PP, Cs y Vox prevén legalizar 1.461 hectáreas que agotan el acuífero de Doñana | Clima y Medio Ambiente


El saqueo de aguas ilegales que agota el acuífero de Doñana desde hace décadas Hasta provocar su declaración de «sobreexplotado» hace año y medio, este martes ha encontrado algunos aliados inesperados. PP, Ciudadanos y Vox han presentado dos proyectos de ley en el Parlamento andaluz para legalizar 1.461 hectáreas de invernaderos de fresa situados en el entorno del parque natural y cuyos agricultores han robado agua de su acuífero a través de un millar de pozos ilegales. En el límite de la reserva de la biosfera conviven agricultores legales con permisos para captar aguas subterráneas con otros ilegales que las sustraen de las zonas cartografiadas, 1.461 hectáreas de regadío, de las que 335 destacan en terrenos forestales de máxima protección ambiental.

El cambio legislativo propuesto por los tres grupos parlamentarios atenta contra la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, que el pasado mes de junio condenó a España por no haber detenido el saqueo que provocan los invernaderos clandestinos de frutos rojos “con extracciones ilegales de agua”. Paralelamente, la medida contraviene a la UNESCO, que mantiene los humedales de Doñana como Patrimonio de la Humanidad pero en sus informes ha instado a las Administraciones españolas a respetar el plan diseñado para proteger el acuífero. Y es precisamente este plan el que el PP y Cs, que gobiernan en la Junta de Andalucía, pretenden alterar, con el apoyo de Vox, una muleta parlamentaria necesaria para alcanzar mayorías y aprobar leyes. El objetivo es aumentar la extracción legal del ya agotado acuífero y si su tramitación parlamentaria no sale mal, será una realidad antes de verano.

“La Unesco pedirá a España más información antes de pronunciarse, tal y como establece la convención del patrimonio mundial. Mientras tanto, se refiere a la última decisión del comité mundial en la que pide a España que cumpla con todas las recomendaciones de la misión de 2020”, advierten fuentes del organismo internacional que vela por el patrimonio cultural y natural. Entre esas recomendaciones al Gobierno español , la UNESCO le exigió avanzar en el desarrollo del plan de protección del acuífero de Doñana, y del que cinco años después de su puesta en marcha, la Junta de Andalucía sólo había ejecutado el 17% de sus medidas, según lo informado por la organización conservacionista WWF.

Tanto el Gobierno central como los grupos ecologistas han salido airosos este martes a denunciar la intención de los tres partidos más derechistas de Andalucía en un año electoral. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, ha advertido de que la iniciativa «carece de marco legal» y ha lamentado su «falta de lealtad institucional». El CHG gestiona los permisos de agua y riego de los frutos rojos plantados junto a Doñana.

Mientras Unidas Podemos y Adelante Andalucía tildaban la medida de «ataque medioambiental» y «amnistía para los ilegales», el PSOE andaluz guardaba silencio. Los socialistas alegan que están estudiando el proyecto de ley porque es un «tema muy complejo», a pesar de que lo conocen desde hace una semana.

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La paradoja es que el espacio protegido más emblemático de España tiene su enorme acuífero de 2.409 kilómetros cuadrados bajo mínimo y sus lagunas casi completamente secas. La sequía afecta a 4,3 millones de personas en la cuenca del Guadalquivir, Especies de flora y fauna luchan por sobrevivir en Doñana y los expertos advierten que la previsión es que cada vez llueva menos en el sur peninsular. Sin embargo, los dos partidos que gobiernan Andalucía y la extrema derecha prevén incrementar el regadío en 1.461 hectáreas que consumen unos siete hectómetros cúbicos al año al borde del parque natural, según cálculos de expertos en regadío agrícola.

“Es un ataque directo a Doñana y esto provocará una imagen pésima para el sector fresero. Ahora atacaremos los supermercados europeos y los agricultores legales pagarán lo justo por los pecadores, pero es un descaro intentar salvar unos cuantos ilegales en Lucena y Moguer”, critica Felipe Fuentelsaz, coordinador de agricultura de WWF. “A los mismos campesinos que le pegan al vivero del río se les premia legalizándolos, y se desprecia a los que cumplen la ley. Es lo más nefasto que he visto en política por un puñado de votos”, añadió.

