Joyas, armas y muchas monedas: así son los tesoros excepcionales que fueron hallados tras siglos enterrados



El tesoro de película encontrado en Israel hace unos días, que está formado por 425 monedas de oro puro con más de 1.000 años de antigüedad, ha vuelto a poner de actualidad otros excepcionales hallazgos que asombraron al mundo.

No es algo frecuente, pero de vez en cuando arqueólogos profesionales o aficionados localizan objetos preciosos o valiosos por su interés histórico que se han mantenido ocultos durante años. Estos son algunos de estos especiales hallazgos que se han producido en España y en otros lugares del mundo.

En 1963, en una gravera situada a las afueras de Villena (Comunidad Valenciana), el arqueólogo José María Soler García encontró más de medio centenar de piezas de oro, plata, bronce y hierro, entre otros materiales, que databan del siglo X a. C.

Entre los objetos localizados, con un peso total de alrededor de 10 kilos, había brazaletes, cuencos, botones, frascos… poco tiempo tardó en acuñarse el término ‘tesoro de Villena’ para tan singular hallazgo.

Esta vajilla, que está expuesta en la localidad en la que se encontró, es el tesoro áureo más importante hallado nunca en España y el segundo de toda Europa, pues solo le supera de las Tumbas Reales de Micenas (Grecia). Su buen estado de conservación lo ha convertido, además, en una de las expresiones más importantes de la Edad de Bronce europea.

A finales de abril de 2016, varios operarios trabajaban en una obra encargada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en un parque de la localidad sevillana de Tomares. Una excavadora estaba abriendo una zanja cuando se topó con algo enterrado.

Los trabajos se pararon momentáneamente y los trabajadores comprobaron qué sucedía: ante sus ojos aparecieron cerca de 20 ánforas (la mayoría sufrieron daños por la acción de la excavadora) que contenían unas 50.000 monedas de bronce de los siglos III y IV.

Pocas veces antes se habían encontrado tal cantidad de monedas juntas. De entre 8 y 10 gramos de peso y alrededor de 25 mm de diámetro, el tesoro ascendía a 600 kilos de peso total.

Los arqueólogos desplazados hasta el lugar determinaron que se trataba de las llamadas ‘follis’, monedas tienen en el anverso la figura de un emperador (en concreto, Maximiano, Constancio I, Diocleciano y Galerio) y en el reverso diversas alegorías romanas, como la abundancia.

En la primavera de 2018, hundido en el mar frente a las costas mexicanas de Yucatán, se encontró un tesoro sin precedentes: numerosas piezas de alta joyería que estaban en el fondo marino desde el siglo XVIII, cuando se hundieron junto al barco que las transportaba hasta España. En la península, el destino de las piezas era varias familias de la clase alta, según reveló el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México cuando divulgó el hallazgo.

La colección hallada en el pecio hundido por submarinistas mexicanos era singular: desde anillos a brazaletes pasando por relicarios, cruces o broches. Había piezas de oro con diamantes, esmeraldas y otras piedras preciosas.

En 2017, un equipo de arqueólogos chinos descubrió en el lecho del río Min, en la provincial central de Sichuan, un tesoro que databa del siglo XVII y que incluía más de 30.000 objetos, entre los que se contaron unas 10.000 monedas de oro y plata así como joyas, vajilla de porcelana, armas (espadas, cuchillos, hachas…) y objetos de uso más cotidiano, tales como cucharas o espejos.

Los estudios determinaron que todos los objetos hallados en el fondo del río podrían pertenecer a un antiguo líder de una rebelión cuya gran flota se hundió en una batalla.

El océano Atlántico, especialmente cerca de las costas americanas, esconde numerosos pecios españoles, fruto del dominio del país durante siglos. A su vez, los barcos descansan sobre el fondo del mar con miles de objetos históricos en su interior. En 2015, una familia de Florida (EE UU) dio con uno de estos tesoros dentro de un buque español naufragado en el año 1715 en aguas del Atlántico.

El botín constaba de 52 monedas de oro, siendo una de ellas una real entallada con el rostro del rey Felipe V de España y datada con fecha de 1715, un ejemplar de gran valor por ser una moneda casi desconocida. Este y otros objetos acercaron al millón de euros el valor de este hallazgo.





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