De las alcahuetas a los streamings de Ibai Llanos y vídeos en TikTok: así hemos resuelto el «mal de amores» a lo largo de la historia

El mal de amores: ¿Quién no lo ha sufrido?. A no ser que seas frío y cerebral como un vulcaniano, seguro que alguna vez has tenido cuitas amorosas. No es de extrañar pues que los consultorios amorosos (y/o sexuales) hayan sido siempre un tremendo éxito. En las siguientes líneas hablaremos desde Elena Francis hasta recientes estrellas de TikTok o Twitch pasando por la doctora Ochoa o míticas revistas para adolescentes. Tus problemas amorosos no los resolveremos pero seguro que echas un buen rato.

Buscando consejo: de La Celestina al «Doctor Amor» Unamuno

El joven Calisto penetra en el huerto de la lozana Melibea persiguiendo a su halcón e inmediatamente queda prendado de su hermosura. Sin embargo no es correspondido y decide recurrir a una alcahueta famosa de la zona llamada Celestina (nombre propio que terminó convirtiéndose en sinónimo de la «profesión») para que mediante sus consejos, pócimas y ardides le ayude a conquistar el corazón de la moza.

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Así eran las cosas en tiempos pretéritos y así quedaba reflejado en la literatura, en obras como la mencionada ‘Tragicomedia de Calisto y Melibea’ (aka ‘La Celestina’) de Fernando de Rojas o en ‘El libro del buen amor’ del Arcipreste de Hita (con otro personaje mítico como Urraca la Trotaconventos) y en multitud de obras clásicas de autores como Plauto.

Con el tiempo el servicio postal fue mejorando y afianzándose y la gente ya no tenía que buscar a alcahuetas de métodos dudosos para resolver sus problemas amorosos sino que podían obtener consejo epistolar de expertos en la materia… como Miguel de Unamuno. Sí, ese Miguel de Unamuno.

El intelectual vasco mantuvo correspondencia postal con unas 600 mujeres (algunas anónimas, otras reconocidas como Clara Campoamor o Emilia Pardo Bazán) a lo largo de su vida. En ellas, descubiertas recientemente y disponibles algunas de ellas en su Casa Museo en Salamanca, Unamuno da consejos sobre feminismo, escritura e incluso temas sentimentales y de convivencia.

Si Unamuno viviera hoy tendría el Whatsapp repleto de archivos de audio, modo de comunicación favorito de millennials y zetas. Sin embargo no todos los de su época tendrían posibilidad de cartearse con un intelectual famoso pero, por suerte, para las primeras décadas del siglo XX la prensa diaria y semanal ya estaba plenamente instaurada y añadiendo permanentemente nuevas secciones.

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Y una de esas secciones que empezaron a proliferar en aquella época fue la del consultorio sentimental. Especialmente popular fue el de la revista Crónica, que llevaba por nombre Estafeta Cordial.

En dicha Estafeta Cordial una tal Eva se encargaba de responder las preguntas sentimentales de los lectores y lectoras de Crónica, la mayoría con descacharrantes pseudónimos, con mucho refuerzo positivo y algo de sorna. Maridos infieles, intereses románticos en teoría inalcanzables, problemas de convivencia… Eva siempre tenía la respuesta adecuada y pronto se convirtió en una de las secciones estrella de la revista.

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En la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España puedes encontrar múltiples ejemplares de esta Estafeta Cordial para tu deleite y jolgorio.

La España de las Elenas: del conservadurismo de Francis al liberalismo de Ochoa

Durante los primeros años del Franquismo el consumo de radio aumentó considerablemente en España. El invento retransmisor de ondas de radio de Marconi se convirtió en la opción predilecta de toda una generación de españoles para entretenerse, informarse y, en definitiva, tener compañía en aquella época en «blanco y negro».

