Rotondas hasta debajo del agua: la primera en abrirse está bajo el Atlántico y conecta las Islas Feroe

Se calcula que en España hay nada más y nada menos que 591 rotondas por cada millón de habitantes. Nada mal, pero muy lejos de las 967 rotondas por millón de habitantes que hay en Francia. Las rotondas sirven para conectar de una forma más o menos sencilla y ordenada diferentes caminos, pero en las Islas Feroe han ido un paso más allá. Han inaugurado una rotonda subacuática cuyo objetivo es conectar dos islas de las 18 que conforman este archipiélago del Atlántico Norte.

Así lo ha anunciado Kristina Háfoss, parlamentaria de las Islas Feroe y ex ministra de finanzas, en su cuenta de Twitter. Se trata, como decíamos, de la primera rotonda bajo el Océano Atlántico y es parte del nuevo túnel subacuático de 11 kilómetros que conecta las islas Stremoy y Eysturoy. Es, sin duda, uno de los proyectos más importantes que se están llevando a cabo en las islas.



Objetivo: acortar distancias

Esquema del túnel. Esquema del túnel.

Este túnel, cuyo nombre es Eysturoytunnelin, lleva en marcha desde el 21 de febrero de 2017, cuando se autorizó el proceso de excavación, que el proyecto se aprobó en 2014. Ahora la rotonda que permitirá moverse desde la capital, Tórshavn (en Stremoy), a Runavik y Strendur (en Eysturoy) está lista y comenzará a funcionar el 19 de diciembre. La idea es acortar las distancias entre la capital y estas dos ciudades, que actualmente es de 55 kilómetros, a solo 17 kilómetros, o lo que es lo mismo, pasar de un trayecto de una hora a uno de 16 minutos.

En lo que respecta a la rotonda, tiene tres ramales, como veíamos anteriormente, y ha sido decorada por Tróndur Patursson, un artista local, con un mural de 80 metros de altura y un buen lote de luces de color azul. No tiene pérdida. Actualmente se está construyendo otro túnel para conectar las islas Streymoy Sandboy y, a mayores, se esperan que los cuatro túneles sirvan para conectar al 90% de los habitantes de las Islas Feroe.


Los túneles conectarán ambos lados de la bahía de Skálafjørður. El túnel tiene una longitud de 2,2 kilómetros desde la carretera principal de Rókini en Saltnes hasta la rotonda, y la distancia desde Sjógv en Strendur hasta la rotonda es de 1,7 kilómetros. El túnel principal desde Tórshavn hasta la rotonda será de 7,5 kilómetros y volverá a salir a la superficie en el pueblo de Hvítanes. El punto más profundo se encuentra a 187 metros bajo el agua.

El proyecto es de lo más ambicioso. Su presupuesto, explicaba la empresa a cargo del proyecto, iba a a ser de 400 millones de coronas danesas, unos 53 millones de euros, aunque fue autorizada para hacer una solicitud de crédito en caso de ser necesario. Moody’s, por su parte, publicó un informe en el que decía que el coste estimado era de 2.640 millones de coronas danesas, que al cambio vienen a ser unos 354,7 millones de euros, nada mal para unas islas cuyo PIB es de aproximadamente 2.221 millones de euros.

La propia compañía explicaba que los túneles se amortizarían mediante peajes. Y es que actualmente ya hay dos túneles subacuáticos en funcionamiento, Vágar y Norðoya. Uno conecta la capital con el aeropuerto y otro las islas Klaksvík y Leirvík. Para pasar por ellos es necesario pagar un peaje de 14 euros, pero no antes de entrar, sino en una serie de gasolineras en un periodo de menos de tres días.


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Xataka

por
Jose García

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