Cebolla blanca o morada, ¿cual engorda más?


La cebolla es uno de los alimentos más utilizados en la cocina mediterránea. Existen diferentes tipos de cebolla, y es importante conocer las características y las propiedades de cada una de ellas. Dos de las más comunes son la cebolla blanca y la cebolla morada.

La cebolla morada es muy fácil de identificar por su color, que se mantiene tanto en la piel como en el interior. Si por algo es bien conocida y apreciada esta variedad es por sus propiedades antioxidantes, que combaten el estrés oxidativo de los radicales libres y previenen el envejecimiento prematuro de la piel y de las células. Tiene un menor contenido de agua que el resto de cebollas y, en lo que respecta a sus características, es grande y tiene un sabor a medio camino entre picante y dulce.

La cebolla blanca es un tipo de cebolla que se cosecha en primavera antes de que termine de madurar. Aunque se puede utilizar durante todo el año, tiene menos capacidad de conservación que el resto de variedades, así que suele estropearse antes. A diferencia de la cebolla morada, que se consume en fresco, la cebolla blanca se recomienda consumir en crudo gracias a su textura crujiente y a su sabor suave. Se utiliza en pizzas y ensaladas.

Cebolla blanca y morada

Lo primero y más importante a tener en cuenta es que ambas cebollas tienen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antihistamínicas y antialérgicas.

Ahora bien, la cebolla morada tiene un mayor contenido en antioxidantes ya que es más rica en antocianinas. Además, es una fuente rica en queratina, que cuida el sistema cardiovascular y estimula la circulación sanguínea. La cebolla morada también aporta beneficios muy interesantes al sistema digestivo.

Por su parte, la cebolla blanca es rica en enzima alinasa, que regula los niveles de colesterol. También tiene propiedades bactericidas y antivirales, así que aumenta las defensas del organismo. A esto hay que sumar que favorece la producción de glóbulos blancos.

En lo que respecto al contenido calórico, tanto la cebolla morada como la blanca. Por lo tanto, es un alimento que no engorda. Es más se puede utilizar como alimento complementario en dietas de pérdida de peso gracias a sus propiedades antioxidantes y diuréticas.

La cebolla regula el funcionamiento del sistema digestivo, elimina la retención de líquidos, combate el estreñimiento y aporta vitaminas y minerales necesarios para el organismo.



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