Había programas de todo tipo y entre los más exitosos estaba el ‘Consultorio de Elena Francis’. Creado en 1947 y emitido originalmente por Radio Barcelona (y posteriormente por Radio Intercontinental), detrás de la ficticia Elena Francis estaba la Sección Femenina, la rama femenina (valga la redundancia) de la Falange, y tenía como objetivo primigenio el mantener a la mujer en un lugar secundario y preservar el status quo franquista.

Si en la carta (muchas veces reales, otras guionizadas) la mujer decía que su marido le era infiel, Elena respondía que tenía que perdonarle, que «los hombres son infieles por naturaleza». Si la misiva por contra hablaba de que el marido la golpeaba, la Francis contestaba con un típico «algo habrás hecho, querida». Poco a poco fue evolucionando desde sus inicios pero siempre manteniendo un tono conservador hasta que en 1984, ya bien entrada la era democrática, el programa fue cancelado por bajas audiencias.

Tan sólo seis años después, en 1990, llegaría al ente público, a La Primera de Televisión Española, ‘Hablemos de sexo’. Un espacio dirigido por el estelar Chicho Ibáñez Serrador y presentado por la psicóloga Elena Ochoa, que rápidamente se convirtió en uno de los rostros más populares de la televisión española de final de siglo XX.

En el late night de los lunes (late night de entonces, que empezaba a una hora, las 22:45, en la cual ahora no ha terminado un programa tan «familiar» como ‘El Hormiguero’) y sin los caducos dos rombos avisando del contenido «adulto», la doctora Ochoa hablaba con cercanía y sin tapujos de temas tan «peliagudos» antaño como la homosexualidad, el orgasmo femenino, la impotencia o el sexo en la tercera edad.

Además respondía a las preguntas sobre el tema del programa que las personas entre el público le hacían en vivo y en directo. El programa duró hasta 1994 y poco después Ochoa se casó con el prestigioso arquitecto Norman Foster y abandonó la televisión. Su lugar, seguramente, fue ocupado por la sexóloga Lorena Berdún, que también tuvo escarceos televisivos pero, sobre todo, es recordada por su programa de radio ‘En tu casa o en la mía’ (no confundir con el programa de Bertín Osborne).

Durante cuatro años, entre 1998 y 2002, las noches de la radiofórmula de Los 40 Principales se llenaron de anécdotas sexuales y consultas de la misma índole con una audiencia bastante joven.

Lamentablemente es bastante difícil encontrar audios de ‘En tu casa o en la mía’ actualmente. Más fácil resulta hacerlo de su sucesora «espiritual» aunque mucho más gamberra: el ‘Ponte a prueba’ de Europa FM, con muchos de sus momentos míticos subidos a Youtube.

Los adolescentes también quieren saber de amor (y sexo)

La muerte de Franco y la llegada de la democracia fue un boom en los kioskos españoles que vieron como aterrizaban cabeceras míticas como El País, Diario 16, Interviú y, claro, la Superpop, la revista favorita de varias generaciones de adolescentes españolas desde su aparición en 1976 hasta su cierre a principios de la década de 2010.

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Inspirada por la popular revista alemana Bravo (que luego llegó a España en 1996 con gran éxito también) la Superpop fue un éxito inmediato con su hábil mezcla de cotilleos de famosos, posters de artistas de moda ideales para forrar carpetas, regalitos chorras (pulseras, pegatinas…) y secciones como los tests de personalidad, el horóscopo y, claro, el consultorio sentimental.

Cada dos semanas las chicas de España veían solventadas sus dudas sobre qué hacer si el chico que te gusta pasa de ti, cómo actuar si vuestra relación pasaba a ser a distancia porque el se iba de Erasmus o cómo saber si era el momento adecuado para ir un paso más allá en vuestra relación y empezar con el petting. Canela en rama.

