¿Engorda más comer por la noche o por la mañana?


Existen numerosos mitos en torno a la nutrición, y uno de los más extendidos es que los hidratos de carbono engordan más por la noche que por la mañana y, por lo tanto, nunca hay que tomarlos en la cena. La teoría de adelgazar parece muy fácil, pero en la práctica es complicada ya que se trata de adquirir hábitos saludables que se puedan mantener a largo plazo.

Los nutricionistas señalan que el metabolismo humano es muy complejo, de tal forma que no tiene sentido regirse por una idea tan básica como que comer hidratos de carbono a una hora tiene un efecto distinto que a otra. Los hidratos de carbono son un macronutriente que engloba un gran número de alimentos, incluidas las frutas, verduras y legumbres.

¿Comer por la noche engorda más?

La teoría de que comer por la noche engorda más que hacerlo por la mañana se basa en que a lo largo del día quemamos calorías a través de las actividades que realizamos. Sin embargo, la quema de calorías también se da en procesos involuntarios del cuerpo humano, como la circulación sanguínea o la respiración.

Ahora bien, es cierto que se debe cenar unas dos horas antes de irse a la cama. No es aconsejable ingerir alimentos y acostarse de inmediato porque en ese momento el cuerpo entra en reposo, y no permite hacer la digestión de manera correcta.

Hábitos saludables para no subir de peso

A continuación hemos seleccionado algunos hábitos saludables que se pueden poner en práctica en la vida diaria. Son muy importantes no sólo para no engordar, sino para tener una buena salud.

  • Cinco comidas diarias: los nutricionistas insisten en que todo el mundo debe hacer cinco comidas diarias para evitar los atracones, tres principales y dos ligeras a media mañana y a media tarde.
  • Frutas y verduras: las frutas y verduras son la base de una dieta saludable. La Organización Mundial de la Salud recomienda tomar tres piezas de fruta y dos de verdura el día.
  • Cocinar sano: más allá de elegir los alimentos adecuados, hay que saber cómo cocinarlos. Lo mejor es evitar los fritos y rebozados y apostar por cocinar a la plancha, al horno o al vapor.
  • Hidratación: uno de los principales hábitos saludables es el de tomar dos litros de agua diarios. Se pueden complementar con infusiones y bebidas naturales.
  • Ejercicio físico: y, por último, hacer ejercicio es fundamental. Basta con dar un paseo diario durante media hora o hacer algún deporte tres veces por semana.



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