Poca confianza de Abinader en su conglomerado político para recuperar prestigio


Muchos asumen el cambio del ministro Fulcar, como una destitución; en realidad, se le dio un decreto de ministro sin cartera, lo que equivale a meterlo en el congelador para que se enfríe, como una olla de gran importancia.

En este momento, Roberto Fulcar se encuentra en una situación similar a la del coronel Macondo, quien no tiene quien le escriba; pero eso se olvida con el tiempo y con los escándalos por venir, porque si Luis Abinader no lo hubiera necesitado, lo hubiera dejado sin funciones, para que la justicia investigara los desmanes que se le atribuyen.

El señor Fulcar fue jefe de campaña del candidato Abinader; la estructura electoral que ha construido en el territorio nacional es de su dominio; En los próximos dos años, en el PRM-PRD, solo hay una persona capaz de hacer lo que hizo Roberto Fulcar, y ese es el señor Guido Gómez Mazara, que no está en la misma línea que el presidente Abinader.

El presidente Luis Abinader quitó la zarza porque sus números están cayendo más rápido que los días calendario; Pero contrario a lo que muchos pensaban, no miró dentro de su partido, por lo que su confianza en su conglomerado político para recuperar el prestigio del gobierno es muy baja.

Cuando durante la última campaña presidencial, que le dará la presidencia, Abinader tuvo que seleccionar a su candidato a la vicepresidencia, tomó la opción de un representante del sector empresarial, y para puntear las i, lo eligió del Cibao; quien envió un mensaje claro sobre la posición de la base política del gobierno que encabezaría a partir de agosto de 2020.

Sin duda, la base social y política del gobierno del PRM-PRD encabezado por Abinader es parte del empresariado nacional. Esto nos deja sin explicación de por qué el presidente deja desprotegidos a representantes de esta clase que lo apoya en el poder.

Como se ha dicho, y nadie lo ha negado, el altercado con el ingeniero Macarrulla fue tan amargo que Abinader mandó por su seguridad al despacho presidencial; Macarrulla está en el caso Medusa, y en este gran escándalo empiezan a surgir otros nombres.

Don Juan Bosch dijo que en República Dominicana el rumor está ganando importancia como categoría política; pero desde hace algunos años hay que decir que hay rumores y “otros rumores”.

Cuando a un rumor le sigue un evento inexplicable que solo se puede vincular con ese rumor anterior, seríamos tontos si ignoramos lo que escuchamos antes.

Se dice que Jean Alain Rodríguez está por cantar; pero que no cantaría para involucrar al chef principal, es decir, el que le dio licencia de venado, sino que lo haría para desenmascarar a otros Macarrullas; eso significa que aplastaría por completo la base social y política del gobierno.

Daniel

Tras este rumor, el presidente de la Corte Suprema de Justicia llega rápido y ligero, aparentemente sin invitación, a Palacio Nacional, para una visita inesperada que nadie puede explicar.

Lo que el Dr. Luis Henry Molina le dijo al licencioso Paliza es dominio de ellos dos y del Presidente Abinader; pero lo cierto es que sus palabras fueron un mensaje de una persona llamada Danilo Medina.

La posición del expresidente Medina frente a la justicia lo mantuvo ocupado durante varios meses buscando un punto débil en el gobierno; y al parecer lo encontró en las relaciones entre los empresarios y el jefe de Estado.

El futuro dirá, que tan fuerte golpeará el gobierno a la familia Medina y sus seres queridos sujetos a su indelicadeza; o si, por el contrario, se autoriza a Jean Alain Rodríguez a retirar los altares.

Nos reímos suavemente cuando escuchamos que llamaban loco al expresidente Hipólito Mejía, y sonreímos porque sabíamos que no lo estaba; Por eso recordamos una de sus salidas brillantes, cuando fue cuestionado sobre solicitudes judiciales por corrupción: “El día que pase algo así aquí, no quedará un solo altar en pie”.

Al parecer, Mejía tenía razón; los «santos» corren buscando refugio, y los altares tiemblan, no se sabe si caerán.

jpm-am



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