‘Super Bigote’ es Maduro, el superhéroe que lucha contra los villanos de la Casa Blanca | Internacional


Imagen de ‘Super Moustache’.

Super Bigote es puro músculo, atlético, tanto que puede caminar con sus bóxers sobre su traje como todos los superhéroes. Tiene una mano izquierda de hierro, lleva una gorra roja con la bandera de Venezuela y puede acabar con los malos en segundos. La televisión estatal transmitió esta semana el primer episodio de un cómic propagandístico inspirado en la figura de Nicolás Maduro, específicamente en su bigote.

En este adelanto de dos minutos, ampliamente difundido por periodistas e influencers del chavismo, dos personajes representados como gallinas, con rasgos claros que los identifican con opositores como Julio Borges y Henry Ramos Allup, conspiran con un presunto villano que despacha desde la Casa Blanca. para derrocar «Al simple conductor de autobús». Los secuaces cuentan todo lo que intentaron hasta que se les ocurrió la idea de provocar un apagón generalizado en el país. El episodio vuelve a la tesis de grande apagón sufrida en Venezuela en marzo de 2019, en el que gran parte del país estuvo sin luz durante tres días, y en algunas localidades hasta 10, un hito en la aguda crisis venezolana.

El supuesto villano del cómic presiona un botón rojo en su escritorio y el país se oscurece. El gobierno utiliza este argumento caricaturesco para asegurar que los apagones, y casi todo lo que no funciona en Venezuela, sean provocados por agentes externos que buscan desestabilizar al régimen. Precisamente, élMaduro describió la falla técnica en 2019 como «un ciberataque electromagnético».

La de entonces no era la primera crisis eléctrica que atravesaba el país por la desinversión en infraestructuras, la mala gestión y la enorme telaraña de corrupción que cubre este sector, hoy destapada en los juzgados de Estados Unidos, España y Andorra que están tras juicios contra exfuncionarios y empresarios por blanqueo de capitales de sobornos en contratos públicos. Después de 2019, los apagones no han desaparecido. Una gran parte de los venezolanos ya se ha acostumbrado a las fluctuaciones actuales y a las largas jornadas sin servicio.

Super Bigote aparece al grito de ayuda de un paciente postrado en cama en un quirófano en medio del apagón. El héroe sin máscara convoca a un grupo de personas y les dice que juntos enfrentarán lo que está sucediendo. Luego se despliega un casco de trabajador y éste dispara con su puño de hierro -a la Stalin o Marvel- para destruir un dron enviado desde Estados Unidos para generar un supuesto efecto electromagnético con el que hackear el Guri, la principal central hidroeléctrica del país.

Como en toda la ficción propagandística, tras la hazaña de Super Bigote vuelve la luz y todo el mundo la celebra. El superhéroe aterriza con puño de hierro y se escucha el «indestructible» que Maduro ha convertido en su consigna personal, robado del tema del mismo nombre por el maestro de salsa Ray Barreto, quien ha bailado más de una vez en la red nacional con su esposa. El villano derrotado cierra el episodio expresando su odio furioso por Super Bigote, para anunciar una venganza eterna como la del coyote y el correcaminos.

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Esta propaganda de cómic aparece una semana después de las elecciones regionales y locales en las que el chavismo arrasó con las acusaciones, pero en las que también sufrió un revés en la participación. El gobierno venezolano ha impuesto la narrativa del triunfo en las elecciones, a pesar de que una vez más pende de un hilo la legitimidad a la que aspiran tras anular las elecciones en la gobernación de Barinas, un bastión rojo ganado por un opositor a un hermano de Chávez.

En 2013, Maduro tuvo que tomar el mando de la revolución tras la muerte de Hugo Chávez. Pero en los ocho años que lleva en el poder se ha apartado de ese liderazgo en la sombra y ha peleado la senda personalista de Chávez, que tenía su muñeco Ken con boina roja. La imagen de Maduro está hoy en vallas publicitarias en las calles, en las casillas del CLAP (programa social de distribución de alimentos). Celebra su cumpleaños en la televisión y su esposa le regala sorpresas en vivo como el fallecido Juan Gabriel o, más recientemente, la semana pasada cuando cumplió 59 años, el mexicano Pablo Montero, quien luego de cantarle al presidente perdió su horario de contratación en rechazo a la acercamiento que tuvo con uno de los líderes políticos diplomáticamente más cercanos.

No se sabe quiénes son los creadores del cómic animado, si se trata de una producción financiada con dinero público, cuántos episodios tendrá ni el tiempo y canales de su transmisión. El clip de dos minutos ha sido un abono para los memes y el centro de gran parte de la conversación en las redes sociales en Venezuela. Su transmisión en VTV se destaca en una parrilla de canales nacionales – y también en la radio – de donde desaparecieron los programas de humor y sátira política por el control y la censura del gobierno.

No es la primera vez que Maduro aparece en una tira cómica. En 2013, la productora de El Chigüire Popular -sitio web de humor político- lo incluyó por primera vez en un episodio de la segunda temporada de Isla Presidencial, famosa serie animada emitida por YouTube que reunió a los presidentes de la región, a los que ellos Tuvo que sobrevivir atrapado en una isla. El personaje de Maduro debutó en Miraflores y llegó con un pájaro al hombro a la isla donde se encontraban Cristina Fernández de Kirchner, Evo Morales y Juan Manuel Santos. En el episodio recrearon una escena que él mismo relató en televisión meses después de la muerte de Chávez, en la que dijo que escuchó al comandante hablándole en el canto de un pajarito. Al día siguiente de la emisión, reactivo, dio su crítica a la animación en un acto político: “¿Vieron Isla Presidencial? Muy mal logrado, no es mi rostro ni bigotes ni voz. Además, me ponen muy rudo, no soy así de rudo. Y muy gordo «, dijo en tono de broma. Hasta ahora, Maduro no se ha referido a Super Bigote, por lo que su transmisión en la televisión estatal podría indicar que está de acuerdo con los rasgos y personalidad de su caricatura.

Uno de los aludidos en el cómic sí respondió a su difusión. En su cuenta de Twitter, el parlamentario en el exilio Julio Borges publicó una foto donde se ve a niños rebuscando en la basura con el mensaje: “Aquí está la verdad: el Súper Destructor de Venezuela. Maduro es miseria y corrupción ”.

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