Shell apuesta se permita exploración en área frente al Amazonas


Shell, la segunda mayor productora de petróleo de Brasil, espera que el Gobierno autorice la exploración de petróleo en el Margen Ecuatorial, una región oceánica que incluye la polémica parte ubicada frente a la desembocadura del río Amazonas, para definir sus inversiones en el país.

«Si el Gobierno decide abrir el Margen Ecuatorial y autorizar la exploración de una nueva frontera petrolera en el país, vamos a analizar las futuras subastas de concesiones para tomar decisiones sobre inversión», afirmó el presidente de Shell Brasil, Cristiano Pinto da Costa, en un encuentro con periodistas en Río de Janeiro.

El ejecutivo agregó que Shell ya tiene ocho concesiones en el Margen Ecuatorial, todas en áreas distantes a la boca del Amazonas, pero admitió que sus proyectos en la región están paralizados a la espera de que el Gobierno de señales claras sobre si abrirá o no la nueva frontera.

El Margen Ecuatorial comprende una amplia región del océano Atlántico frente al litoral de los estados del norte de Brasil, vecina a áreas en que Guyana y Surinam ya descubrieron yacimientos con reservas de hasta 13.000 millones de barriles de crudo.

Brasil calcula que este nuevo horizonte puede contener hasta 14.000 millones de barriles de petróleo, pero la explotación de la región ha generado un intenso debate debido a la vulnerabilidad ambiental del área más próxima a la desembocadura, en donde hay importantes cadenas de arrecifes y de manglares.

La estatal Petrobras, que ya recibió licencias para explorar áreas del Margen Ecuatorial más alejadas de la boca del Amazonas, espera que el regulador ambiental revise la decisión por la que le negó autorización para perforar un pozo en el área más vulnerable, pese a que se sitúa a 500 kilómetros de la costa.

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«Abrir o no el Margen Ecuatorial es una de las decisiones más importantes que Brasil tiene que tomar en este momento. En mi opinión, abrirla generará una gran oportunidad para el país. Es solo observar las reservas ya descubiertas en Guyana y Surinam y que los geólogos consideran que se extienden hasta Brasil», aseguró Da Costa.

El ejecutivo agregó que para determinar si existen o no reservas en la región y calcular su viabilidad económica es necesario perforar, lo que depende de la licencia ambiental.

«Brasil ya demostró que es capaz de operar con gran seguridad en aguas muy profundas. Actualmente extrae 3 millones diarios de petróleo del presal (otro horizonte en su región oceánica) sin accidentes», dijo.

Agregó que la apertura de un nuevo horizonte no es incompatible con la política del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva de acelerar su transición energética debido a que este proceso es lento y tiene que ser realizado con seguridad energética.

«Todos los escenarios indican que el mundo aún necesitará hidrocarburos por muchos años. Shell calcula que el pico de producción aún se extenderá hasta finales de la década de 2030», manifestó.

Según Da Costa, Brasil, por su competitividad y bajos costos de producción, puede ser el último país en el mundo en parar de producir petróleo cuando la transición garantice que el mundo ya no necesite de combustibles fósiles.

«Los hidrocarburos aún serán necesarios por décadas y no es incongruente seguir invirtiendo en cuencas en las que hay competitividad, y Brasil es una de ellas», sentenció.



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