Momento de depurar los partidos políticos   –


EL AUTOR es periodista. Reside en Santiago de los Caballeros.

Ahora que estamos en la “Era del Cambio”, con nuevo presidente y partido gobernando, que ha levantado como bandera fundamental el adecentamiento de la política y el ejercicio gubernamental, que está con una “justicia independiente”, que mete preso a los colaboradores del pasado gobierno por corrupción, es preciso que también asuma la depuración de los partidos y de su organización gobernante.

Es momento en que todos los partidos políticos inicien una depuración. 

Es lamentable que República Dominicana siga siendo afectada por la penetración de la criminalidad y narcotráfico en la política, y los culpables son los partidos, los líderes y candidatos, porque si lo sabe el más común de la gente que uno u otro individuo hace ostentación de riqueza, carros y propiedades de lujos, que se le señala en voz popular que es narco, como ellos no lo van a saber y sospechar. 

Incluso vemos individuos que han sido deportados e investigados por lavado, narcotráfico y en esos partidos llegan a ser diputados y senadores. 

Es una complicidad que espanta y pone en riesgo nuestra institucionalidad y nuestra vida democrática. 

Oigan bien, ahora, en este tiempo se está ante un problema de niveles inéditos, por ese supuesto vínculo de políticos, candidatos electos, diputados y senadores. 

Y es oportuno que los partidos políticos, comenzando por el partido gobernante, PRM, inicien a depurarse internamente para evitar que sigan saliendo señalamientos contra sus integrantes. 

La JCE también tiene una enorme responsabilidad, porque en las planillas a cargos de elección popular, ya electos ahora, no son pocos los que están estigmatizados por supuestos actos de corrupción, narcotráfico y lavado de activos. 

Es importante poner atención a este problema, porque son estas personas electas en la Cámara de Diputados y senadores las que toman decisiones, como la elección de jueces, leyes, entre otros organismos de gran importancia para nuestro país. 

De no tomar acciones ahora significaría que en los próximos años esos funcionarios electos podrían hacer valer sus intereses particulares, o en pocas palabras podríamos tener una justicia al servicio de la criminalidad organizada, como tanto se ha denunciado.  

La desgracia histórica de República Dominicana es que, dada la desgracia económica en que ha vivido, nunca se ha podido formar organizaciones políticas fuertes desvinculada del clientelismo y el poder del dinero. Por ellos elementos con fortuna, lleno de dinero y sospechoso de sus vínculos con el narcotráfico y el lavado de dinero llegan hacer diputados, senadores y líderes de sus comunidades. 

En esas condiciones, cuando penetran a la política y con ellos a las actividades ilícitas como forma de enriquecimiento, encuentran un terreno fértil para desmantelar nuestra débil institucionalidad. 

Dada la descomposición que vive el país y que ha empezado a tener efectos negativos existe preocupación en la cooperación internacional, por lo cual, se espera que con las presiones de EEUU se produzcan cambios sustantivos en la forma de gobernar el país, tal y como lo viene haciendo Luis Abinader. 

Una gran oportunidad para el gobierno, el presidente y su partido PRM, demostrar que están verdaderamente en el adecentamiento y borrar la cualquierizacion de la vida pública y privada dominicana. 

Deben pues, empezar adecentando su casa, su partido y su gobierno… 

No basta con que el presidente de la República, Luis Abinader, haya dicho sobre el diputado Miguel Gutiérrez Díaz, apresado en Miami que «cada quien es responsable de sus hechos». 

No, es asumir la depuración de los partidos y de su propia organización… 

Para ello tal y como dice el señor presidente de la República Luis Abinader, «el país necesita que nos sentemos a trabajar, a dialogar, a consensuar y a brindar soluciones efectivas para alcanzar el pleno desarrollo». 

Ojalá no sea tarde… 

JPM

 



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