app de Fitbit podemos elegir entre 23 carátulas, cada una con su estilo y sus aplicaciones en pantalla. No es el catálogo más amplio del mundo, pero tampoco es que la pantalla de juego para hacer mucho más. A mí, personalmente, la que más me gusta es la que viene preinstalada.

Rendimiento: tan sencilla como potente

Fitbit Charge 5 6

Vista la pulsera por fuera, vamos a ver qué hay en su interior y cómo se comporta. Para ello, lo primero es hablar de la compatibilidad y de la suscripción. En ese sentido, primero cabe destacar que la Fitbit Charge 5 es compatible con iOS y Android y que se sincroniza con el móvil mediante la app Fitbit (disponible en Google Play y App Store). Si ya tenéis un dispositivo Fitbit, es la misma app. En el caso de Android, también es compatible con Fast Pair.

Por otro lado, la suscripción. Aunque la pulsera se puede usar sin ningún problema sin la suscripción, lo cierto es que gana enteros si somos usuarios de Fitbit Premium. Esta membresía nos permite acceder a informes más detallados, más información, ejercicios, etc. La pulsera incluye seis meses gratis de Fitbit Premium, así que podéis probarla sin problema y luego decidir si seguís con ella o no.

Para el caso, para que veamos la diferencia, hemos decidido poner capturas de pantalla de los informes con y sin Fitbit Premium. De esa forma podréis ver cuál es la diferencia entre tener o no tener la suscripción.

Fitbit Charge 5 13

Dicho lo cual, hablemos del rendimiento. La Fitbit Charge 5 nos ofrece una navegación fluida a través de los menús. Los tiempos de apertura de las apps son rápidos y, en pocas palabras, la experiencia es positiva. El sistema operativo es muy sencillo e intuitivo y nos permite llegar a cualquier rincón de la pulsera con u par de gestos.

El catálogo de aplicaciones es reducido, pero suficiente para explotar al máximo las funciones de la pulsera. No obstante, no es la pulsera más completa del mercado, hasta el punto de que por no tener, no tiene ni control musical. Esto es un poco absurdo. La Fitbit Charge 4 tenía hasta una app de Spotify y es increíble que este modelo, que es muy superior, no permita controlar la reproducción de música.

Fitbit Charge 5 20

Las aplicaciones que hay preinstaladas son casi todas las que son, aunque desde los ajustes podemos instalar alguna que otra más, como la de relajación, o desinstalar las que no usemos. Además, hay apps que no podemos usar manualmente, como la del SpO2, o que llegarán próximamente, como el electrocardiograma.

¿Qué apps tenemos? Alarmas, configuración, cronómetro, escáner EDA; ejercicio, frecuencia cardíaca alta/baja, notificaciones y SpO2. Eso es todo y es poco. Se echa en falta una app de control musical, una app de SpO2 que nos permita hacernos una prueba cuando queramos y, por pedir, un control remoto para la cámara del móvil, algo que tenemos en pulseras como la Xiaomi Mi Smart Band 6.

Notificaciones

En cuanto a las funciones inteligentes, la Fitbit Charge 5 nos permite recibir notificaciones del móvil en la muñeca, pero no responderlas. Eso solo es posible si tenemos la pulsera vinculada a un móvil Android, en cuyo caso sí es posible responder algunas notificaciones con mensajes rápidos predeterminados. Tampoco es posible responder llamadas.

Hablemos ahora de la salud. Empezamos con la monitorización de frecuencia cardíaca. La pulsera no nos permite elegir la frecuencia con la que mide esta métrica, pero esta nos parece bastante precisa. Es más, diría que es más precisa que en las anteriores pulseras de Fitbit. Es posible recibir notificaciones cuando la frecuencia sube o baja de cierto nivel y desde la app podemos ver cuánto tiempo hemos pasado en las zonas de ejercicio.

Frecuencia Cardiaca

Registro de frecuencia cardíaca.

Luego tenemos el sueño. La pulsera detecta perfectamente la hora a la que nos vamos a dormir y a la que nos despertamos. Además, y atendiendo a nuestro estado anímico, podemos concluir que los informes son precisos. Desde la app podemos ver el tiempo que hemos pasado en cada fase y la variación estimada del nivel de oxígeno en sangre.

Sueno

Registro del sueño.

