Premier League: 1963, el mejor ‘Boxing Day’ de la historia: ¡66 goles!


Es la tradición futbolística por excelencia en Inglaterra. Entre los villancicos, las reuniones y las cenas familiares, las comidas excesivas, las luces en las calles y las celebraciones, el fútbol no para. Es más, vive su jornada más especial, pero ninguna como aquella del 1963. Aquel año a Papá Noel no le cabían los goles en el saco y esa jornada de Premier League dejó 66 goles en los diez partidos.

Una media de 6,6 goles por partido que no se ha superado hasta ahora. Goles hasta para regalar, en la que se ven goleadas inauditas como la que encajó el Manchester United ante el Burnley (6-1), o la que le endosó el Fulham al Ipswich (10-1). El empate a cuatro tantos entre West Brom y Tottenham, la goleada a domicilio del Blackburn Rovers al West Ham por 2-8 o el 6-1 entre Liverpool y Stoke.

En esa temporada de la Premier League, el Liverpool consiguió hacerse con el título con 57 puntos, sacando cuatro al segundo clasificado, el Manchester United, y el Everton quedó en tercera posición. Descendieron el Bolton Wanderers y el Ipswich Town con un dato escalofriante de goles recibidos: 121 tantos.

Los 5 mejores goles de la historia del Boxing Day

En una jornada de ‘Boxing Day’ marcada por los tres partidos aplazados por culpa del coronavirus, está por ver si se rompe con este récord. Parece difícil, pero lo que sí está claro es que es una de las festividades que nadie quiere perderse. O tal vez sí.

Howard Webb: «Los jugadores hacían de todo para perdérselo»

Howard Webb (Reino Unido, 1971) ha arbitrado más de una jornada de ‘Boxing Day‘ tiene anécdotas de todo tipo para contar. Una de ellas fue cuando afirmó, en una entrevista a ‘Mirror’, que los jugadores «hacían de todo» para poder faltar a esos partidos y disfrutar de unas ‘vacaciones’. Todo dentro del reglamento, claro.

«Un par de veces durante la época navideña en la Premier League, los jugadores querrán un tiempo libre«, decía el árbitro retirado. «Querían una tarjeta amarilla para cumplir su propósito. Siempre y cuando no hagan algo estúpido, a lo mejor una pequeña falta como agarrar al rival o desplazar el balón puede hacer que vean una amarilla».





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