Despidos, abuso sexual y 85 millones de dólares. Así ha sido la lucha entre cine y streaming en el remake de ‘De profesión duro’ de Amazon Prime Video
En 1989, Patrick Swayze, entre ‘Dirty Dancing’ y ‘Ghost’, en el momento que lo era absolutamente todo, estrenó ‘De profesión: duro’, un clásico del cine de acción que recaudó cuatro veces su coste. En 2006 tuvo una secuela (titulada en España, dios sabe por qué, ‘Road House 2 – La última llamada’) y ahora es Doug Liman, junto a Jake Gyllenhaal, el que ha rodado el remake para Amazon Prime Video… Y suscitado una guerra por su distribución tan loca como, al mismo tiempo, propia de los tiempos que vivimos.
Liman-Limón
Nos vamos hasta noviembre de 2021: MGM empezó a negociar este remake con Liman y Gyllenhaal, que tuvo el beneplácito de Joel Silver, productor, en su día, de la película original. Había que llevarla a los nuevos tiempos, al fin y al cabo. Se firmó que se filmaría para cine, todos se fueron contentos a su casa y nadie sacó a colación el tema del streaming. Pero el 17 de marzo de 2022, MGM fue comprada por Amazon, y aquí viene el lío.
Jennifer Salke, jefa de Amazon Studios, le ofreció a los responsables de la cinta una oportunidad para salvarla: podrían hacerla por 60 millones de dólares y que se estrenase en cine o por 85 millones de dólares… y que fuera directa a streaming. En ‘Road House’ eligieron lo segundo. Por decirlo de manera clara, como añaden en el artículo de Variety, «cogieron todo el dinero».
Pero, pese a lo que habían acordado, Joel Silver siguió insistiendo en que debería estrenarse en pantalla grande y sacaba el tema en cada reunión. Tal fue su insistencia que incluso estuvieron a punto de cortar lazos con él para tener un momento de tranquilidad. Ari Emanuel, director ejecutivo de WME, la agencia de medios propietaria de UFC y WWE, empezó a pedir de manera desesperada (y confusa) que no le echaran. Incluso, para ayudar a Silver, llegó a meter por el medio a un detective privado reconvertido en agente. Alguien que lo vivió de primera mano ha afirmado que «No tenía sentido que Ari se preocupara. WME ni siquiera representa a Liman, lo hace CAA».
Mientras tanto, en la película ficharon a Connor McGregor, conocido luchador que, en aquel momento, estaba acusado por varias mujeres de acoso sexual. Al final, Joel Silver se fue a la calle después de abusar verbalmente del equipo, incluyendo la jefa de márketing de Amazon Studios, Sur Kroll, y la jefa de cine de Amazon, Courtenay Valenti. Después, intentaron aclarar que «No fue despedido. Había algunos desacuerdos con problemas creativos». Vamos, una gozada de rodaje.
Para marcar terreno, en cada uno de los mensajes sobre la película que Prime Video mandaba a prensa dejaba claro que «estará disponible en Prime Video en más de 240 países y territorios mundiales en su lanzamiento». Pero Liman, que sabía cómo tergiversar lo ocurrido, soltó la bomba el pasado enero: haría boicot a la película con el argumento de que a Amazon no le interesa estrenar buen cine en pantalla grande.
Vamos, un lío made in Hollywood que solo podría pasar en 2024, entre streamings y derechos. Habrá que esperar al 21 de marzo para ver si tantas acusaciones y vicisitudes han pasado por una película que, por lo menos, las vale.
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