Si queremos saber cómo ha variado la frecuencia cardíaca durante el sueño o la inquietud (el tiempo que pasamos dando vueltas en la cama y cómo afecta a nuestra puntuación) tendremos que pagar la suscripción a Fitbit Premium. Si lo hacemos, obtendremos la siguientes métricas.

Sueno Premium

Registro del sueño con Fitbit Premium.

La siguiente métrica es el estrés. Fitbit nos da una puntuación del cero a 100, siendo 100 nada de estrés y cero estar tirándose de los pelos. Para medirlo, la pulsera analiza la capacidad de respuesta del sistema nervioso autónomo (con la frecuencia cardíaca), el esfuerzo (según nuestra actividad diaria) y los patrones del sueño.

Estres

Registro del estrés.

Sin la suscripción obtenemos la puntuación y la capacidad para registrar cómo nos sentimos, pero con la suscripción podremos acceder a un desglose completo para ver cómo son nuestros parámetros y cómo afecta cada uno a la puntuación. Queda de la siguiente forma.

Estres Premium 2

Registro del estrés con Fitbit Premium.

Luego tenemos la respuesta física de nuestro cuerpo al estrés, una métrica que encontramos camuflada como mindfulness. Para ello usaremos el escáner EDA. Este, básicamente, es capaz de detectar las variaciones eléctricas en nuestra piel (a.k.a. actividad electrodermal) mientras hacemos una sesión de mindfulness de tres minutos. Para que funcione, tenemos que dejar los dedos sobre los sensores de los laterales de la pulsera todo el rato.

Eda

Registro del escáner EDA.

Sin la suscripción podremos ver cómo ha variado nuestra frecuencia cardíaca durante la sesión y la puntuación, pero con la suscripción podremos acceder a sesiones guiadas de respiración, a vídeos de relajación, etc.

Estres Premium

Control del estrés con Fitbit Premium.

Finalmente, desde la app podemos acceder a un desglose de más métricas, como la frecuencia respiratoria, la variabilidad del ritmo cardíaco, la temperatura cutánea, la saturación de oxígeno en sangre (durante el sueño) y el ritmo cardíaco en reposo.

Salud

Métricas de salud.

Con la suscripción podremos acceder a los intervalos personales y a las tendencias de los últimos 30 días. En la captura superior podéis ver los informes sin la membresía y en la inferior, los mismos informes pero con la suscripción activada.

Salud Premium

Métricas de salud con Fitbit Premium.

Una función que también debería llegar próximamente es Daily Readyness. Esta usa los niveles de actividad, la variabilidad de la frecuencia cardíaca y los patrones de sueño para indicarnos si estamos lo suficientemente descansados. Si lo estamos la app nos recomendará ejercicios y si no lo estamos la app nos mostrará ejercicios de relajación. Estará disponible para usuarios Premium más adelante, pero no la hemos podido probar durante el análisis.

Finalmente, no me gustaría acabar este apartado sin hacer un apunte. Por más precisa que sea una pulsera, ningún wearable es un dispositivo médico. Las métricas son siempre estrictamente orientativas, por lo que ante la duda de si puede haber o no un problema, lo mejor es acudir a un médico.

Hacer deporte con la Fitbit Charge 5

Fitbit Charge 5 7

Como todos los dispositivos de Fitbit, la Fitbit Charge 5 también quiere acompañarnos durante nuestras sesiones deportivas. La pulsera es capaz de monitorizar hasta 20 modos deportivos de los cuales solo podemos llevar seis instalados en la pulsera. No son muchos y es una pena que solo podamos llevar seis instalados, pero seguramente sean más que suficientes. Son los siguientes:

Correr, ciclismo, natación, carrera en cinta, pesas, entrenamiento a intervalos, entrenamiento, tenis, caminar, entrenamiento al aire libre, spinning, bootcamp, golf, elíptica, circuito de entrenamiento, artes marciales, senderismo, kickboxing, máquina de escaleras, pilates y yoga.

La pulsera tiene detección automática de ejercicio y funciona realmente bien. De hecho, basta con salir a dar un paseo a buen ritmo para que la pulsera detecte que nos hemos puesto a andar y genere un informe en la app. No obstante, también podemos iniciar la monitorización manualmente desde la propia pulsera.

Deporte

Registro de una sesión de caminata.

Los informes generados por la app son relativamente completos (no los que más, pero suficiente para un deportista amateur). Además, gracias al chip GPS integrado podremos seguir la ruta que hemos hecho. La precisión es buena, pero ojo, que tiene trampa. La pulsera permite que usemos el chip de la pulsera, el del móvil o mixto. Si queréis los mejores resultados y no os importa llevar el móvil encima, usad el mixto.

