QAnon: la teoría de la conspiración que mezcla satanismo, pederastia, a Obama, Tom Hanks y Soros contra Trump



Siempre han existido teorías de la conspiración, incluso antes de la llegada de internet. Desde que Jesús estuvo casado y tuvo hijos, hasta que la Tierra es plana y la NASA lo quiere negar pasando por el gobierno oculto de todo el planeta por los reptilianos o en su defecto los Illuminati. Se ha llegado a especular con que Franco no estaba enterrado en el Valle de los Caídos.

Con la llegada de las redes sociales las teorías de la conspiración se dispararon y pasaron de ser una cosa muy reducida a miles de personas tuiteando alrededor de ideas sin fundamentos. Las últimas que más repercusión han tenido son el pizzagate, las «filtraciones» de Anonymous, o algunas tramas del ObamaGate que no se habían demostrado por ningún sitio.

Sin embargo, en los últimos días la trama de QAnon ha cogido tanta fuerza en Estados Unidos que hasta Trump y Facebook han tenido que hablar de ello. Pero… ¿De dónde sale este grupo? ¿Qué cuentan? ¿Cuánta credibilidad tienen sus afirmaciones? ¿Les sigue mucha gente?

Como casi todas las teorías de la conspiración en la era digital, QAnon nace en un foro anónimo: 4Chan. Un tal ‘Q’ – que a día de hoy no se sabe si era una persona o varias- afirmaba en uno de sus mensajes que Hillary Clinton iba a ser arrestada. Sin embargo, no hubo arresto. El post es del octubre de 2017.

Pero «Q» significa más cosas. Este usuario aseguraba tener acceso a información clasificada sobre la administración Trump y la Q hace referencia a la autorización de acceso utilizada por el Departamento de Energía para acceder a los datos restringidos de alto secreto y la información de seguridad nacional.

Y este es el germen de toda una teoría de la conspiración

Según este grupo -o grupos porque en los últimos años se han propagado mucho- hay toda una trama en el partido demócrata para echar a Trump de la Casa Blanca. Supuestamente Barack Obama, Hillary Clinton y George Soros estarían preparando un golpe de estado para expulsar al mandatario.

Pero no se quedan ahí. También aseguran que existe todo un mundo en el subsuelo donde varios demócratas, incluidos los nombrados arriba, realizan actos de pederastia y abuso a menores. Se ha llegado a rumorear que practicaban rituales satánicos.

El mundo de las celebrities tampoco se libra de estar en el ojo del huracán. Algunas de sus víctimas han sido Oprah Winfrey, a la que acusaron falsamente de estar arrestada o Tom Hanks, del que dijeron que era pedófilo y por ello le había detenido la policía. El post terminaba diciendo: «Otros famosos de la lista A serán arrestados pronto». Completamente falso.

Hasta ahora, ninguna de las teorías que han publicado en diversas redes sociales ha sido confirmada y sí muchas de ellas desmentidas. Sin embargo, varios políticos de bando republicano como Jo Rae Perkins, candidato para un escaño en el Senado por Oregón; Marjorie Taylor Greene, candidata del Congreso para el puesto del distrito 14 de Georgia; y Lauren Boebert, quien derrotó a un titular de cinco períodos respaldado por Trump durante las elecciones primarias, han hechos declaraciones a favor de QAnon.

Todos los artículos que comparten, declaraciones, post y tuits que redactan, los supuestos informes que «ven la luz con ellos» son falsos. Los datos están descontextualizados, las imágenes están editadas, y las informaciones nunca han sido confirmadas por nadie

La teoría de la conspiración que han formado es bastante morbosa. Además, el aburrimiento generado por el confinamiento debido a la crisis del COVID-19 ha hecho que millones de estadounidenses comenzasen a darle bombo a todas estas supuestas «revelaciones».

Y no solo es el aburrimiento, si no la acreditación que se le ha dado desde el partido republicano. El año pasado la Casa Blanco invitó a un seguidor de QAnon a un evento anunciado como: la «cumbre de redes sociales» con personas influyentes -todas ellas conservadoras-.

Este mismo miércoles, el presidente de los Estados Unidos evitó desacreditar a QAnon: «No sé mucho sobre el movimiento, lo único es que entiendo que yo les gusto muchísimo, y eso lo aprecio». Y cuando le explicaron que el grupo creía que Trump salvaba al mundo de una secta de pedófilos y caníbales aseguró que eso no lo había leído pero «¿se supone que eso es algo malo, o bueno? Si puedo ayudar a salvar el mundo de problemas, estoy dispuesto a hacerlo».

Facebook ya ha anunciado que hay miles de grupos en su red social compartiendo contenido de QAnon aunque este no sea tan visible como parece, según publica The Guardian. Y Twitter, por su parte, ha cerrado hace poco miles de cuentas relacionadas con QAnon por difundir fake news.

Pero el fenómeno a día de hoy sigue creciendo y todos sus seguidores buscan referencias en el discurso de Trump para que les revalide. Como por ejemplo cuando en un discurso en Florida dijo cuatro veces el número 17 – Q es la letra número 17 en el abecedario-.

Varios expertos han explicado que, aunque los medios de comunicación estén minimizando el fenómeno de QAnon, pueden ser bastante peligrosos. La investigadora sobre desinformación Molly McKew explicó a la CNN que «QAnon ofrece a sus seguidores una realidad alternativa adictiva que requiere su participación y, a través de esta participación, los atrae a la elaborada arquitectura de la conspiración«.

Y el peligro no se queda ahí, si no en la creación de villanos extremos que en ocasiones pueden ser perseguidos en la vida real. Ya se han tenido que sofocar varios movimientos violentos relacionados con QAnon extremistas o «creyentes», como ellos mismos se autodenominan, como explica la CNN. El año pasado, el FBI etiquetó a QAnon como potencial amenaza de terrorismo doméstico, después de que un hombre cargado de armas y en un vehículo blindado bloqueara el paso en la presa Hoover para «desvelar verdades ocultas».



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