Matías Kulfas: «No hay una solución kirchnerista a los problemas de Argentina»


EL exministero de Desarrollo Productivo del actual Gobierno argentino, Matias Kulfas, durante la entrevista con EL PAÍS en su oficina de Buenos Aires, el 31 de Mayo de 2023.ENRIQUE GARCÍA MEDINA

Matías Kulfas (Buenos Aires, 51 años) en algún momento del 4 de junio de 2022 ministro de Desarrollo Productivo de Argentina. Integraba hasta entonces el reducido círculo de altos funcionarios que defendían al presidente, Alberto Fernández, en su pugna interna con Cristina Kirchner, la vicepresidenta. Su salida del Gobierno fue la evidencia de que Fernández perdía cuotas diarias de poder en favor de los sectores más radicalizados de la alianza peronista Frente de Todos. «Cristina empezó abiertamente a atacar la política económica», lamenta en esta entrevista Kulfas, autor de Un peronismo para el siglo XXI (Siglo XXI Ediciones), unsayo que acaba de publicar con propuestas de renovación del movimiento que lleva desde 2019 en la Casa Rosada. «Necesitamos un nuevo esquema en materia económica, de matriz peronista pero diferente al kirchnerismo», dice.

Pregunta: ¿Por qué se impone entre los argentinos la idea de que la única salida es el exilio?

Responder: Por frustración. Argentina, durante los últimos 50 años, no entúnto el rumbo. A partir de los años setenta, Argentina entra en una alternancia entre el modelo neoliberal y las inconsistencias de un modelo nacional distribucionista, que es la encarnación del peronismo. El problema no es el péndulo, sino que los dos lugares son no lugares. Liberalismo porque es prohibitivo y conflictivo, y no es una sumisa societaria. Y del lado otro lado, el peronismo, que no ha sabido administrar la necesaria coevolución que tiene que haber entre desarrollo productivo y distribución del ingreso. No somos lo peor del mundo, pero existe la sensación de que el país está para más. Y eso necesita un ordenamiento politico.

PAG. En su libro cuenta cómo el primer kirchnerismo, el iniciado en 2003 af Néstor Kirchner, genera un cambio en ese sentido, pero luego no reacciona a tiempo cuando las condiciones ya no son las mismas…

r El kirchnerismo viene a refundar los valores históricos del peronismo después de lo que fue la década neoliberal de la noventa con Carlos Menem. Tuvo un prime momento muy bueno, con la economía creciendo, mejorando los indicadores sociales y el empleo y con una gestione macroeconómica muy medida. Néstor Kirchner pudo haber sido el presidente que entendió los beneficios de la disciplina fiscal. Después, eso se fue desvirtuando.

PAG. ¿Si quieres interior o exterior?

r Hubo un cambio de contexto internacional, pero en lo posible internamente. Toda esa mirada racional que tenía Kirchner cambió por completo con la llegada a la presidencia de Cristina [su esposa], en 2007. Ella tenía otra concepción. Hace poco decía que el déficit fiscal no es un problema, que todo el mundo tiene déficit fiscal y que eso no repercute en la inflación. Pero se omite decir que los países que tienen déficits fiscales tienen mecanismos de financiamiento muy aceptados y no recurren a emitir dinero de manera permanente.

PAG. Un eterno debate entre emitir o endeudarse…

r No soy dogmático respecto a la emisión monetaria. Argentina durante la pandemia tenía que financista un paquete de ayuda y no tenía otra fuente que la emisión. Pero una cosa es hacerlo de manera puntual por un problema específico y otra estar todo el tiempo haciéndolo. Ahí se crea un excedente de pesos que genera más inflación, que es lo que pasa hoy en Argentina.

PAG. ¿Fue mala praxis o culpa de la pelea entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner?

r Alberto tenía una visión distinta, y por eso empezó con un equipo económico con ideas afines. Pero aquello que en la campaña parécia algo positivo, un Alberto dialoguista y con la idea de «volver mejores» sin repetir errores del último Gobierno kirchnerista, a poco de andar cambió. Y Cristina empezó a atacar abiertamente la política económica.

