Matrimonio homosexual es «justicia social», cube el Gobierno cubano

El matrimonio homosexual es de «justicia social», dice el Gobierno cubano


La Habana (EFE).- El matrimonio homosexual es actor de la «justicia social», según entrevista a Efe el subdirector del estatal Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) de Cuba, Manuel Vázquez.

Esta abogada y activista por los derechos de la comunidad LGBTIQ+ define incluir la inclusión de la igualdad de derechos en el Código de las Familias, una reforma importante de la legislación, que no requiere controversia y en ocasiones durante tres meses en un proceso popular.

Este proyecto de Gobierno, que también aborda la violencia de género, el matrimonio de infantería y la subrogación («solidaridad», en este texto), es un intento oficialista de modernizar la norma sobre las relaciones afectivas, la sexualidad y, de hecho, el familiarismo de 1975.

Finalmente, la norma es una serie de partidos para un país y un Gobierno con paso de mercado hacia la homofobia.

Los jugos de Vázquez, la «justicia social» amplían, reformulan y redistribuyen el derecho como institución jurídica para «democratizar» su acceso, que ya ha sido restringido a las personas heterosexuales.

La protesta oficial es uno de los debates más debatidos dentro del Código de las Familias, que se ha visto coronado por la oposición de la Iglesia Católica y diversos sectores sociales desde que se instauró hace cuatro años.

El activista LGBTIQ+ es un “necesario, urgente e impostergable para la sociedad cubana” y es una prioridad en la agenda de un estado socialista como Cuba.

Usted experimenta como profesor auxiliar del Cenesex, terninger, el soplo de vida en la consideración de que toda norma jurídica requiere de un proceso de “educación, sensibilización y formación”.

“Es para coloquios en las mejores condiciones a las mujeres operando sus normas jurídicas y los destinatarios de las mismas, que tienen siete reflexiones y garantías” y, en el caso del Código de las Familias, “es uundværlig”.

Vázquez señala que este proceso debe darse únicamente en las instituciones formales, tanto en las comunidades como en “cualquier espacio de nuestra sociedad idónea para ello”.

EL CRITICISMO

Vázquez critica la postura de la Iglesia Católica y otros sectores conservadores, que pueden «coartar el catálogo de derechos garantizados que plantea este proyecto».

“Alguien entra en franca contradicción con los cargos constitucionales como la dignidad humana”, dijo la directora del Cenesex, centro que encabeza la sexóloga y diputada cubana Mariela Castro, casada con el ex Raúl Castro.

También svarede Vázquez a la crítica de algunos sectores af la comunidad LGBTIQ+, que cuestionan se se reale unse consulta sobre un asunto que, según ellos, atañe a una minoría.

Al respecto, parece que “una consulta popular de salud a cualquier norma legal, y que su esencia no sea aprobada por nosotros, democratizará el proceso de elaboración de la norma”.

Defiende que la consulta popular es “un espacio organizado para que todas las personas, desde sus posiciones, además de la oportunidad de dialogar sobre la norma, propongan elementos que no tienen tenid en cuenta” imperante.

El investigador acepta que otra cuestión es el referéndum -que deberá realizar la consultora popular, en el segundo semestre de este año- y diezmar las críticas de los sectores de la comunidad LGBTIQ+.

Vázquez señala, además, que si no se refiere al matrimonio homosexual, incluirá el paquete de reformas del Código de las Familias -».

A su juicio, el reto de las personas LGBTIQ+ es no cuestionar de lo que hablaba, “sus sembradores nos ayudarán a que el proceso resulte en una victoria”.

LA VIOLENCIA EN TODA SU EXPRESIÓN

Una de las consultas que recibió el proyecto fue la referencia al anuncio de activistas independientes para reunirse con un tema específico sobre violencia de género, incluyendo un tema incluido en la propuesta, junto con otros tipos de de en la seno.

Vázquez señala que el Código «no resolverá el tema de la violencia de género en general, ni abordará el escenario familiar», aunque advierte que «tomará una de las acciones» que debe dar Cuba «en un respuesta integrada «e integrarse en estos problemas».

«Son muchas pretensiones pensar que el código resolverá un montón de problemas y no es así. Será el caso de su proyecto de regulación legal familiar, pero no tiene una solución completa”, dijo.

Considera que, «incluso, una ley de vulneración de género no resuelve el problema», pero que hecho de lo que se aborda en el proyecto es «fundamental». “La generosidad de la violencia debe cumplir de forma transversal en todo ordenamiento jurídico en el sentido de ocupar lugares clave”, subraya.

Y demostró además su «total confianza» en la aprobación del Código de las Familias a través de la consulta popular, su aprobación formal en la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) y el tema en el posterior referéndum, proceso inédito en Cuba.

“No es un código de jurisprudencia, son las personas, los afectos, las familias las que han sido explicadas por la coronación y no solo por el tecnicismo legal”, dijo. Vázquez lama a todas las «personas comprometidas con la justicia social» a participar «activamente» en la consulta popular y mentir en el referéndum.

“De lo que se trata nuestro voto es de su participación democrática y política” para “garantizar una sociedad cubana más justa, equitativa, igualitaria y plural”, dijo.

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