El presidente de la Conferencia Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, ha criticado que la iniciativa solo traerá mala publicidad para los frutos rojos de Huelva, el 80% de cuya producción acaba en los supermercados europeos. “Poner a Doñana y su industria agrícola en el punto de mira internacional, europeo y nacional, con mercados tan sensibles en términos de sostenibilidad y su trazabilidad ambiental, es una temeridad”. Páez critica que tanto la Junta como el PP, Ciudadanos y Vox sepan que tras la legalización de los invernaderos deben tener la dotación de agua, y el organismo que la concede es la Confederación Hidrográfica.

Con la reciente declaración de sequía, se ha abierto un escenario hasta ahora inédito en la zona de Doñana: cada vez llueve menos y los recursos son más escasos, por lo que si aparecen nuevos agricultores con hectáreas de regadío y adquieren derechos de agua, los primeros en sufrirlo serán los agricultores legales que recibirán menos agua de las ya menguantes reservas. El nuevo Plan Hidrológico prevé una reducción de los cultivos de regadío del 5% hasta 2027. Mientras tanto, lLos embalses de la cuenca del Guadalquivir solo están al 28% de su capacidad y todavía no llueve mucho.

Estado de la laguna de Santa Olalla en el Parque Nacional de Doñana, el pasado mes de octubre.paco puentes

Ante las alertas internacionales y la denuncia de la Comisión Europea a España, En 2014 la Junta de Andalucía dio un paso tras siete años de estudios y acordó un plan que legalizaba 9.340 hectáreas y dejó fuera de servicio aquellas 1.461 hectáreas de cultivos en los municipios de Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado, todos en Huelva. LLa Junta de Andalucía presume de tener una revolución verde en marcha y mantener un comisario de cambio climático y transición energética, una iniciativa y un organismo sin apenas contenido real. Tanto el Ministerio de Medio Ambiente como el comisario, Juan Manuel Muñoz, se negaron este martes a pronunciarse sobre la medida parlamentaria propuesta.

La Justicia ha abierto multitud de causas contra estos ganaderos ilegales tras el fracaso de la vía Administrativa. “Un proyecto de ley es un tema político y en las elecciones los ciudadanos sabrán lo que tienen que hacer. Si se aprueba, veremos cómo afecta, pero a priori no afectará a las investigaciones penales», ha aclarado el fiscal jefe de Huelva, Alfredo Flores. La Fiscalía recurrirá «casi con seguridad» la sentencia que absolvió recientemente a 13 agricultores y dos Exalcaldes juzgados por extracción ilegal de agua en 13 fincas Tras el fallo, el Ministerio Público y la Abogacía del Estado han pedido al tribunal aclaraciones para subsanar omisiones.

Tanto la Guardia Civil como la CHG han multado a los agricultores incumplidores, pero estos han sido apoyados por sus alcaldes y otras autoridades, como el vicepresidente del PP de Huelva, Alberto Fernández, que arengaba hace dos años a los agricultores de Lucena del Port . “Lo estás haciendo como un hijo de puta”, les dije. Hasta ahora, cuando una patrulla de agentes medioambientales cerró un pozo en los terrenos de Doñana, los agricultores hicieron otro a pocos metros para seguir regando, hasta que el acuífero quedó sobreexplotado y sus reservas al mínimo.

El parlamentario del PP que presentó el martes el proyecto de ley, Manuel Andrés González, defiende el cambio de plan: “No nos preocupa nada la UNESCO porque no va a amnistiar a nadie. La mayoría de las fincas afectadas están a 30 kilómetros de Doñana, es que el plan se llama así. Pedimos su legalización para que el Gobierno construya la infraestructura hídrica que permita a los agricultores regar con agua superficial”. El PP alega que el Gobierno debe ejecutar un proyecto de trasvase de la cuenca del río Tinto a los cultivos próximos a Doñana, unas obras por el momento aparcadas por el Ministerio de Transición Ecológica.

Los dos proyectos de ley se tramitarán en el último periodo de sesiones de la legislatura antes de la convocatoria de las elecciones andaluzas. Los grupos que apoyan al Gobierno no podrán tramitar las dos iniciativas en lectura única, ya que no cuentan con el apoyo de la oposición. Sí pretenden que se tramite por la vía de urgencia que acorta los plazos a la mitad. La Junta del Parlamento de Andalucía se reúne el 2 de febrero y allí ordenará el debate del primer pleno del año para los días 9 y 10 de febrero. Fuentes parlamentarias calculan que entre el debate en comisión y su aprobación final en pleno , pasará «un mínimo de dos meses».

Mientras los cultivos y pozos ilegales se mantienen a pesar de la actuación policial y se alimentan del acuífero, las lagunas temporales de Doñana han pasado de 2.867 en 2004 a solo dos en la actualidad, Santa Olalla y La Dulce, ambas de poca profundidad.

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