Conviene recordar que usar mucho el GPS conlleva un mayor consumo de batería

Durante nuestras sesiones de prueba hemos apreciado una buena precisión. El sensor óptico mide correctamente la frecuencia cardíaca y el GPS, aunque no es perfecto, se comporta. Eso sí, tened en cuenta que usar mucho el GPS reduce significativamente la batería.

Algo interesante son los minutos en zona activa, una métrica personalizada según nuestra frecuencia cardíaca y edad. Gracias a ella, podemos saber cuánto tiempo hemos pasado quemando grasas, haciendo cardio y bajo las zonas. La idea es que usemos esta métrica para optimizar nuestras sesiones de ejercicio y sepamos, de un solo vistazo, si tenemos que apretar un poco más o podemos relajarnos.

Batería: una semana de autonomía

Fitbit Charge 5 18

La Fitbit Charge 5 tiene una batería de ion litio de capacidad no determinada, pero con la que Fitbit promete conseguir hasta siete días de autonomía. Tras haberla probado durante este tiempo, podemos concluir que Fitbit es fiel a su palabra. Haciendo un uso normal de la pulsera, con todos los sensores activados y haciendo alguna que otra sesión de deporte, llegar a la semana es posible sin problema.

En cualquier caso, es algo que dependerá mucho de qué tipo de usuario seamos. No es lo mismo un runner ocasional que use la pulsera para llevar la cuenta de sus pulsaciones que alguien que suela hacer rutas de varias horas con el GPS activado. La autonomía final dependerá de cómo usemos la pulsera, de si usamos mucho el GPS y el sensor SpO2, etc.

En cuanto a la carga, se lleva a cabo mediante una base con pines POGO. Esta base es compatible con otras pulseras, como la Fitbit Luxe, y la carga se completa en alrededor de dos horas. No es la carga más rápida del mundo, pero se compensa con una buena autonomía.

Fitbit Charge 5, la opinión de Xataka

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La Fitbit Charge 5 es una pulsera que nos ha gustado mucho, pero que sigue teniendo margen de mejora. Es cómoda, es bonita, la pantalla ha mejorado muchísimo y su potencia en términos de monitorización de la salud es buena. Echo en falta el botón de la Fitbit Charge 4, pero al final es una cuestión de costumbre. Si sois deportistas amateurs y queréis tener un registro preciso de vuestro estado, es una pulsera recomendable.

El problema es que tiene carencias, como el reproductor de música, y que requiere de la suscripción para conocer mejor todos nuestros parámetros de salud. Es cierto que la pulsera incluye seis meses de membresía, pero dependerá de cada usuario decidir si merece la pena o no pagar los 8,99 euros mensuales (o 79,99 euros anuales) por tener un desglose más completo de nuestras métricas.

No es un dispositivo barato, pero es cierto que ofrece una precisión propia de su gama. No obstante, todo sea dicho: por ese precio (o un poquito más) hay relojes inteligentes como el Amazfit GTR 3 Pro que son igualmente solventes y más versátiles en todos los sentidos. A mí, personalmente, la Fitbit Charge 5 es una pulsera que me ha gustado, pero decidir si merece o no la pena es algo que dependerá de las prioridades de cada uno.

8,3

Diseño8,5
Pantalla8,5
Software8
Autonomía8,5
Interfaz8

A favor

  • El salto a la pantalla AMOLED se agradece.
  • A pesar de ser grande, es cómoda.
  • Las mediciones son precisas.

En contra

  • Para exprimirla al máximo es necesaria una suscripción.
  • No permite controlar la reproducción de música.
  • Varias funciones interesantes, como el ECG, no están disponibles de lanzamiento.

Fitbit Charge 5 Pulsera de actividad con 6 meses de servicio Premium incluidos, hasta 7 días de batería y función, Nivel de recuperación diario

Fitbit Charge 5 Pulsera de actividad con 6 meses de servicio Premium incluidos, hasta 7 días de batería y función, Nivel de recuperación diario

La pulsera ha sido cedida para la prueba por parte de Fitbit. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas


La noticia

Fitbit Charge 5, análisis: la pulsera más potente de Fitbit hasta la fecha mide hasta el estrés sin sacrificar autonomía

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Jose García

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