Caída de Leonel y Abel: última encuesta Gallup (OPINION)

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EL AUTOR es abogado. Reside en Panamá.

La amenaza que representa para nuestro país el problema haitiano, agravado por las bandas de criminales y delincuentes que azotan esa tierra, obligando a sus habitantes a escapar hacia el nuestro. Entre ellos, miembros de las bandas para cometer horripilantes asesinatos en contra de hacendados y otros ciudadanos.

Hechos que han conmovido la consciencia nacional y aumentan su repudio. En medio del clamor del pueblo, exigiendo más controles en contra de la inmigración ilegal haitiana. Se destapa la construcción de un canal en Haití, para desviar el rio Masacre, que nace en nuestro territorio.

Esta nueva provocación llevó al presidente Luis Abinader a convocar los lideres de los partidos de oposición a participar en una mesa de diálogo y buscar unidos como nación, soluciones al problema. Leonel Fernández, a quien las encuestas ubican en el segundo lugar en la preferencia electoral y Abel Martínez en el tercero, se negaron a participar.

Enviando un mensaje antinacionalista, que cayó como un balde de agua fría sobre la población. Sus estrategas, no tomaron en cuenta que el pueblo está hastiado por el incremento descontrolado de la presencia haitiana, la cual demanda cada día más recursos de nuestro limitado presupuesto. Una situación que encarece el costo de la vida y empuja al dominicano a emigrar.

El error estratégico quedó evidenciado por el descenso de 0.8% de Leonel y 4.5 % de Abel entre los dos últimos sondeos de la Gallup. Ambos cayeron. El primero de 28.2% a 27.4% y el segundo de 17.9% a 13.5%. Precisamente la lucha contra la inmigración haitiana de Abel Martínez, fue la clave para convertirlo en el candidato presidencial de su partido.

La estrategia de utilizar el problema haitiano para sacar ventajas políticas, por parte del equipo de Abinader, rindió sus frutos. Mientras que la de oposición en negarse a participar en la mesa de dialogo, resultó freno a su avance. El juego de las estrategias continuará hasta el día de las elecciones. Faltan más de seis meses durante ese tiempo, cualquier cosa puede suceder.

Todo dependerá de los métodos utilizados para atraer votantes. Un partido en el poder tiene la desventaja, que no puede prometer, sino cumplir.  Al PRM y los partidos aliados, el descontento de un amplio segmento de las bases, les pasara facturas. Nadie vuelve trabajar por el mismo partido, que lo uso para llegar y después lo desecho, como un objeto inservible.

Es por ello que, hasta que no se cuenten los votos nadie estará seguro del triunfo. Una encuesta marca una tendencia de lo que podría ser un resultado final. No toma en cuenta el voto de castigo, ni las abstenciones. Por tanto, el cómputo final no depende de encuesta. Depende de las estrategias para convencer a los indecisos y la solidificación del compromiso partidario.

Son muchos los lideres, que se dedicaron a trabajar e invirtieron recursos para lograr la victoria del PRM y no fueron tomados en cuenta. ¿Volverán a trabajar y a votar por ese partido, sin recibir recompensa? No lo creo, pues la primera barrera que tendrán que vencer, es la presión familiar, que día tras día les recuerda, que sacrificaron el tiempo de compartir con ellos, a cambio de nada.

Por venganza terminan votando por otro partido, o engrosarán las filas abstencionistas. La independencia judicial y la lucha contra la corrupción, han caído en más de lo mismo. Enterrando los anhelos del pueblo de ver a sus verdugos, pagando por sus delitos y la recuperación del botín robado.

Pero, en medio de la convulsión mundial por la lucha entre un viejo sistema moribundo y el nuevo que trata de emerger. Las encuestas no están logrando anticipar los resultados electorales. El surgimiento de candidatos outsiders antisistema, está arrasando con el viejo liderazgo político y nuestro país no será la excepción.

Eliassam16@hotmail.com 

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