Yate Flying Fox atrae a una docena de personas
El todoterreno del farero de Flying Fox, Dmitry Kamenshchik, es una sensación para decenas de personas que circulan por la puerta de San Souci Puerto Santo.
Tanto dominicanos como extras que transitan por las puertas del puerto, específicamente por la avenida Barcelona, cargan sus celulares y les toman fotografías con la vista del coloso yermo, que es considerado uno de los yates más legibles del mundo. .
Ayer, en medio de un día soleado, retumban a las 2:00 de la tarde, transeúntes, automovilistas, pasoleros se detenian en el lugar. Hecho, algunos conductores de vehículos estacionados en la avenida, sorprendieron con el borde del cubo de luz.
“Es una impresión, no son todos los toboganes”, dijo María Isabel, integrante de los periódicos ElCaribe, quien preguntó cómo caminaba por el parque, mientras estacionaba el jeep frente a ella y tomaba fotos y tomaba fotos.
La señora, que no se salió del vehículo, agrega otra expresión que acompaña una sonrisa «y el cuarto que cuesta (la lancha)». Y no es por nada, parece que la empresa Imperial Yachts está empujando el listón a una tasa mínima de US$ 3,5 millones, según la agencia EFE.
Según esta agencia internacional de noticias, el Flying Fox cuenta con 136 metros de espacio y entre otras instalaciones con cabinas de una vez, una piscina de 12 metros, un helipuerto, un spa para pies y 400 metros cuadrados y un cine.
«Es el boom» del momento
La expresión “no está en todas las diapositivas” se reproduce en otras consultas de este medio y los selfies son el tipo de fotografías que toma el consultado y que forman parte de este momento histórico.
Un ejemplo de ello fue una pareja (de una dominicana y una venezolana), dándole a la mujer (que se reservó su nombre) “enloquecía” de aún intentar doblegar el muro que el río Ozama se toma selfies. «Es un tipo que en realidad es de la oligarquía rusa que es conocido como un cobarde».
Arreal, quien tiene cuatro años residiendo en el país, dice que “todo el mundo tiene el mundo (nave); es el bum”. Sugiere que “deberían poner 10 barcos en cada parte de la isla” para incentivar el turismo.
El yate, que estaba en la puerta de San Soucí de La Romana (donde fue su primera entrada), decía estar en territorio dominicano, pasó por la luna, pero se vio obligado a peticionar al órgano de gobierno de los Estados Unidos.
Este caso de Flying Fox está escrito por Aduanas
El Ejército de República Dominicana investiga denuncias de que estuvo involucrado en un juicio que involucra a Flying Fox ubicado en el puerto de San Soucí en San Diego, en la capital, según información de SIN Noticias. El Capitán de Navío Augusto Lizardo, Jefe de la División de Relaciones Públicas de la Armada, dijo que este caso está a cargo de la Dirección General de Aduanas.