Nivel educativo de jóvenes es bajo

Nivel educativo de jóvenes es bajo


El estudio de Educa fue presentado ayer.

De 2.7 millones de jóvenes entre 15 y 29 años que hay el país, más de 750 mil están desempleados y un número cercano al millón están sin estudiar y sin trabajar.

Así lo reveló un estudio realizado por Acción por la Educación (Educa) que además determinó que el nivel educativo de los jóvenes dominicanos es bajo, a pesar del aumento de la cobertura en el nivel secundaria, pues en el año 2016, el 41.6% de los jóvenes entre 19 y 24 años de edad no había completado la secundaria, y el 24% de jóvenes que logró completar este nivel, no se matriculó en el nivel superior.

“Esto se debe principalmente a la alta tasa de abandono escolar: el 37.7% de la población joven había dejado de asistir a la escuela o la universidad en 2016”, agrega la investigación auspiciada por el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo y el programa Nuevos Empleos y Oportunidades, impulsada por el Grupo BID.

La investigación resalta que existen factores económicos y sociales que motivan el abandono de los estudios, afectando de manera distinta a hombres y mujeres. En el caso de los hombres, la principal razón (39.8%) por la que descontinúan los estudios es debido a la necesidad económica que los impulsa a ingresar al mercado de trabajo aun con certificaciones precarias y de informalidad.

Mientras que el 39.8% de las mujeres salieron de manera prematura del sistema educativo, debido a que contrajeron unión conyugal o quedaron embarazadas.

“Las mujeres que están en una relación están formalizando sus vínculos con hombres mayores, que pueden tener 10 o más años en la pareja”, comentó el director ejecutivo de Educa, Enrique Darwin Caraballo tras la presentación del informe.

Indicó que la capacidad laboral y la educación superior son los factores que inciden en la probabilidad de los jóvenes obtener un empleo formal.

Plantea hacer una reforma curricular

Dentro de las recomendaciones que Educa hace para cambiar la realidad de esa población está una profunda reforma educativa que incluya competencias técnicas y convivencia entre los jóvenes. Reforzar la lectoescritura y las matemáticas para la vida, así como un cambio curricular en los aspectos tecnológicos y formar personas para emprender, no para buscar empleo.