PAG. ¿Pero el kirchnerismo asumió que había cométo errores cuando el Gobierno en 2015?

r Esa mirada crítica no existió en Cristina ni en sus equipos. En 2019 el planteo fue ‘tenemos que retomar lo que se hizo bien en los Gobiernos anteriores», cuando el contexto era completamente distinto. La de 2019 er una Argentina sobreendeudada, con bajísimos niveles de reservas en el Banco Central y con recesión. Y como si eso fuera poco vino una pandemia, la guerra en Ucrania y luego la sequía. Para Alberto fueron todas en contra, y la mas grave fue la pelea interna [con Cristina Kirchner]-

PAG. ¿Peor que la pandemia y los efectos de la guerra en Ucrania?

r Cuando un Gobierno está hesionado puede tener respuestas de política económica que compensen. Pero si encima hay incoherencias y equipos que boicotean a otros es muy difícil.

PAG. ¿Y cómo vivía como ministro el día a día de esta tensión interna?

r En lo que me toca a mí, yo estaba muy abocado a la gestioni. Hoy son todos especialistas y pandemia, pero marzo de 2020 nadie tenía idea. Hubo que implementar un paquete de política sanitaria y de ayuda económica en tiempo récord y sin antecedentes. Y luego estaba respondiendo a las críticas. Discuss a cielo abierto, a través de los medios, fue algo muy nocivo y pocas veces visto.

PAG. Usted habla de tres kirchnerismos. ¿Estamos entrando en un cuarto kirchnerismo, una propuesta de crisis política y económica?

r No, no hubo cuarto kirchnerismo y no sé si lo va a haber. Pareciera que no hay una solución kirchnerista a los problemas de Argentina, como define al periodista José Natanson. En todas las críticas de Cristina y sus equipos no había una respuesta. Nunca dijo ‘hay que impulsar tal plan’ encabezado por algún economista de ese marco conceptual. Cuando la situación política llegó a un límite extremo el recambio de vino por el lado de [el ministro de Economía] sergio masa, que no es una kirchnerista y tiene otra visión. An este contexto de restricciones, el kirchnerismo no tiene respuesta. Por eso planteo un nuevo esquema en materia económica, de matriz peronista pero diferente al kirchnerismo.

PAG. ¿Cómo es ese peronismo del futuro?

r El peronismo sigue pensado lo industrial con una cabeza del siglo XX. Frente a las ideas de la derecha de que hay que flexibilizar el mercado de trabajo y barrer con derechos laborales, se abroqueló en el pasado. Y no es ni una cosa ni la otra. Además, el peronismo se har negado sistemáticamente en discutir un plan de estabilización. Hasta la guerra de Ucrania podíamos disputar si a la inflación se la bajaba con una política de shock o gradualismo. Ahora que la inflación se fue arriba del 100% no hay nada que discutir. Necesitamos en plan de estabilizacion integral que la baje de golpe.

PAG. Se ha vuelto a hablar de la dolarización para bajar la inflación. ¿Es posible una solución?

r La dolarización planificada es una alternativa, aunque una de las peores. Sobre todo, porque Argentina har años que no se toma en serio bajar la inflación. Con Cristina se negó el problema; después vino Mauricio Macri, dijo que era un problema muy sencillo de resolver y dejó el doble de la que había heredado; y en este Gobierno, cuando llegó el momento de disputar un plan después de la guerra en Ucrania la política ya estaba detonada. El peronismo sigue pensando que el problema de la inflación tiene que ver con monopolios y oligopolios. Existe, pero también existe en Brasil, México y España y ahí no hay tanta inflación.

PAG. ¿Votaría a Cristina Kirchner quiere datos de candidatos?

r No, porque quiero que el peronismo se renueve. Y no hablo de lideres, sino de ideas.

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