LGTBI +: Lady Tacos, la vendedora ambulante mexicana que desafía los roles de género | Qué se mueve … | Planeta futuro

Desde la esquina se ve claramente que el lugar está cerca. Se escucha el grito a lo largo de la acera: «Tacos, tacos de canasta, los tacooooooos». La voz es parte de los íconos de la Ciudad de México. Francisco Marven, ese hablante natural que se anuncia cada vez que pasa su bicicleta con una canasta llena de comida, está sentado en una mesa de su negocio. Hasta hace seis años, no se atrevía a llevar vestido ni maquillarse para salir a trabajar. Pero un video viral, donde se le ve vendiendo en la marcha del Orgullo, la convirtió en Lady Tacos de Canasta. El nombre empezó como una broma, pero se ha cambiado. «Fue mi liberación», dice. Marven identifica como muxe, un tercer género reconocido en Oaxaca (sur de México), donde el hombre asume un rol femenino. Su ascenso a la fama la ha convertido en un símbolo de inclusión en un país donde aún predominan el machismo y el sexismo. LGTBIfobia.

Marven, o Lady, como la llaman sus amigos y empleados, usa un huipil, un vestido típico con una flor bordada en el pecho, blanco con naranja. Tiene trenzas que le llegan a la cintura con una cinta verde. Constantemente interrumpe la entrevista porque llegan llamadas de sus proveedores: «Sí, soy Lady, sí, sí, te espero aquí, gracias». Desde pequeña no ha dejado de trabajar. Nació hace 37 años en Villa de Etla (Oaxaca, 9,200 habitantes) y desde que tiene memoria ha estado vinculada a la venta de comida mexicana. Sus padres se mudaron a la capital cuando tenía siete años. Sus primeros recuerdos en la ciudad son las verduras que tuvo que cortar para poder jugar. Eran tiempos difíciles, su mamá limpiaba casas y su papá salía con los tacos desde temprano en la mañana y regresaba muy tarde en la noche. “Mis dos hermanos y yo tuvimos que estar callados para que él pudiera dormir. Lo veía y me decía a mí mismo: ‘Nunca haré eso’. Y mírame ”.

La comunidad muxe ha criticado a Lady Tacos por «apropiación cultural», porque no nació en la región del istmo, de donde son originarios.

Su vida pasó entre tianguis (mercados), donde vendía pan o limpiaba verduras, y la escuela, escenario de intenso hostigamiento. Aún no había hecho la transición como muxe, pero eso no paró el ridículo por su origen oaxaqueño y su feminidad: «Te imaginas … me decían puto y maricón». De acuerdo a IInforme de seguimiento de la educación en el mundo 2020 en América Latina y el Caribe elaborado por la UNESCO, el 75% de los estudiantes LGTBI + en México han sido intimidados e insultados en la escuela. En el caso de los indígenas, esta situación es igualmente grave. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, de 2017, 76,5% de personas de comunidades indígenas se siente poco valorado por la sociedad.

Los problemas de racismo y LGTBIfobia se agravan cuando se trata de la población muxe. Esta comunidad es parte de una cultura centenaria en la región zapoteca del Istmo de Tehuantepec (Oaxaca). No hay censos oficiales sobre cuántos hay en México. Solo en la zona donde viven hay unos 90.000 habitantes. Aunque forman parte de la tradición del lugar, los muxes han vivido una auténtica pesadilla en los últimos años. Asociaciones civiles locales, como el proyecto TRANSformándome, han documentado el asesinato de al menos 15 en los últimos 17 años.

Asociaciones civiles locales en Oaxaca han documentado el asesinato de al menos 15 muxes en los últimos 17 años

Refugiada en la Ciudad de México, Lady no ha sido inmune al acoso. Pero con el paso del tiempo supo ignorarlo: «Me han dicho en las redes que hasta me voy a morir». Estas amenazas, a pesar de ser ignoradas, siguen siendo peligrosas. El Observatorio LGBT + registró 209 asesinatos de odio desde 2014 hasta junio de 2020. Solo en 2021 se han registrado 65 homicidios contra personas con identidad diferente a la que se les asignó al nacer, según la Fundación Rainbow. “A mucha gente siempre le va a molestar que alguien sea diferente”, se queja la taquera. No fue hasta los 17 que supo que le gustaban los hombres. Eso le causó mucha angustia. Temía que su padre se lo tomara a mal, por lo que se escapó de casa y regresó a Oaxaca: “No quería causarles dolor. Mi papá era muy machista y todos me decían que me iba a matar si se enteraba ”.

Marven cambió de opinión cuando se enteró de que sus padres lo estaban pasando mal, así que regresó. No dio crédito al principio. Cuando llegó a casa, su padre se le acercó y le dijo: “Limpio y limpio”, y se fundieron en un abrazo amoroso. Sin embargo, su identidad de género permaneció oculta. «Por respeto a ellos, en ese momento no hice la transición de hombre a mujer», dice.

En 2015, unos amigos de Oaxaca la visitaron y la convencieron de que se vistiera y se pintara para ir a vender durante la marcha del Orgullo. Volverse viral le dio el coraje de salir en público con sus vestidos típicos. «Al final, Lady Tacos me permitió presentarme a mis padres como la mujer que quería que vieran: trabajadora y jodidamente buena», dice con una amplia sonrisa.

Su figura no está exenta de polémica. Ha sido criticado por la comunidad muxe por «apropiarse» de su cultura para «sacar provecho de ella». Marven nació en el centro del estado y no en la región zapoteca del istmo. Prefiere no discutir y utiliza una de las frases más famosas de la fallecida Chavela Vargas: «Los mexicanos nacemos donde queremos».

La fama la ha llevado a lugares que nunca imaginó. Fue el protagonista durante un capítulo de Serie documental de Netflix Las crónicas del taco. El episodio ganó el premio James Beard Media Award 2020, reconocimiento otorgado a los mejores programas culinarios. Y, durante las elecciones legislativas de junio de 2021, fue candidata a diputada local en la Ciudad de México por el partido Equidad, Libertad y Género, aunque no logró obtener el escaño.

La fama la ha llevado a lugares que nunca imaginó. Fue protagonista durante un capítulo de la serie documental de Netflix ‘Las crónicas del taco’, ganadora del James Beard Media Award, un reconocimiento que se otorga a los mejores programas culinarios.

Para ella, el hecho de que un muxe se haya convertido en uno de los personajes icónicos de la Ciudad de México es la mayor de las victorias. Sus instalaciones se han transformado en una especie de lugar turístico para personas LGTBI + de todo el mundo. Ha recibido clientes de Rusia, Australia, Canadá y de diferentes países de África.

La entrevista no termina. Al menos no de forma formal. Un joven rubio se le acerca con un español roto.

– Señora, vengo de California. ¿Podemos tomar una foto?

Ella mira al entrevistador y concluye: “Entonces puedes ver que no estoy mintiendo, eh. Y ese es el primero del día. Apenas son las 12 en punto. Este es un día normal en la vida de Lady Tacos.

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