Puerto Príncipe, patrimonio peatonal por escasez de combustible – el Nacional

Puerto Príncipe, patrimonio del peatón debido a la carestía de combustible


Puerto Príncipe (EFE) .- La crisis del combustible en Haití ha convertido a Puerto Príncipe en una ciudad patrimonio peatonal, rutinariamente relegada a un segundo plano en una ciudad tomada a diario por el caótico, ruidoso y agresivo tráfico rodado, que ha sido en su forma más simple sin gasolina para alimentarlo.

Los vendedores ubicados en el acceso al Hospital General venden poco este domingo en el que apenas hay afluencia de pacientes al centro, demasiado vacío incluso para ser un día de domingo.

La falta de gasolina para desplazarse es la causa de la ausencia de pacientes, acompañantes, enfermeras, médicos y camilleros y, ante la ausencia del bullicio habitual, se pueden escuchar los gemidos de una mujer en trabajo de parto en el área de ginecología, que ha nunca ha sido tan claro.

Las calles más transitadas de Puerto Príncipe están desiertas, sin apenas circulando vehículos o motocicletas, cuyos conductores aseguran que no hay un solo lugar en la ciudad para repostar, ni siquiera en el mercado negro.

Así que hay que reservar el combustible tal como está y aprovechar la inercia y la fuerza de la gravedad en las pendientes apagando el motor. Para subir, no correr, hay que tener mucho cuidado de no darle demasiado gas para no desperdiciar una gota de combustible.

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Algunos han aprovechado la ausencia de vehículos en las calles para hacer campaña política en más de una parte de la ciudad. Los partidarios del candidato presidencial Wilson Jeudy han salido con una pancarta en apoyo del candidato en Delmas 49, mientras que otro grupo de acólitos formó una banda de música en el mercado de Petion-Ville.

Es impensable hacer algo así en circunstancias normales, cuando los vehículos forman interminables bloques entre los puestos y tenderetes de este popular espacio comercial, que ahora recibe casi exclusivamente al público a pie.

La estación de servicio contigua al mercado cuenta con bombas selladas, como todas las de la ciudad, aunque sus instalaciones están sirviendo para la venta de queroseno del mercado negro, un combustible que se usa en muchos hogares para alimentar generadores, pero no es apto para autos. o motocicletas.

Además, la parte techada sirve para resguardarse del sol, como ha observado algún vendedor ambulante que aprovecha la sombra junto con sus aguacates mientras espera a los compradores.

Aunque más desolado que esto, el panorama es el mismo en todos los surtidores de la ciudad: no hay gasolina para vender y los surtidores están cerrados, aunque normalmente custodiados por la Policía.

Tampoco hay combustible en el mercado negro, pero su precio se ha multiplicado por diez, de 200 a 2.500 el galón, una cantidad inasequible para muchos y que ha provocado la casi total desaparición del transporte público.

Como consecuencia de esta escasez, junto con la crisis de violencia generada por las bandas armadas que sembraron el terror en el área metropolitana de Puerto Príncipe, se espera que la semana que comienza esté cargada de movilizaciones que podrían bloquear por completo. el país.

Se han convocado protestas que pararán toda actividad, con el levantamiento de barricadas y quema de neumáticos, que previsiblemente degenerarán en saqueos, incendios y tiroteos, volviendo a traer el caos a las calles, aunque esta vez a pie.

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