Diomary “La Mala”: “Me encantaría cantar con Fefita La Grande”

Diomary “La Mala”: “Me encantaría cantar con Fefita La Grande”



—Dime la verdad, ¿será que a “Mala” no te gana nadie?
En realidad, mi competencia soy yo misma.

—¿Qué es lo que más sorprendería a la gente sobre ti?
Creo que lo que más sorprendería a mi público sobre mí es que yo me rindiera, que abandonara todo, me deprimiera o no siguiera con mis proyectos.

—Cómo te describirías en tres palabras…
Fe, perseverancia y resiliencia.

—¿Qué canción pondrías como banda sonora de tu vida?
“A mi manera”, pero ahora en Quisqueyanos.

—¿Y a todo volumen en el carro?
“No es lo mismo”, de Alejandro Sanz.

—La canción que más escuchas cuando estás melancólica…
“Las simples cosas”, de Mercedes Sosa.

—¿Qué es lo que más echas de menos de antes de la pandemia?
Mal de amores, mi bar.

—¿Cuál es el género musical más atrevido que has probado?
El tango.

—¿Con qué artista te gustaría colaborar y porqué?
Bocelli es mi artista favorito, pero me encantaría cantar con Fefita La Grande porque ella es un ejemplo de trabajo, una mujer que enorgullece a todo un país y que es incansable, se reinventa siempre y nos enseña con su energía que el espíritu es más que la vida misma.

—¿Hay algo que tus fans no sepan de ti?
Mi vida, mi matrimonio y mi hijo los mantengo fuera de la palestra pública lo más que puedo. En mi hogar somos mamá y papá, eso primero que todo. El compromiso más grande de amor es poder formar un hogar que dé frutos que sumen a la sociedad y para eso hay que fajarse; ese es el real trabajo. Todo lo demás es hobby, pero que te pagan con dinero. (Jajajajaa, ñao)

—¿Cuál es tu habilidad oculta?
Tengo dos: tocar el piano y jugar voleibol.

—Un hobbie que te gustaría comenzar…
Aprender a tocar bajo y jugar golf.

—¿Qué plato cocinarías para seducir a alguien?
El caldo de las 7 potencias, mi receta ganadora en Masterchef Celebrity.

—¿Sin qué postre no podrías vivir?
El dulce de macadamia.

—Confiesa, ¿cuántos turbantes y caftanes tienes en tu armario?
No llevo la cuenta porque cada tres meses los dono en Rodi o en el Incart a pacientes de cáncer, pero entonces por otro lado me regalan más (Jajajajajaja).



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