Derriban el mismo día el casino que Trump levantó en Atlantic City y el helipuerto de su club privado en Florida


El Casino Trump Plaza, cobijo de famosos durante años y que se erigía en la ciudad de Atlantic City, en Nueva Jersey, ha sido reducido este miércoles a escombros en una explosión controlada que fue seguida por los aplausos de las personas que se concentraron en esta ciudad de juego de la costa este de Estados Unidos.

En apenas veinte segundos, se desmoronó la torre que un día el empresario y expresidente Donald Trump erigió como la joya de la corona de su imperio hotelero y por el que durante varias décadas pasaron músicos, actores y famosos.

«Todo el mundo, desde Hulk Hogan hasta Mick Jagger y Keith Richard, toda la gama de personalidades» pasó por este hotel, ha apuntado el director de eventos del casino desde su inauguración en 1984 hasta 1991, Bernie Dillon, citado por varios medios locales.

El jefe de bomberos de la ciudad, Scott Evans, ha explicado que se colocaron cargas explosivas en lugares estratégicos de la estructura que lo sustentaba, para que el peso lo hiciera caer sobre su base de manera vertical, con una pequeña desviación hacia el noreste.

Sin embargo, el deslumbrante casino por el que también pasaron Madonna, Sean Penn, Barbra Streisand, Don Johnson o Muhammad Ali, entre otros muchos, no pertenecía al presidente desde el año 2016, cuando fue adquirido por el millonario Carl Icahn, junto a otro casino que el expresidente todavía mantenía en esta urbe costera.

Ante el éxito del Trump Plaza (cerrado en 2014), el empresario se lanzó a la construcción en 1990 del Trump Taj Mahal y dejó un poco de lado su primer y exitoso proyecto, según ha comentado al canal Abc6 el presidente de la principal sindicato de casinos, Bob McDevitt.

Pero las deudas y la mala gestión de ambos, sumado a la sobresaturación de casinos en la ciudad, obligaron al magnate a venderlos. El Taj Mahal, adquirido también por Icahn, continúa operando pero bajo una nueva marca: Hard Rock.

Demolición de su helipuerto en Florida

El helipuerto construido en 2017 en Mar-a-Lago, el club privado del sur de Florida donde reside el expresidente Trump desde que dejó la Casa Blanca, fue demolido cumpliendo una orden municipal, informaron este miércoles medios locales.

El municipio de Palm Beach, la isla unida al continente por puentes donde está enclavada Mar-a-Lago, no permite el vuelo de helicópteros sobre la ciudad pero hizo una excepción con el fin de facilitar los traslados de Trump mientras era presidente y permitió la construcción del helipuerto ahora demolido solo para usos relacionados con el cargo.

La excepción era válida durante el tiempo en que Trump estuviera en la Casa Blanca, que podría haber sido hasta enero de 2025 si hubiera ganado la reelección en noviembre pasado, pero fue derrotado por el demócrata Joe Biden, que asumió el cargo el 20 de enero de 2021.

La demolición del helipuerto costó unos 15.000 dólares, según informaciones de medios de la zona como el Palm Beach Daily News, que entrevistaron a comienzos de febrero al administrador de la ciudad, Kirk Blouin, sobre el tema.

Blouin dijo a ese medio que Trump no solicitó mantener el helipuerto después de haber establecido su residencia permanente en Mar-a-Lago.

El helipuerto, una plataforma de cemento reforzado con acero de 8 pulgadas (20,32 centímetros) de ancho y 50 pies (15,25 metros) de largo, distaba 300 pies (91,5 metros) de las edificaciones de Mar-a-Lago, según dijo en 217 el arquitecto Rick González, autor del proyecto.

Mar-a-Lago, una propiedad en primera línea costera adquirida por Trump en los años 80 alberga un club privado en edificaciones que datan de finales de la década de 1920.

La instalación de Trump en Mar-a-Lago ha suscitado polémica en la ciudad, pues hay grupos de vecinos que no lo quieren en el vecindario.

Incluso algunos alegan que no puede residir allí, pues supuestamente viola los acuerdos a los que el hoy expresidente llegó con la Municipalidad para que le permitieran convertir la mansión en un club privado.

El Concejo Municipal de Palm Beach trató en una audiencia pública la pasada semana si el exmandatario tiene derecho a residir en su club, pero la decisión sobre este particular no se tomará hasta el próximo abril.

En la audiencia, que solo tenía propósito informativo, expusieron sus opiniones John «Skip» Randolph, abogado de la ciudad; John Marion, en representación de Trump; Reginald G. Stambaugh, que representa a un grupo de vecinos de Mar-A-Lago, y Philip Johnston, que representa a un grupo dedicado a preservar la «calidad de vida» de esta ciudad de ricos y famosos.

Los dos primeros defendieron que Trump tiene derecho a vivir en la «suite del propietario» de su club y los otros dos lo cuestionaron, al igual que hizo un ciudadano de apellido «Taylor» que pidió hablar en la audiencia y dijo que Mar-a-Lago se ha convertido en la «Oficina del 45 presidente de EE.UU» y eso genera preocupación en la ciudad.

Trump, que acaba de ser absuelto en su segundo juicio político en el Congreso, esta vez por la toma del Capitolio por sus partidarios, está manteniendo un bajo perfil en el sur de Florida.

Solo este lunes, Día del Presidente en EE.UU., acudió en automóvil al lugar donde se manifestaban sus partidarios y los saludó.



Fuente