Similitudes de 1962 y 2024 (OPINION)

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El autor es estudiante de Ciencias Políticas, Reside en Santo Domingo.

Creo en lo planteado por Marx y en su momento por el propio Bosch, el primero, que los acontecimientos en la historia se repiten, y el segundo, que el pasado se parece al futuro como el agua se parece al agua. La campaña de 2024 tiene similitudes con la de 1962, en el sentido de que aquellos que expresaban luchar en “contra de la dictadura”, y las prácticas que se utilizaron en ella, resultaron ser una homologación del viejo régimen.

Volviendo a citar al ilustre pensador del siglo XX, me refiero a Don Juan, expresó que en política, hay cosas que se ven, y otras que no. Bueno, algo parecido aconteció en aquel momento histórico. El objetivo de ese grupo representante de la oligarquía dominante, que decía “luchar en contra del régimen”, no era en realidad eliminar las prácticas del trujillismo (que no es lo mismo que Trujillo, sino más bien una ideología).

Se trataba simplemente de sustituir a quienes quedaron posterior a la muerte del dictador al frente del Estado dominicano, para tomar ellos el control, y aplicar los mismos procedimientos.

En ese contexto, acusaron a quien fue y sigue siendo sinónimo de honradez, decencia, transparencia y honestidad de ladrón, así lo relata Bosch en su libro Crisis de la democracia de América en la República Dominicana, que en una movilización, o más bien, campaña política, le vociferaban Juan Bo’ Ladrón’. Como también, lo tildaron de comunista y trujillista.

En ese sentido, utilizaron a un sacerdote para etiquetar al profesor como de izquierda, lo que llevó a que ambos, Bosch y el sacerdote, acudieran a un debate. En esa instancia, la verdad se impuso, resultando ganador el profesor Don Juan.

Con el transcurrir del tiempo, el pueblo dominicano pudo observar quiénes eran los buenos y los malos. En la contienda electoral de 1962, la UCN dividió al liderazgo político nacional en dos: unos eran considerados honestos (ellos) y otros, los malos (el PRD de Bosch). El tiempo o Dios colocó cada cosa en su lugar.

En síntesis, ¿qué tiene de parecido con el 2024? La similitud está en que, el PRM durante su permanencia en la oposición acusó al PLD de corruptos, manipuladores de las cifras para construir una narrativa de bienestar que no se correspondía con la realidad, que el partido de la estrella amarilla gastaba mucho dinero en publicidad, o que compraba personalidades de oposición para debilitar al entonces PRD hoy PRM.

Expresaron que ellos eran el antagonismo de ese partido, que representaban el verdadero cambio, sin embargo, a su llegada al gobierno, tomaron el libreto titulado “el Príncipe” de Maquiavélico y lo aplican a la perfección.

Gastando 8 mil millones de pesos en publicidad para distorsionar la realidad, y controlar la opinión publica, como también, en la última elección municipal, utilizaron toda la fuerza del Estado, sin remordimiento alguno, para avasallar los partidos opositores. Otro elemento a tomar en cuenta son los más de 25 funcionarios destituidos de este gobierno, que ninguno está siendo procesado o investigado por presunta corrupción.

La historia, reitero, sigue un patrón repetitivo. El oficialismo ha elaborado un discurso que polariza el liderazgo político nacional en dos categorías: los impolutos representados por el PRM y los malos, encarnados en la FP-PLD.

Desde ahora, se vislumbra la agresividad de la organización que gobierna la República Dominicana. Parecen empeñados en ganar las elecciones a cualquier costo, demostrando sin límites en su proceder. Su objetivo inquebrantable es ganar, sin importar las circunstancias.

Finalmente, el tiempo coloca cada cosa en su lugar, como sostuvo Bosch en un momento determinado: “el pueblo dominicano es tan sabio que conoce al cojo sentado y al ciego durmiendo”. Inferimos que contamos con la inteligencia necesaria para distinguir, en el próximo proceso electoral, quiénes representan el mal y cuáles son los personeros del bien.

jpm-am







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