10 películas que no tenías idea de que estaban en el catálogo de Netflix

Netflix logró remontar el parón de producción que afectó a buena parte del mundo del espectáculo con una considerable elegancia. No solo continúa estrenando mensualmente al menos diez películas originales de los más variados géneros, sino que además es el único canal streaming que hasta ahora, puede presumir de tener varias nominadas al Oscar en su catálogo de originales. Además, la mayoría de las películas que llegan a pantalla se convierten en instantáneos éxitos de público y en ocasiones, de crítica.

Por supuesto, se trata de un despliegue de recursos impresionante, que aunque parezca desconcertante tiene un un inconveniente: entre la gran cantidad de éxitos, hay una una pequeña colección de joyas originales que pasan desapercibidas entre el éxito resonante del material más llamativo en el catálogo del canal. Te contamos de las diez películas originales que ya deberías haber visto en Netflix y que podemos apostar, no conocías.

10 películas geniales que puedes ver en Netflix

Nadie sabe que estoy aquí, de Gaspar Antillo (2020)

Este es el primer largometraje original de Netflix de origen chileno y el que con toda probabilidad abrirá las puertas a una mayor producción latinoamericana de alta factura en el canal.

Jorge García — a quien recordarás por Lost — ofrece una solida e interesante actuación, como un cantante que pierde la voz, luego que la fama precoz le llevó a vivir una atroz experiencia traumática. Con un sólido guion y una inteligente mirada a la naturaleza humana en sus momentos más críticos, la película es un triunfo en economía de recursos y la concepción del suspenso, el drama e incluso algunos momentos de humor desde una perspectiva novedosa. Puedes verla en Netflix.

Circus of Books, de Rachel Mason (2019)

Una apacible matrimonio judio, una hija con talento para el cine documental y una librería de porno gay hardcore en una concurrida calle de West Hollywood. Si te preguntas cómo puede funcionar una combinación semejante, te recomendamos este conmovedor documental — sí, conmovedor. También burlón, entrañable y muy extravagante — sobre la vida sexual de los años 70 y 80 en EE.UU., pero en especial, sobre los grandes proyectos imprevisibles que terminan por demostrar que el mundo es más extraño de lo que parece.

The Half of It, de Alice Wu (2020)

Destinado a convertirse en un clásico queer, es también una maravillosa película llena de momentos conmovedores sobre esos temas universales como lo son el primer amor, el descubrimiento de la sexualidad e incluso, la percepción de ese extraño en el espejo que se asoma en el reflejo una vez que nos hacemos adolescentes. Todo bajo el empaque de una moderna reinvención del clásico dilema de Cyrano de Bergerac (sin la enorme nariz).

La debutante Leah Lewis interpreta a Ellie Chu, una estudiante de secundaria precoz que se ve envuelta en un triángulo amoroso inesperado con el jugador de fútbol Paul (Daniel Diemer) y la popular chica Aster (Alexxis Lemire). Aunque tiene toda la apariencia de una inofensiva comedia de adolescentes, en realidad es una reflexión sobre la identidad, los dolores de la exclusión y la soledad juvenil.

Seriously Single, de Katleho y Rethabile Ramaphakela (2020)

Esta comedia romántica sudafricana tiene el buen tino de reírse con todos los clichés de las películas del género y llevarlos a un nuevo nivel. Desde reflexiones sobre la monogamia, el amor y sus borrosos límites con la amistad, la necesidad de consuelo, el deseo sexual, el miedo a la soledad y la búsqueda de un lugar en el mundo, el film se divierte a medida que explora con cuidado una buena cantidad de los temas que suelen preocupar a los adultos de todas las épocas.

Sencilla pero efectiva, es tu selección natural si amas las comedias románticas.

