CIAT: Colombia inaugura con una ‘biblioteca’ para la alimentación mundial | Clima y Medio Ambiente


Aunque no es formalmente parte de una universidad, los terrenos son un campus y todas las reglas. En este campus de fogata del occidente colombiano, un hervidero de investigadores de distintas nacionalidades no logra responder a uno de los desafíos más serios que puede impulsar a la humanidad: la destrucción masiva de cultivos clave, ya sea por un plagio o por una crisis climática. Para leer en el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) hay que recorrer en autopista que short en paisje con extensas plantaciones de caña de azúcar, características del Valle del Cauca, a ambos lados del camino. Allí, en Palmira, a seis kilómetros del aeropuerto internacional que da servicio a la ciudad de Cali, el casco urbano colombiano, se dibujan los últimos detalles de Semillas del Futuro, una generación de última generación que esta noche en, aluguy de germoplasma original que alberga la mejores recolectores del mundo de frijol, yuca y bosques tropicales, reunidos en las últimas cuatro décadas en distintas cordilleras del planeta.

Con una estructura cuádruple modular, abierta al paisaje, la luz, el aire y el aire, el edificio en llamas pretende en muchos sentidos emular al zapatero de un huerto o un bosque. Se lleva a cabo en medio de la Alianza Internacional de Biodiversidad y la Alianza CIAT, con la expectativa de que reciba certificaciones de sostenibilidad sin precedentes para uno de sus tipos. Está diseñado para tener más rostros que desfiles, pero uno de estos desfiles custodiará a los maestros que, luego de ser seleccionados, secundados e identificados, serán alojados en un tesoro custodiado con esta, parte del ser humano.

No todes se quedan ahí, como recuerda un mapa en esa pared. Cada año, el CIAT envía copias de la seguridad a la Bóveda de Semillas de Svalbardel banco universal de germoplasma, conocido como banco de seminarios en el fin del mundo, un archipiélago en Noruega, alrededor de Polo Norte. Si Svalbard es una especie de arco de Noé de las plantas que se alimentan del planeta, una nuez marina, Palmira es también una escala menor. Aunque es la primera metáfora que se encuentra en la cueva, basta con registrar el banco real de germoplasma, con sus cámaras a temperaturas de 18 grados centígrados, para ser añadido a una enorme biblioteca con decenas de kilómetros de volúmenes.

“Una biblioteca de cultivos, en el trópico, para aumentar la seguridad alimentaria en el contexto del cambio climático”, dijo Joe Tohme, director del Área de Investigación de Diversidad Agraria de la Alianza, durante la visita a CIAT PAción. “La edificación es sólo el punto de partida”, señaló sobre una instalación de 17 millones de dólares que podría generar interacción científica y capacidad para la generación más cercana de investigadores en agricultura, nutrición y medio.

Semillas del Futuro, en el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), en Palmira, en el departamento del Valle del Cauca, ColombiaCIAT

En una edición con décadas de servicio, originalmente concebida como un matado de ganado, se ha mantenido al día con la colección de frijol. Los desfiles se abastecen de variedades de grano, y las revisiones de los molinos para seleccionar los ídolos concentran buena parte de los esfuerzos. En el cobertizo está seco y va vacío, de forma que se puede conservar durante décadas a bajas temperaturas. En sus cortas estancias hay más de 300.000 bolsas de frijol. El número total de seminarios termina por descender cualquier cálculo. Mientras enseña la colección, Peter Wenzl, líder del programa de investigación genética, explica que es muy difícil predecir qué varía entre millas y tiene algunas características importantes y más características. Por ello, se define al banco como “una garantía genética de futuro”.

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Los otrora bancos internacionales de germoplasma están ubicados estratégicamente en centros de cultivo. Mientras México concentra las recolecciones de maíz, por ejemplo, el friol es tan doméstico en los Andes como en Mesoamérica, y Colombia es un medio camino. El Valle del Cáucaso es uno de los mayores proveedores de alimentos de América Latina. El CIAT conserva 67.000 materiales, entre ellos 38.000 variedades de frijol, además de las pastas catalogadas como los caminos tropicales y la Yuca, que no pueden excavarse como semilla y requieren un in vitro completo. Desde Palmira envió más de un millón de plántulas (o plantas de yuca) a más de 140 tierras.

La colección es deslumbrante. En vista de los cristales observados de las diversas variedades se ha demostrado que están montados sobre los incas y son calóricos por estar hechos de maíz. Algunas de estas millas de recogida gratuita recogidas no existen en la naturaleza. Las amenazas en abundancia. Para lograr, la homogeneización que da lugar a la diversidad local. La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por su sello en inglés) estima que en las últimas décadas se ha perdido el 75% de la diversidad de cultivos de clase mundial.

La colección de frijol en el banco de seminarios del Centro Internacional de Agricultura Tropical es el lago más extenso del mundo.
La colección de frijol en el banco de seminarios del Centro Internacional de Agricultura Tropical es el lago más extenso del mundo.CIAT

Los riesgos también corren por cuente de calamidades como los huracanes que arrasan cultivos en el Caribe, por ejemplo, o por las guerras. Un instituto similar en Alepo, Siria, está vivo aislado por la guerra, y sus adornos, baratijas, taparrabos o botes de basura se utilizarán para su destrucción. Esta colección se puede reproducir en Líbano y Marruecos gracias a las copias del depósito en el depósito de Svalbard. La banca de bancos de Colombia, sin mucho margen de maniobra, tiene 33 variantes de origen ucraniano libres que se pueden concertar. Es, en esencia, una carrera contrarreloj para custodiar la más probable colección de antigüedades irremediablemente variadas.

Custodiar esta diversidad vegetal es vital para la humanidad. La seguridad alimentaria depende de unos pocos cultivares, pero estos son el resultado de una gran variedad de plantas nuevas y otras plantas domésticas para agricultores y científicos de kilómetros. Muchas de estas variedades no existen en la naturaleza, aunque algunas pueden tener características genéticas clave —cuestionarios ocultos o descuentos— para abordar diversas especies, especialmente en el contexto de la crisis climática. Los bancos de semillas cumplen un papel crucial. De una variedad de formas muy concretas puede ayudar a aumentar las características que a partir de ahora tienen el porcentaje de hierro o la resistencia a fenómenos como secuencias o secuencias, a cada cual más frecuente.

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