Incautan 13 toneladas de extensiones y pelucas de cabello humano que podría pertenecer a prisioneros chinos



Un cargamento de casi 13 toneladas de productos para el cabello -como extensiones y pelucas- sospechosos de haber sido fabricados con cabello humano en China ha sido incautado en el puerto de Nueva York por oficiales de aduanas, ante la posibilidad de que hayan sido obtenidos con prácticas que violan los derechos humanos, como el trabajo infantil y el encarcelamiento.

Según informa el servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) en una nota de prensa, habían recibido información que indicaba que este tipo de productos eran fabricados por prisioneros chinos y que la empresa ‘Lop County Meixin Hair Product Co.Ltd.’, tenía a los trabajadores en «situaciones de trabajo forzado, que incluyen, entre otras, horas extras excesivas, retención de salarios y la restricción de movimiento».

El cargamento intervenido, de 13 toneladas de productos tenía un valor de unos 800.000 dólares y provenía de Xinjiang (China), una región de la cual el Departamento de Estado de EE UU calcula que más de un millón de ciudadanos han sido detenidos en redadas a campos de reclusión, donde someten a sus trabajadores «a tortura, tratos crueles e inhumanos como el abuso físico y sexual, el trabajo forzado y la muerte».

«Es absolutamente esencial que los importadores estadounidenses se aseguren de que la integridad de su cadena de suministro cumpla con los estándares humanos y éticos esperados por el gobierno estadounidense y por los consumidores estadounidenses», dijo Brenda Smith, Comisionada Asistente Ejecutiva de la Oficina de Comercio de CBP en el escrito. «La producción de estos bienes constituye una violación muy grave de los derechos humanos, y la orden de detención tiene la intención de enviar un mensaje claro y directo a todas las entidades que buscan hacer negocios con Estados Unidos, de que las prácticas ilícitas e inhumanas no serán toleradas», añadió.

Desde la CBP, recuerdan que «la importación de bienes producidos con trabajo forzado amenaza la fiabilidad de la cadena de suministro» del país, pues introduce «una competencia desleal en el mercado global, lo que puede afectar negativamente la competitividad y la integridad de las empresas estadounidenses».



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