PASO 2021: Una semana de vértigo para que el peronismo argentino recupere votos | Internacional

los peronismo ha cerrado filas para ganar votos y retener el poder en el Congreso de Argentina. El gabinete engendrado por una guerra abierta entre el presidente, Alberto Fernández, y su segundo, Cristina Fernández de Kirchner, después derrota en las elecciones primarias Ha arrancado como una aplanadora para recuperar el terreno perdido de cara a las elecciones legislativas del 14 de noviembre. Mensajes de unidad, reuniones a las ocho de la mañana en la sede de Gobierno y anuncios de entrega de medidas políticas y económicas dirigidas a mejorando el bolsillo y el humor social de los argentinos.

El nuevo Jefe de Gabinete, el veterano líder peronista Juan Manzur, ha estado a la vanguardia de la comunicación oficial. En su presentación pública en el nuevo cargo, Manzur anunció este martes junto a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, la desaparición de casi todas las restricciones que aún estaban vigentes debido a la pandemia del covid-19. Las máscaras ya no eran obligatorias en las calles y otros espacios abiertos; las fronteras se reabrirán por completo al turismo extranjero: se permitió que los espacios comerciales, gastronómicos y culturales volvieran al 100% de su capacidad; y se habilitó el regreso del público a eventos masivos, como el fútbol, ​​la religión pagana de los domingos en Argentina.

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Afuera de la puerta, se acabó la crisis política que paralizó al Ejecutivo argentino. «Vamos a redoblar nuestros esfuerzos», dijo el miércoles el mandatario, en una de sus pocas apariciones públicas de la semana, cuando encabezó la inauguración de una Facultad de Medicina en las afueras de Buenos Aires. Rodeado de líderes nacionales, alcaldes y simpatizantes, Fernández reiteró que ha escuchado el mensaje expresado en las urnas y ha decidido dar un nuevo impulso a las políticas de gobierno.

El 14 de noviembre, Argentina realiza elecciones parciales en las que resultan elegidos la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. El partido gobernante está jugando el control de ambas cámaras, que perdería si se repite la abrumadora derrota de hace dos semanas. La alianza opositora Juntos por el Cambio ganó en 18 de las 24 provincias en las primarias del 12 de septiembre, en las que se votó a los candidatos a diputados nacionales. Todos los distritos principales quedaron en manos de la oposición, incluida la provincia de Buenos Aires, bastión histórico del peronismo y responsable de casi el 40% de los votos nacionales. En las ocho provincias donde se votaron los precandidatos a senadores, seis quedaron en manos de la oposición y dos en las del partido gobernante.

La campaña electoral de los próximos dos meses se centrará en la economía. Mientras la oposición estudia los próximos movimientos, el Gobierno acelera la recuperación económica con medidas proconsumo. El martes decretó un aumento interanual del salario mínimo de 52,7%, que llegará a 33.000 pesos (unos $ 300 al tipo de cambio oficial) en marzo. Tras varios años de pérdida de poder adquisitivo, el aumento supondrá una recuperación real de los salarios más bajos al vencer a la inflación, que se espera rondaría el 48%. Para las clases más pudientes, el Ejecutivo eximió del pago de un impuesto al trabajo a quienes ganan menos de 175.000 pesos brutos mensuales (casi 1.700 dólares, al tipo de cambio oficial, 900 en el mercado informal).

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En la próxima semana, también se espera que el Gobierno anuncie un bono extraordinario para los jubilados y para la población de menores ingresos, los más afectados por la pandemia del covid-19 y la cuarentena impuesta para tratar de reducir su impacto. Las restricciones agravaron la crisis que atravesaba el país desde 2018 y la pobreza trepó al 42% de la población, la cifra más alta en casi dos décadas.

«Eran anuncios planeados para más tarde, pero al perderlos se aceleraron», dice la politóloga Lara Goyburu, considerando que el gobierno dio un giro al timón y puso la política económica por delante de la eléctrica. «En noviembre veremos si estas medidas son suficientes, con poner más dinero en el bolsillo de la gente, o si lo que piden los ciudadanos son reformas estructurales», cuestiona.

Paralelamente a la promoción de políticas públicas, el Ejecutivo también busca recuperar territorios que el pasado 12 de septiembre le dieron la espalda a la coalición oficial Frente de Todos y votaron por la oposición, como la provincia de Buenos Aires y gran parte del norte argentino. «El peronismo está gobernando», dijo Manzur, de excedencia como gobernador de la norteña provincia de Tucumán, a modo de arenga en la primera reunión conjunta del nuevo Gabinete, en la que reaparecieron figuras con mucha experiencia política, como Aníbal Fernández, ahora al frente de la cartera de Seguridad, y Julián Domínguez, Ministro de Agricultura.

«Manzur tiene un buen diálogo con los gobernadores [provinciales] y Domínguez con los alcaldes de la provincia de Buenos Aires. Hay una lectura de volver a un peronismo que reconecta con el territorio y con su tradicional agenda de garantizar el pan y el trabajo, más que un peronismo metropolitano, con agendas ligadas al siglo XXI como hasta ahora ”, apunta Goyburu.

En los barrios militantes políticos y referentes de movimientos sociales afines al Gobierno van de casa en casa en busca del 32% de los argentinos que optaron por no acudir a las urnas, a pesar de que el voto es obligatorio en Argentina. Ellos decidirán el resultado electoral de las elecciones legislativas y con él, el margen de maniobra del Gobierno en los próximos dos años.

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