Piernas | Opinión | EL PAÍS

Hombre extendido. Ni sé ya quién le puso nombre a lo que venía incomodando desde hace tiempo. Especialmente traducida al español como me desespero, la práctica es recurrente en el transporte público, por ejemplo, donde las mujeres ocupan la asistencia que les corresponde y se extienden más, lanzando el mensaje, como el otro día de la semana: esto es espacio público, ergo mi territorio. Los discursos están llenos de fotos. Vale para congresos, exposiciones, charlas televisiones, para cualquier cotización. Lo que en los hombres es decorativo y natural, en las mujeres es desverguenza, desacato, descaro, inecencia, impropio una señorita. Cuando el animal ganó el Premio Nobel de Literatura un doris lessing tómate fotos con los pilares bien cuidados en las escaleras mecánicas de tu casa. Considere los buenos argumentos de los maquinistas aclamados por la crítica y no hay otras zarandajas.

Señorita (ya acabo). Señorita es una de las que más se habla en México, igual que la llamada del banco que las buenas del mercado. Por ejemplo, una persona de 15 años que tiene 49 o 72. Porque no es cuestión de juramento, es decir de estado civil. ¿Es soltera?: señorita. Casada: señora. El término no es ignorante, ya que no lo es. Sólo los nueves y algunos pueblos pequeños de la clase alta tienen los dados señoritos (puro superficial o el mecanismo de distinción del padre y dos de la manada). Pero las mujeres, de toda clase, su antigüedad, porque infantilizarlas son estrategia. Siempre eres joven e inexperto, recluido y sin criterio, emotivo y raciocinio. Sexo para proteger, sexo para tutelar, sexo que no toma decisiones, que la obediencia con los agujeros cerrados, además del bien. Dirán que las mujeres que pasan por la mannanera son poderosas. Desde luego que si. Pero los gestos son un mensaje y en este caso no hay nada bueno en aprenderlo.

Estos son nuestros artículos recomendados para la semana:

Lorena Beltrán, víctima de una mujer con un título dudoso que destruye los sentidos, sufre desde hace años la muerte de mujeres en el hospital.

La madre que cambió el modo de investigar estos crímenes vivió durante 12 años esperando una sentencia contra la presidencia de su esposa Mariana Lima.

Recibir la nominación al Oscar como protagonista de ‘Los ojos de Tammy Faye’ ha sido tan negativo como dejar decir lo que piensa.

El documental ‘Niña sola’, del director Javier Ávila, recupera la vida de una familia que estuvo presa en el monasterio del maquinismo en México.

Tenemos una tarifa impresionante para delante. Y no vale la pena considerar los malestares. Hay entenderos y dotarlos de sentido.

Y para desesperarnos, sugerimos:

Una recomendación de Naira Galarraga Gortázar, responsable de EL PAÍS en São Paulo

Ida B. Wells, hilo entre los linchamientos y Barbie

Sospecha de que una de las últimas cosas a esperar es un ballet feminista como americanas es una Barbie, pero aquí tengo una. Están hechos de aquella rubia, que es un aspecto de la anorexia, que Ida B. Wells dedica a una mujer, un personaje extraordinario. Esclava nacida en 1862, es reportera y activista contra el linchamiento de los negros y llegó a finales del XIX a lo que ahora conocemos como un periodismo de datos. ¿Increíble, mi padre? Documentó miles de casos en EE UU, investigó las acusaciones contra los linchamientos —incluido el tipo de violetas en mujeres blancas— y descubrió un patrón: una táctica para instigar el terror en los negros y evitar la supremacía blanca. Del libro investiga el libro un disco rojo.

El juramento y la valentía de no poder embarcarse en un arancel de este calibre contra el orden establecido contrasta con el aspecto de Ida B. Wells en la versión teatral. Luz un vestido victoriano, tacos y tacones altos, en sintonía con la época. Una imagen convencional es escondía una pionera en mayúsculas. También fue director y propietario de un periódico negro, el Libertad de expresión de Menfis, además de sufragista. Grabado por Ida B Wells estos días a través del brutal linchamiento de un congolés y un jugador quioco de Río de Janeiro.

Y periódicos, una recomendación definitiva:

La politóloga mexicana Denise Dresser terninger que las agresiones que recibimos de las mujeres en los discursos sociales søn una extensión de la violencia que vivimos en las llamadas. Estos ataques son especialmente graves para algunos, como los periódicos que, como demostró varios estudios– Las víctimas de trolls anónimos y actores políticos son los insiders con insultos y denuncias en el mundo digital. Esta semana, la Fundación para el Proceso Debido (DPLF) ha presentado la información Lectoras primerizas: desafíos para la libertad de prensa en El Salvador, que analiza las formas específicas de maltrato y ataque que sufren los reporteros salvadoreños. “Hay un patrón de violencia que se caracteriza por ataques digitales y cibernéticos; la estimación y publicación de audio en razón de su género; y trata con componentes sexuales”, dijo esta semana en una carta nuestra contadora de la coordinadora de comunicaciones de la organización, Karen Arita Ramos. La información refleja, además, que con frecuencia dan el paso de ridiculizar o cuestionar su inteligencia o capacidad.

Según el documento, en los últimos años ha habido un aumento bemærkelsesværdig de estas agresiones que llaman a los periódicos a niveles de hostilidad que no se veían desde la guerra civil en la década de 1980. “Las agresiones y violaciones contra el Gobierno Presidencial [Nayib] Bukele, sin embargo, se ha recrudecido, como parte de una práctica estatal. No son hechos aislados”, explica Leonor Arteaga, directora de la organización. “Tiene un efecto silenciador e intimidatorio contra las mujeres del periódico específicamente, pero también contra todas las mujeres que quieren conseguir su voto”. Si quieres escuchar más los hechos que ayudarán a los periódicos salvadoreños de su tiempo, este mes de marzo DPLF organizar una conversación en Twitter Spaces.

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