Demostrar que es el futuro

Quizás no alcance la altura del Burj Khalifa o la futura torre Jeddah en la que trabaja Arabia Saudí, pero una vez esté construido el edificio C6 se convertirá en un rascacielos único. Y por dos razones. Su altura y sobre todo el material que le dará forma. A diferencia de otras grandes construcciones repartidas por el mundo, esta nueva estructura proyectada en Australia no se levantará solo con acero, ladrillo, hormigón o cristal. Aunque incluirá también esos elementos una parte clave de su estructura estará formada por otro componente: la madera.

De hecho se presenta ya como la torre más alta de su tipo.

¿Qué ha pasado? Que Australia quiere acoger la torre de madera más alta levantada hasta la fecha, el C6. El proyecto no es del todo nuevo. Hace año y medio sus impulsores compartían ya sus planes de erigir un rascacielos «híbrido» al sur de Perth, la capital de Australia Occidental, uno en el que la madera desempeñaría un papel fundamental. ¿Cuál? Entonces se apuntaba al uso de 7.400 metros cúbicos de este material, un volumen que representaría cerca del 42% del enorme bloque. En cuanto a la altura, en su web la compañía hablaba de 186,5 metros. En New Atlas apuntaban algo menos, 183 m, el dato facilitado por Fraser & Partners.

Ahora el proyecto ha vuelto a ser noticia por un avance importante para su desarrollo: el JDAP, un organismo encargado de deliberar sobre promociones de cierto calibre en Perth, le ha dado su plácet. De la noticia se han hecho eco medios como The Guardian, CNN o la web especializada Archinect y todos coinciden en el mismo dato: el edificio alcanzará los 191,2 m de altura, lo que lo convertirá en el mayor de su tipo.

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¿Cómo será el edificio? Su principal característica será la naturaleza «híbrida», por su mezcla de materiales, y el importante papel que desempeñará la madera en su estructura. C6 incorporará columnas y un núcleo de hormigón armado, además de un «esqueleto» de acero, pero una parte muy significativa de su fisionomía, alrededor del 42%, lo representará la madera usada por los operarios.

En la construcción se emplearán diferente tipos, como madera en masa (mass timber) o contralaminada. Gracias a esa apuesta la promotora podrá reducir el uso de otros materiales. Fraser & Partners calcula que necesitará un 45% menos de hormigón que un edificio tradicional con una escala similar. Entre otros usos, la madera se utilizará en vigas, paneles, montantes y el revestimiento de la torre.

¿Y qué esperar a partir de ahora? El arquitecto y director de Fraser & Parteners, Reade Dixon, apunta que el proyecto aún no tiene un calendario definido, pero sí han trascendido algunas pinceladas valiosas: incluirá más de 200 apartamentos de hasta cuatro habitaciones que se distribuirán por media decena de plantas y el bloque incluirá una amplia azotea. Detrás del proyecto está la firma de inversión Grande Development, que en su descripción llega a asegurar incluso que los residentes tendrán acceso a una flota de 80 vehículos eléctricos Tesla.

Si de algo presumen los impulsores de C6 es sin embargo de su enfoque sostenible. «El primer proyecto de construcción con emisiones de carbono negativas en Australia Occidental se convertirá en la torre residencial de madera híbrida más alta del mundo», destacan los promotores, que van incluso un paso más allá. Según sus cálculos, dar forma al rascacielos exigirá 580 pinos que saldrán de bosques gestionados de forma sostenible. «Lo más impresionante es que toda la madera consumida en este edificio volverá a crecer en 59 minutos en una sola región forestal», zanja la compañía, y subraya: «No podemos cultivar hormigón».

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¿Qué dicen los expertos? El proyecto genera expectación, pero algunas de las afirmaciones lanzadas por los impulsores de C6 han generado cierto escepticismo. En especial la etiqueta de «carbono negativo», una coletilla con la que la compañía quiere subrayar que la futura torre almacenará más CO2 del que consuma. Dado el considerable impacto medioambiental que tienen la industria del acero y el hormigón, levantar un edificio de 190 metros reduciendo de forma sustancial su uso supone un éxito, pero… ¿Cuál es el saldo medioambiental real de C6?

«Ahora mismo el final de la vida útil de la madera es el vertedero, pero el IPCC solo tiene en cuenta el secuestro permanente de materiales y la madera acaba pudriéndose o quemándose, devolviendo su CO2 a la atmósfera», explica a The Guardian Timothy McCarthy, de la Universidad de Wollongong. En una línea parecida apunta Philip Oldfield, de la Universidad de Nueva Gales del Sur: «La única forma en que sería carbono negativo es si almacenara más CO2 en la madera del que liberan los otros materiales. Puede ser, pero siempre de forma temporal».

¿Es la primera torre de ese tipo? No. En Wisconsin se alza ya el Ascent, un bloque de apartamentos de 86,6 metros de alto diseñado por Korb + Associates Architects y que al menos el verano pasado ostentaba el título de mayor edificio de madera del mundo. La torre cuenta con 25 plantas,  base de hormigón, ascensores y una estructura elaborada con madera contralaminada y laminada. Gracias a su tamaño pudo arrebatar el récord a la torre Mjøstårnet, situada en Noruega.

Cualquiera de ellos se queda pequeño sin embargo en comparación con la futura sede de Atlassian Sídney, que aspira a convertirse en «el edificio híbrido de madera más alto del mundo» con alrededor de 180 m. La estructura se está construyendo en la capital australiana, pero su marca acabará ensombrecida si C6 logra salir adelante. Sobre la mesa han llegado a ponerse, eso sí, proyectos todavía más ambiciosos, como la Oakwood Tower de Londres, de 300 metros, o el Sumitomo Forestry planteado para Tokio, una mole de 350 m en el que la madera representaría aproximadamente el 90% de la estructura híbrida.

Imágenes: C6perth y Fraser and Partners

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