Monkey Club, ha nacido una pieza privilegiada de Playa Palmera


Monkey Club fue inaugurado con un fiestón con Möet Chandom y bar abierto, música electrónica y mucha espuma, en Playa Palmera.

Las modelos recibían a la entrada de la fiesta (Fotos servidas)

Las muchachas se deshicieron de sus ajuares largos y sacaron a relucir líneas curvas y bikinis. La fiesta duró hasta tarde en la noche.

El Monkey rojo, en éxtasis ante tanta belleza

El Monkey Club es la niña linda de los ojos de Andreas Metzler, y de su esposa Yamilex Ureña. Así como de Mayra Aguilera, directora administrativa de Playa Palmera the Royal Beach Resort.

A la fiesta inaugural asistieron entre otros los periodistas Ramón Almánzar, Pachico Tejada, Héctor Romero, Wanda Sánchez, Marilyn Ventura, Anelis Pardes.

Una de las más majestuosas villas de Playa Palmera

Además un grupo de ‘influencers’: Mey Feliz, Harrison de Mora, Bryan Elton, Delane, Los muchachos y Carasaf Sánchez.

El actor e influencer Carasaf Sánchez quiere hacer el crossover a la bachata

El club lo compone un bar bien dotado de espumantes, vinos, licores y alcoholes principales, donde Dmitri -un joven moscovita-, mezcla y sirve.

Encima una atalaya, desde donde lo mismo se puede animar una fiesta que sube a admirar las bellezas de un paisaje que no termina con la playa.

Möet Chandom aliado de Monkey Club y Playa Palmera

Una gran piscina, con surtidores y palapas, algunas más allá de la orilla de la piscina. Y allá, al final de la piscina, presidiéndolo todo el Monkey rojo.

El personaje parece salido de una película de los universos de súper héroes. Una escultura en fiber glass, color rojo que echa humo y lanza espuma. Su altura, sobre el pedestal unos 5 metros.

Monkey Club, en la alta noche

Y cuando mejor se admira es en las noches de fiesta del Monkey Club. Entonces, toma vida, mueve los brazos, abre la boca y… ¡Hay que verlo!

Playa Palmera es el mejor y más original destino en Uvero Alto.

La playa es grande, limpia, llena de palmeras, de ahí su nombre

Se comercializa por AirBnby y está compuesto por dos grandes complejos de apartamentos, cada uno con una gran piscina al centro.

Una de las nuevas villas del complejo

Y con villas de varias habitaciones y espacios, cada una con piscina y otras comodidades.

Hay también carritos de golf.

Arriba, restaurante Florecita

Monkey Club y mucho más

El restaurante Mami Chula es más apegado a la cocina dominicana y el Castaways, en la orilla de la playa, es de mariscos. Éste último muy recomendado para los amantes de los mariscos.

Pero sobre ellos y en toda la zona reina el restaurante Florecita. Un restaurante de alta cocina, con un equipo unido y comprometido con la calidad.

Uno de los bloques de apartamentos con piscina al centro

Florecita se encuentra en el tercer piso del edificio que hay a la entrada del complejo. Incluye heladería, pizzería, restaurante de pollos fritos, café. Así mismo un supermercadito (bien surtido), barbería y salón de peluquería, gimnasio y oficinas administrativas.

Los precios son atractivos. Pero lo de más cinco estrellas de todos los elementos que enamoran del lugar es la amabilidad del personal que trabaja. El sentido de pertenencia, la empatía, la cercanía.

Y en eso da ejemplo su propietario Andreas Metzler, un coterráneo de Goethe. Eso sí, asimilado por ese mundo que tan bien describen de este lado Rita Indiana o Junot Díaz.



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