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Nacida en 1979, Nuevo Vale fue la gran rival de Superpop durante más de 30 años. Pero si Superpop tenía un aire algo naif, Nuevo Vale era puro punk, auténtico hardcore: noticias truculentas de los famosos (la mayoría inventadas, claro), relatos erótico-festivos y un consultorio sexual para enseñar a las chicas a poner a sus novios a mil y resolver dudas dignas de Yahoo Respuestas.

No fueron las únicas revistas para quinceañeras que triunfaron en la época dorada del kiosko: la mencionada Bravo, la Ragazza, la You o la Loka… y todas con sus consultorios entre sentimentales y sexuales, ¡qué menos!

El nuevo milenio y la sex education

Empezamos este viaje en el Renacimiento y lo terminamos en nuestros días, en la época de los smartphones, las redes sociales, las apps para cualquier cosa y la hiperconectividad. ¿Seguimos necesitando consejo sentimental, amoroso y/o sexual? Por descontado.

De hecho una de las series más exitosas de los últimos años es ‘Sex Education’, un dramedia teenager británico para Netflix en el que un chaval, Otis, cuya madre es sexóloga abre destrangis un consultorio sexual en su instituto para ayudar a sus compañeros en temas de dicha índole, ganarse unas libras y conseguir el amor de Maeve, la malota de buen corazón de la clase.


Su éxito revela que, además de que las series teen siguen funcionando muy bien, todos necesitamos consejo (incluso futuros presidentes del Gobierno) en menor o mayor medida y cualquier lugar es bueno para pedirlo y/o recibirlo. Incluyendo, claro, la red social de moda: TikTok.

En la polémica app china, pequeños y mayores ejecutan coreografías al ritmo de los temas de moda, mayormente regetoneros (o algo así, no voy a negar que casi rozando la cuarentena esta red social se me hace algo cuesta arriba de entender). Pero mientras bailas puedes hacer muchas cosas, como responder dudas de toda índole, incluidas las sexuales, ¿no? Es lo que hace el usuario @farmaceuticofernandez precisamente.

Con más de 350.000 seguidores este joven farmacéutico sin miedo al ridículo responde a dudas farmacéuticas, sexuales, de vida sana o incluso desmonta bulos sobre la COVID19 en vídeos de corto formato. La viralidad le llegó hace unos meses y los likes se cuentan por varios millones.

@farmaceuticofernandez##farmaceutico ##farmaceuticofernandez ##salud ##farmacia

♬ A Güiro – Rafa Pabön


Youtube, como no, también es un buen lugar para los consultorios de todo tipo, sentimentales y sexuales incluidos. Ya sea como sección más o menos habitual en canales de inluencers, como el caso de Sara Kibum, o canales específicamente dedicados a ello, como puede ser el muy didáctico y entretenido Platanomelón. Y ojo, para hacer llegar las preguntas a estos nuevos oráculos, nada mejor que los ubicuos stories de Instagram o si eres un poco más techie por los foros de Discord.

Y si de Youtube era fácil esperárselo, más bizarro resulta comprobar que sitios de streaming como Twitch, originalmente pensado para el streaming de partidas de videojuegos, también pueden servir para abrir nuestros corazones y dar/recibir ayuda. Es el caso del caster y referente quintaesencial de la Generación Zeta (memorables sus vídeos motivacionales para Selectividad) Ibai Llanos y su Consultorio del Doctor Ibai, que nos ha dejado momentos tan memorables como el del triángulo entre Dioni, Mario y Ángela. Historia del 2020 y mira que tiene tela que cortar este 2020. Pero tela.

Este viaje termina aquí pero si algo te oprime el pecho, para eso están abiertos los comentarios. Intentaremos responder de la mejor manera posible… o mejor no, que mi relación más duradera ha sido con la pizza de jamón y queso de Casa Tarradellas. Mejor lo dejamos aquí, corazones.


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De las alcahuetas a los streamings de Ibai Llanos y vídeos en TikTok: así hemos resuelto el «mal de amores» a lo largo de la historia

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Xataka

por
Fernando Siles

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