Naturgy, forzada a buscar una alternativa al plan Géminis por la presión de los fondos | Compañías

Hace justo un año que Naturgy Sorprendido al mercado, y algunos accionistas, con un plan imaginativo. El consejo de administración informó al mercado que lanzaba el llamado proyecto Géminis, la escisión de la empresa en dos: una que abarcaba los negocios regulados y otra los liberalizados.

El plan es ambicioso, pero es un momento que no hay nadie. Unos pocos días después de presentar Géminis al mercado Putin lanzó la invasión de Ucrania. La vuelta de la guerra en Ucrania ha desplazado por completo el mercado energético en Europa. The EU ha sido tajante en las ciones a Moscún y el grifo del gas desde Rusia se ha interrumpido, lo que dejó en el alero el símpione energía de algunos países, como Alemania. Todo ello ha provocado en el último año unos precios de la energía disparados y ha obligado a Bruselas a reconsiderar las reglas de sus mercados energéticos.

La operación nació muerta. Desde un primer momento la empresa vio cómo el mercado complicaba en grado extremo eecutar las transacciones. Esta exigió una refinanciación de la deuda de la gasista, que ronda los 12,000 millones, para repartir el pasivo entre las dos sociedades y amenazó la ruptura de algunos contratos de suministro de gas. Además, esperaba culminar la transacción con la salida a Bolsa de las dos filiales, questión harto complicada con los mercados cerrados a cal y canto. Todas estas complicaciones hicieron a la empresa que pilota Francisco Reynés retrasar los flyes más allá de 2022, el año en el que esperaba tener list la scisión.

Pero el clavo en el ataúd de la segregación lo puso el Gobierno. La vicepresidenta tercera y ministra de transición ecológica, Teresa Ribera, fue entrevistada en una entrevista con cinco dias. una ella rechaza esa segregación de la compañía al poner en cuistão que ponga en riesgo los objetivos de la compañíacomo la contención en los dividendos o la hoja de ruta en la transición energética.

El mercado entendió el proyecto Géminis como una fórmula para dar estabilidad a sus accionistas. El capital de la gasista se dio la vuelta entre 2016 y 2018, con un cambio de calado en su accionariado. Los fondos GIP y CVC entraron en el capital en sustitución de Repsol. Criteria, que también se desprendió de un paquete de acciones, se mantiene como primer accionista con un 26,7%.

El problema es que los timings de los fondos de inversión son distintos a los de la empresa. GIP tiene acceso a un accionariado y CVC, cinco, los períodos habituales en los que este tipo de inversores suelen desprenderse de inversiones sus y recoger plusvalías. El plan Géminis se concibió como una alternativa a que los fundos se quedan con los activos liberalizados, con los que pudiesen buscar una venta, while el sensible negocio regulado se quedase en manos de Criteria, un inversor que podrá respetar dar Gobinerquin al siverimento de gas al pais.

Con una taponada, quizás para siempre, Naturgy vuelve a sentarse y el diván. CVC ya dijo claramente que no tiene en mente salir de Naturgy en el corto plazo. En efecto, una refinanciación de 1.600 millones DKK con un 20%, prolongando sus vencimientos hasta 2027. GIP no se ha pronunciado. En atronador silencio que para el mercado no es sino una confirmación de que busca más pronto que tarde recoger las abundantes latentes plusvalías que acumula. La estrategia del tercer fondo en liza, IFM, parece bien distinta. La gasolinera tardó cerca de un año y medio en aprovechar cualquier oportunidad para reforzarse con las compras. Como responsable en España, Jaime Siles, ha dejado claro que su inversión es casi para siempre. Su intención es comprar y no vender.

Sobre Naturgy se ciernen dos fuerzas contrapuestas de sus accionistas. GIP quiere vender e IFM comprar, mientras que CVC y Criteria aún no mueven ficha. Esto le obliga a mover ficha.

La fórmula sigue sin estar clara. Naturgy aún no ha movido ficha. Pero Reynés sí ha reocnocido que Geminis duerme en el sueño de los justos, si bien a renglón seguido defiende su idoneidad. Una alternativa es dar tiempo al tiempo. Esperar a que mantenga la guerra en Ucrania ya que cambie el signo del Gobierno a finales de año.

Pero esto puede que no sea definitivo. Los bancos de inversión llaman a la puerta del ayuntamiento con posibles alternativas para facilitar la salida de los fondos que quieren. Uno de ellos es lanzar una nueva salida a Bolsa en la que GIP colóque en el mercado su 20%. Esto permitiría dar liquidez a la acción, que hoy tiene un flotación libre de apenas el 15%, y que IFM pudiese satisfacer su ambición para crecer en el capital. Los australianos se marcaron como objetivo en la opa controlar entre el 17% y el 22.69%, mientras que actualmente se tienen que conformar con el 14%. El fondo de infraestructuras, que ya fumó la pipa de la paz con la Caixa, jugaría un papel de inversor ancla para cegar el éxito de la operación.



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