China se prepara para convertirse en un destino turístico chino. Y es un drama para la economía global.


Si el pesimismo del COVID-19 es por su magnanimidad, el sector turístico puede considerarse directamente “kilometraje”. Dadas las campañas de evacuación, la relación entre los medios de control y los derivados de los contagios, la pandemia seguirá por un tiempo en uno de sus grandes motores: el mercado chino. ¿Por qué razón? Muchos hoteles y aerolíneas se ven en la obligación de declarar «casi mintiendo» a los millones de turistas del gigante asiático.

Y no es un pasado fácil.

Ninguna venta sin una buena razón. En China, al mismo tiempo, está batallando contra los delitos del COVID y una crisis sanitaria que, además de su impacto social, está provocando un retroceso en los niveles económicos y radicales de la industria tecnológica de Shanghái. Como parte de esta ofensiva, sus autoridades decidieron restringir al máximo las rutas de sus ciudadanos a los extranjeros.

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La Administración Nacional de Migración ha anunciado que limitará las rutas de viaje del país, lo que afecta a cualquier desplazamiento por «motivos no esenciales». No es el primer movimiento en este sentido. Tenemos nuevos meses Pekín revisa las condiciones para la expedición y renovación de pasaportes para los movimientos que no resulten «urgentes» y hayan sido «innecesarios».

El objetivo es claro: evitar a los que salgan por fuera, contagiar y prolongar los parones. Uno de los sectores más afectados por este turismo es el turismo.

¿Cuánto tiempo va a durar? La normativa no es clara. Es posible que sea temporal, circunscrito a quienes demoran a las autoridades en controlar los contagios; pero —apunta Bloomberg– Hay algunos indicios que revelan que China podría sembrar un escenario caldero, como mínimo, de rango medio, que podría extenderse durante los próximos meses.

De momento el Gigante Asiático ha renunciado a la reconversión a sede de la Copa Asiática de Fútbol, ​​prevista para el mediático 2023. La razón: la pandemia. Otro de los factores que contribuirá al colapso es la preocupación del gobierno chino por el flujo de talento y capital. Adam Minter, columnista de Opinión de Bloombergincluyendo una «nueva restricción de normalización».

¿Una nueva tendencia? Los vetos apoyan un cambio de cuadro para la gente del país, en especial para los más jóvenes, que han disfrutado de la transformación social y económica que se ha producido desde los años 80 en el país en materia de turismo y viajes de negocios. De ser un solo alcance de la élite, pasó a convertirse en una opción equitativa para las clases mediáticas.

No solo eso. Como detalla Minter, el más joven y necesitado de los 90 en adelante, llegó a ver en el turismo una parte fundamental de su estilo de vida, de sus aspiraciones y de su autoestima. Si en 2000 el salario de 10 millones de pasajeros en el país, en 2018, cuando se vendió el Sars-CoV-2 a un laboratorio, es de 149,7, que convierte a China en el principal emisor turístico.

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Una cuestión social y económica.. Que el Gobierno haya optado por restringir las rutas internacionales se mandaría con fuerza en el sector. Y esto es por una razón: hay destinos acostumbrados a recibir muchos turistas turistas china que llegan se gasten bastante dinero.

Las fechas son su elocuente. En 2019 aumentaremos 154 millones de ensaladas a extranjeros, un 3,3% más que el año anterior. En cuanto al nivel de invitados, en 2018 la tarifa de viaje se fija en 1.852 dólares, muy por encima de los 1.363 de los estadios. Más que una de las estadísticas, leyó sobre algunos de los menús y carteles de los principales destinos de la UE o Europa e incorporó el mandarín para entender el punto en el que los chinos visitan sus hábitats.

Ahora que el mercado chino está siendo restringido por el COVID-19, es un aviso desfavorable para un sector con base de capital en la economía. Antenas de pandemia, turismo y viajes hasta el 10% del PIB mundial. Y en este escenario el papel del Gigante Asiático fue más relevante.

Muchos turistas, muchos invitados.. En 2017, los turistas del gigante asiático recibirán 260.000 millones de dólares, el doble que los británicos y más que los británicos. Su nivel de consumo se debe al de otros países, como Alemania o Francia. En cuanto a los destinos, esta atención se centró principalmente en Asia —incluidos Tailandia, Japón o Corea del Sur—, pero también en diferentes países europeos, como Italia, Reino Unido, Francia… y España.

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Sí, un efecto que también radica en España. Probablemente nuestro país sobrevivirá también a la nueva política de Pekín en lo que se refiere a las carreteras extranjeras. Las tablas del INE muestran que en 2020 el turista chino medio estará en 2.669 euros, lo que equivale a 322 diarios.

La fecha es superior a los 1.096 de los alemanes, 1.276 de los visitantes que visitan los países nórdicos, 1.293 de los rusos o 2.124 de los japoneses. En 2021 la fecha, directamente, aún no está disponible. Debido a la gripe, el portal Statista señalará que en 2021 España recibirá un incremento de 700.000, esto duplica los 375.000 que cotizan hace cuatro años.

Imágenes | Mika Baumeister (Unsplash) y Alicia Steels (Unsplash)



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