Niños, adolescentes y madres de todo el planeta han perdido el 20% de sus servicios sociales y de salud por la Covid



Las madres, los recién nacidos, los niños pequeños y los adolescentes están perdiendo el 20% de sus servicios sociales y de salud debido a la pandemia de COVID-19, según un panel de expertos mundiales en salud que ha analizado la situación desde principios de enero.

«Los sistemas de salud en las naciones ricas y pobres luchan masivamente y los servicios para madres, recién nacidos, niños pequeños y adolescentes se están desmoronando«, alerta Elizabeth Mason, copresidenta del Panel de Responsabilidad Independiente (IAP) del Secretario General de las Naciones Unidas para la mujer, el niño y el adolescente revisa el impacto de COVID-19 en estos grupos.

«Especialmente preocupantes son los descensos en el acceso a las vacunas que salvan vidas a los niños y los servicios de salud materna debido a cierres y restricciones de movimiento. Las campañas de inmunización se están deteniendo y los trabajadores de la salud están siendo desviados de la maternidad a las unidades COVID-19″, agrega la doctora Mason.

El resultado son 5,3 millones de muertes en niños menores de 5 años según estimaciones previas a la pandemia, y más de 400.000 muertes adicionales debido a interrupciones en los servicios relacionadas con COVID-19; 2.5 millones de muertes de recién nacidos antes de la pandemia, con un mínimo de 168,000 muertes adicionales estimadas, y 295.000 muertes maternas pre-pandemia, con un estimado de 24.400 muertes adicionales.

Además, 13,5 millones de niños no recibieron las vacunas contra enfermedades potencialmente mortales. Más de 20 países informaron escasez de vacunas causada por la pandemia. Igualmente, señala que la interrupción de los suministros de anticonceptivos que conducen a 15 millones de embarazos no deseados en países de bajos y medianos ingresos, que alrededor de 42-66 millones de niños corren el riesgo de caer en la pobreza extrema, mientras unos 370 millones carecen de comidas escolares.

Las siete grandes carencias que señala el informe: se necesitan 18 millones de trabajadores de salud; los datos que emergen de los países sobre COVID-19 han sido incompletos; la ausencia de asunción de responsabilidades y de rendición de cuentas; la subinversión en bienes comunes para la salud; la falta de cobertura universal de salud y atención primaria de salud, el progreso en otros sectores, como agua, saneamiento e higiene y las desigualdades, agravadas por la pandemia.



Fuente