‘Manco Cápac’: Henry Vallejo: “El cine es bastante vanidoso. Es un lujo gastar mucho dinero haciendo algo que no sirve «

El cineasta peruano Henry Vallejo compró un estabilizador de cámara caro y moderno para rodar su última película. Pero el dispositivo fallaba en las curvas, cuando había que girar rápido. Luego, el director regresó a un artefacto que su hermano, el físico, había estado desarrollando. Consiguieron las escenas que necesitaban, los otros tres hermanos se encargaron del sonido, la fotografía y la producción, y la madre completó lo que faltaba en el presupuesto cuando todos ya habían aportado su parte. Manco Capac, una película sobre la perseverancia de un joven que migra en busca de trabajo y choca con la indiferencia de la ciudad, se estrena el 9 de diciembre luego de cuatro años de rodaje y ha sido preseleccionada para representar al Perú en Los premios Oscar.

Vallejo (Azángaro, Puno, 41 años) habla con EL PAÍS por videoconferencia desde Lima: “Me siento como si hubiera entrado a escribir y me he despertado a los 11 años”. El director estrenó su anterior largometraje en 2004 y comenzó a escribir el guión de Manco Capac hace más de una década. En el medio, se suspendió el rodaje cuando tenían el 10% de la película porque el actor principal de ese momento abandonó el proyecto. Posteriormente, se detuvo durante un año por falta de presupuesto. Vallejo ya había solicitado tres préstamos y no era de confianza para los bancos. Su madre luego aportó el resto, el 5% de los 160.000 dólares que costó la producción en total, que fue financiado, en su mayor parte, con el apoyo del Ministerio de Cultura.

El protagonista de Manco Capac, Elisbán, llega a la ciudad de Puno, en el sur de Perú, acurrucado en una bola al pie de un autobús. La ciudad se refleja en las ventanillas del vehículo en esa primera escena. Un amigo le ha prometido un trabajo allí, pero el niño no aparece: es la primera de muchas promesas incumplidas que se le hacen al personaje interpretado por Jesús Luque. Sin nada, sin casa, sin trabajo, sin refugio, sin conocidos, el joven de 18 años camina por Puno en busca de trabajo. Está solo, cargando una mochila delgada. La ciudad, que celebra carnavales, le da la espalda: porque no tiene estudios o no habla inglés o no es niña. No deja de caminar. “No tiene otra alternativa que ser redundante. Elisbán tiene que ser así porque, si no, no come ”, dice el cineasta.

Vallejo buscó hacer «un pequeño homenaje a los incas». Pero una película histórica costaría millones. Si no pudiéramos hacer algo muy grande, podríamos hacer algo minimalista ”, explica. El cineasta, que en la última década ha trabajado como guía turístico, venía investigando a los emperadores que gobernaron hasta hace casi cinco siglos en el actual territorio del Perú. Manco Cápac fue, según los cronistas de la época, el fundador de la primera dinastía Inca. «Es natural que este chico [el protagonista] está influenciado por esta cultura con una fuerza que está presente en nosotros ”, dice el director, que no ofrece más detalles porque revelaría demasiado sobre la película.

«Queríamos contar una historia que fuera socialmente relevante y nos desafiamos a ser una historia que prescinda de todo sensacionalismo», dice el director. Así construyó una historia sobria y sin conflictos extremos en la que gran parte de lo que sucede no sucede en la pantalla. «Por supuesto que todo vale, haga películas comerciales o haga películas muy de autor», aclara. En su caso, busca hacer algo “útil”: “Que nos diga que la vida sigue siendo bella y tenemos que vivirla”. “El cine es bastante vanidoso y se gasta mucho dinero, mucho tiempo, muchas vidas. Entonces, ¿por qué hacer un cine vacío? Es un lujo gastar mucho dinero en hacer algo que es vano y que no sirve ”.

El galardón que otorga la Asociación Peruana de Prensa Cinematográfica –uno de los seis premios y 17 selecciones oficiales que ha recibido la película hasta el momento– resalta este aspecto y lo premia por “mostrar las dificultades de la vida” de los migrantes del altiplano y contar ” una historia emotiva, crítica con su entorno social, peculiar y rigurosa en su tratamiento cinematográfico ”. El jurado que tomó la decisión también sostiene que la película «consolida al cine que se produce en Puno como uno de los más creativos del país».

“En una región impensable para hacer cine, en los últimos 20 años se han realizado alrededor de 35 largometrajes”, dice Vallejo. Y si no son más, apunta, es «sólo una cuestión de falta de oportunidades». En Puno, ciudad de 130.000 habitantes, no existen, por ejemplo, escuelas de formación para cineastas o actores. El propio Vallejo se formó en Cuba y Colombia después de hacer su primera película «Por intuición». “No es que seamos menos inteligentes. Es tener la oportunidad, conseguir las herramientas, conseguir el dinero y hacer tu película ”, dice.“ En el interior del Perú es donde está el Perú real, no, entonces las ideas más originales saldrán de ahí ”. Vallejo cree que el desarrollo de las dos últimas décadas ya es «imparable».

La preselección para los Oscar, que se entregan en marzo, ha supuesto otro impulso. Desde que se conoció la noticia, ha recibido ofertas para diferentes coproducciones y a Jesús Luque se le han ofrecido papeles mientras estudiaba en la Escuela de Arte Dramático de Lima. Para la nominación, el cineasta ha tenido que negarse a presentar Manco Capac sobre la Feria del Libro de Guadalajara, como estaba previsto, porque para seguir en la carrera hacia los Oscar la película no debería mostrarse gratis. «No hemos hecho la película pensando en esto», aclara. En cambio, cree que el reconocimiento “es una recompensa al esfuerzo de todo el equipo de trabajo” y “por haber realizado el trabajo de forma desinteresada”. “Es muy bueno porque vamos a seguir haciendo películas. No puedes estar en una película todos los días, pero parece que será más a menudo. «

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