nutrirla con personal reclutado en Taiwán


En la coyuntura actual de tensión entre China y Taiwán la estrategia más prudente para TSMC, el mayor fabricante de chips del planeta, no es otra que expandirse y montar algunos de sus nodos de litografía de vanguardia más allá de las fronteras de su tierra de origen. La planta de 10.000 millones de euros que presumiblemente estará alojada en el estado de Sajonia (Alemania) será importante en el futuro, y la fábrica que ya está equipando en Arizona (EEUU) también será crucial. Sin embargo, a TSMC no le está yendo en el país liderado por Joe Biden como había previsto.

A los responsables de la planta de vanguardia que está poniendo a punto en Arizona les está costando mucho encontrar el personal cualificado que necesitan. Tanto, de hecho, que las fuentes que han dado visibilidad a esta información aseguran que se ha adueñado de ellos la frustración. Y parece haberlo hecho porque este déficit de personal ha provocado que TSMC se vea obligada a retrasar un año el inicio de la producción de chips maduros en esta planta, fechando este momento en 2025.

Morris Chang, el fundador de TSMC, vaticinó que las plantas de su compañía en Estados Unidos sufrirían, y es justo lo que está sucediendo ahora mismo. Este ejecutivo ha destacado en varias ocasiones el que para él es el ingrediente fundamental que ha llevado al éxito tanto a TSMC como a otros fabricantes de chips japoneses y surcoreanos: su cultura del trabajo. EEUU no tiene esto a su favor. Y presumiblemente Alemania tampoco, aunque parece que esta compañía taiwanesa ha dado con la fórmula que necesita para que su futura planta de Sajonia funcione como un reloj suizo.

TSMC está decidida a exportar la cultura de trabajo de Taiwán

Según Fortune esta compañía se ha granjeado la fama de defender una cultura corporativa «brutal», y, al parecer, a muchos trabajadores estadounidenses esta filosofía los intimida. Algunos antiguos empleados en EEUU aseguran que las jornadas laborales de 12 horas y los turnos de fin de semana son muy habituales. «En TSMC todo es obediencia. No está preparada para América», asegura uno de sus ingenieros sin desvelar su identidad. De una cosa podemos estar seguros: esta empresa taiwanesa no está dispuesta a tener los mismos problemas en Alemania.

Algunos medios asiáticos, como DigiTimes, han sostenido durante semanas que la planta de TSMC en Alemania corría peligro

Durante las últimas semanas, además, DigiTimes y otros medios asiáticos han sostenido que la planta de fabricación de semiconductores proyectada por TSMC y el Gobierno alemán corría peligro debido a la crisis económica en la que está sumido este país centroeuropeo, el alto precio de su energía, las evidentes diferencias culturales entre Alemania y Japón, y también por la escasez de mano de obra y, como hemos visto, por los desafíos que plantea desde el punto de vista de los recursos humanos. Sin embargo, de nuevo según DigiTimes, el proyecto sigue adelante, aunque este medio asegura que los ejecutivos de TSMC han tomado una decisión muy peculiar.

Habitualmente cuando una multinacional pone en marcha una filial en otro país destina algunos puestos relevantes a empleados de confianza que suelen proceder de su país de origen. Sin embargo, en Alemania TSMC planea ir mucho más allá. Y es que ha abierto en Taiwán un proceso de reclutamiento de estudiantes que persigue seleccionar a una parte del personal que trabajará en la nueva planta de Sajonia. También está fichando a estudiantes internacionales en Alemania, pero es evidente que contar en este país europeo con una parte significativa de personal taiwanés representa una manera eficaz de exportar su cultura de trabajo, así como de lidiar con los desafíos que planteará la fábrica de Sajonia en el ámbito de los recursos humanos.

Imagen de portada: TSMC

Más información: DigiTimes Asia

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