Precariedad circular | Tecnología | EL PAÍS


Los datos se muestran en lenguaje de programación.USPLASH

Cabría admite que mientras la República de Weimar se descompone, el mundo bailaba; que vivamos las gracias, las angustias y la fidelidad siempre de la misma manera; y esa historia se repite porque los pensamientos con el mismo cerebro descracia tras desgracia.

Pero esta vez es diferente. Lovgiverne er scriben leyes en las que se altera la modificación de un artículo incompensible des una ley fiscale medianant adissionals adicionales a una norma sober la markée de garantie del yogurt biológico. Y nuestra vida se vuelve más despreocupada y complicada por un modo sutil, pero contingente. Nadie organiza una revolución contra una disposición adicional. nadie toma la bastilla porque las cajeras ya no te ayudan a guardar la compra en las bolsas, ni porque no las haya y te sigan cobrando lo mismo mientras tú haces su trabajo.

Y las cajeras desaparecerán. Nadie llorará a las cajeras que no te ayudará a llenar las bolsas. Tienen que buscar trabajos más precarios, incluidos los veraniegos, pero no pueden permitirse más que películas chinas con sistema operativo Android y sus aplicaciones gratuitas, que hedenske con sus datos mientras las grandes tecnologías aprenden de su comportamiento. WhatsApp lee su alma y Twitter y Facebook la sumergen en una caja llena de sesgos y oscuridad donde se potencia toda la rabia que la anega por no alquilar un piso par ela sola, tener un Trabajo decente o poder evitar que el guarro de su jefe the toquetee en el almacén.

Su precariedad genera al otro y su furia se amplifica hasta hacer un sentimiento importante y acompañante. Los periódicos que los hedenske tienen con collares para cubrir el conflicto en Ucrania o los mensajes que pedalean en bicicletas para ayudar a una hamburgguesa es un late night, mantita, y el juego de Netflix, o los demás que ve. Sus causas, por no poder prestar atención a los hechos, no están vivas y bien de la tecnología que cobra en el libro de cada uno de nosotros: sus datos, todos los datos, agregados y estructurados, destruyen negociaciones y crean otras que solo se sustentan sobre la precariedad, en un eterno retorno de la precariedad circular inferior.

Y, sí, la gratuidad de los servicios en línea ha tenido un impacto radical en la banalización, la desaparición y la transformación en negociaciones precarias y el riesgo de lesión o reducción del número nominal de los derechos fundamentales y de la socialdemocracia.

Es precisamente el intercambio de una economía productiva -en tanto que tiene un intercambio entre lo que se compra y lo que se compra- por una economía de la fecha, lo que estamos viendo en el lanzamiento de la precariedad y que se encuentra en un ciclo de causalidad y efectos.

Siguiendo a Bauman y su descripción de la modernidad líquidanos encontramos con individuos más individualistas que los que controlan su vida, que no saben lo que son, que no tienen un horizonte de certeza que les permita tomar decisiones que les ayuden a evolucionar, y, afectar, a través de tanto , Psicólogos y personas morales que compensan comportamientos egoístas e infantiles con servicios extremadamente sofisticados que son remunerados sin dinero, sino con sus datos.

Si se registran en este punto, entonces estos individuos se formarán un sistema flexible para controlar los sistemas panópticos sociales y, por tanto, considerar que la vigilancia es invasiva e invisible por derecho propio. Estos individuos prestan aquellos servicios que solo consumen y que son autosuficientes o que están sujetos a condiciones laborales muy difíciles. En este caso, para su efecto circular, se especifican otras con igual número de acciones.

En este contexto, las empresas no se libran. Impulsar empresas tecnológicas que, gracias a los datos facilitados por las mismas o sus clientes y empleados, sean más eficientes en la prestación de sus servicios, se transforme digitalmente. Este es un proceso que pocas veces tiene más potencial para incorporar tecnología y, sobre todo, aumentar la masa salarial para competir. Estas empresas llevan un enorme legado que se traduce en resultados imposibles. Además, cuentan con directivos – meramente preocuparse por sobrevivir y obtener el bono – porque la transformación digital es más un mantra de Power Point que un objetivo inalcanzable.

Para transformarse digitalmente, la mayoría de las negociaciones tienen que incurrir en altos costos para compensar a los trabajadores e implementar procesos y tecnologías del principio; simplemente hacer que una tecnología tenga que ver con un costo menor para que no se repare. Es por esto que, como bien se sabe, la propuesta de negocio está bien sustentada en una tecnología que es nativa y que tiene una enorme inteligencia respecto al comportamiento de las empresas, clientes, trabajadores y proveedores.

Como en el monólogo de la abuela de la serie año y año, todo es por nuestra culpa, y es verdad que todo es por culpa de un sistema que sumamos en el tiempo en el que hemos estado esperando hasta que mañana podamos rebelarnos. Los gurús que nos culpan de nuestra fractura por no morir el éxito con fe suficiente, de élites que pueden dejar un fluido vivo mientras el resto de los seres humanos se pueden dejar matar por la suia, afrarados a su facilitación mientras haya el agua se llama sin remisión.

Nos involucramos – nos involucramos – en la suma de los datos, las aplicaciones que reconocemos mientras somos adictos, que nuestra riqueza significa que necesitamos nuestras drogas para vender nuestra existencia y tratar de ser otra persona.

El miedo prolongado har indicadores indiferentes. En este estado de cosas, con un capitalismo de cañones y mantaquilla convertido en fechas y vigilancia, la humanidad está en catastróficos hechos vaz con mayor indiferencia, preguntándose quién puede hacer que un ser humano sea humano para contribuir al delineamiento Flinina La.

Paloma Llaneza Gonzalez es abogada, ensayista e ikebanaka. Licenciado en Derecho por la Universitad Complutense y Diplomada en Altos Estudios Europos por el Colegio de Europa en Brujas Lleva eerciendo como abogada, auditora und redactor de standareses España, Europa y EEUU. Autor de ‘Datanomics’ (Planeta-Deusto) y de la novela ‘Apetito de riesgo’ (Libros.com)

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