His House, de Remi Weekes (2020)

La emigración es un tema sensible en la mayoría de los países y la opera prima de Weekes combina el sustrato del dolor a la pérdida y el desarraigo con una efectiva historia de terror, que quizás es de lo mejor del género en el año. La película tiene un ritmo elaborado, lento y de admirable belleza metafórica — de modo que quizás, te sientas confuso de vez en cuando — pero al final y más allá de los espectros que rondan a sus personajes, está el dolor, descarnado y urgente, de la culpa. Y sin duda, tiene una de las escenas finales más hermosas y duras de cualquier película del género en los últimos años.

1922, de Zak Hilditch (2017)

En nuestra lista no podía faltar una adaptación a las obras del Maestro del terror, Stephen King. Pero aunque no lo creas, esta película no es solo otra terrorífica visión sobre lo sobrenatural en medio de un ámbito cotidiano. Puedes verla en Netflix.

En realidad, 1922 medita en especial sobre la codicia y lo hace, desde el punto de vista del odio y el rencor que puede surgir en medio de lo doméstico y la convivencia diaria. Por supuesto, hay momentos que te harán dar saltos, varias docenas de ratas y muchas sombras espeluznantes en las esquinas, pero el real monstruo de la partida no viene de otro mundo: es un esposo de la Norteamérica profunda, tan cruel como humano.

6 Balloons, de Marja-Lewis Ryan (2018)

Esta reflexión sobre la adición es una de las películas más duras del catálogo de Netflix y que pasó desapercibida, quizás por su retrato poco amable sobre los adictos, el mundo que les rodea y sobre todo, porque su guion no guarda un propósito de redención inmediata.

La mirada de Lewis Ryan sobre el mundo de las drogas carece del habitual matiz dramático de otras producciones y su crudeza sorprende, en especial cuando hace énfasis en una idea dolorosa: la adicción no está separada de la vida cotidiana ni es paralela a ella, está entrelazada y totalmente enredada en la condición de la vida como una noción poderosa sobre la identidad. Puedes verla en Netflix.

Alex Strangelove, de Craig Johnson (2018)

La orientación sexual continúa siendo un tema en debate, en especial en una época en la que ya no se percibe como un tabú, sino una búsqueda de individualidad en medio de la gran percepción colectiva sobre todo tipo de nuevas preguntas sobre las búsquedas intelectuales y emocionales en la adolescencia.

No te diremos que Alex Strangelove explora temas de semejante profundidad en una secundaria norteamericana, pero sí que te hará analizar la forma en que el amor, el sexo y cómo nos percibimos, ha evolucionado con el correr de las décadas. Y si tienes menos de veinte años te hará sentir muy, muy viejo.

All the Bright Places, de Brett Haley (2020)

Basada en la novela homónima de Jennifer Niven y protagonizada por Elle Fanning y Justice Smith como adolescentes con problemas que inician una conexión romántica, la película no reinventa el romance adolescente sino que lo lleva aun plano menos superficial y sí a una búsqueda profunda sobre los motivos que nos hacen amar, creer y construir una versión sobre la realidad acorde a nuestras expectativas. Puedes verla en Netflix.

Hay algo conmovedor en la idea que el amor es una mirada al futuro, una forma de crecimiento interior pero sobre todo, una serie de preguntas — casi todas sin respuestas — sobre nuestra individualidad en medio de un mundo que tiende a analizar el tema sobre la base de lo colectivo y lo homogéneo.

Barry, de Vikram Gandhi (2016)

El primer presidente afroamericano de EE.UU. es un hito histórico que todavía se debate en un país en el que el racismo es una herida social de considerable envergadura. Y la interpretación de Devon Terrell como Barack Obama muy joven y en pleno desarrollo acerca de sus opiniones sobre raza, gobierno y Estados Unidos, es una reflexión sobre cómo comprende el país a sus héroes, sus símbolos y en especial, sus grandes grietas históricas.

Quizás la mejor biografía de hombre singular que todavía, sigue siendo parte fundamental de la política estadounidense. Puedes verla en Netflix.

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