Vuelos a ninguna parte: la última ocurrencia en Asia para contentar a los viajeros más empedernidos



El verano es, tradicionalmente, época de viajes, aunque este año esta costumbre ha quedado desbaratada por la pandemia de coronavirus. Muchos viajeros no han tenido más remedio que quedarse en casa y esperar a que la situación mejore para visitar sus destinos soñados.

En Asia, donde se situó el primer foco de Covid-19, han ideado un sistema para paliar, al menos en parte, el ‘mono’ de viajes de los más trotamundos. Se trata de los ‘fake flights’ (literalmente, ‘vuelos falsos’), que empezaron a operar en Taiwán el pasado mes de julio.

Tal y como se planteó en un primer momento la iniciativa, los pasajeros compraban su billete (que puede superar los 150 euros) y se desplazaban al aeropuerto. Allí facturaban su equipaje, pasaban los controles, hacían cola para embarcar e, incluso, se subían al avión. Con la diferencia importante de que no se producía el despegue: los viajeros pasado un rato bajaban de la aeronave y se marchaban a sus casas.

Sin embargo, la experiencia se hizo más real hace unos días, cuando uno de estos ‘fake flights’ llegó a despegar del aeropuerto de Songshan de Taiwán para sobrevolar durante unas horas el cielo de la isla y volver a aterrizar en el mismo aeropuerto. Esto es, un peculiar vuelo Taiwán-Taiwán que realmente fue un viaje a ninguna parte, aunque hizo las delicias de los pasajeros que llevaban meses deseando subirse a un avión.



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